tag:blogger.com,1999:blog-22902971999850581002024-03-20T03:09:22.811-04:00VERBA DICENDIGILAC-ULAhttp://www.blogger.com/profile/13018195426207640258noreply@blogger.comBlogger61125tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-22485824148763787492016-02-01T22:51:00.001-04:302016-02-01T22:51:06.395-04:30PARA VIVIR VIVIENDO<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgW-f3v8ASXoHTnfN9ATkpZcMxXmWHotWTJjCnZ7459HseDIeqY6_89OLOV8ZvRU_tnwMXc48rZJj5d1PFKz0BclBCTVhW3UUvFmKpxkzjMvU_BsEv1ocCZsTa-cu-I8VbzFAg467Mdk20S/s1600/patria+o+muerte+novela++2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgW-f3v8ASXoHTnfN9ATkpZcMxXmWHotWTJjCnZ7459HseDIeqY6_89OLOV8ZvRU_tnwMXc48rZJj5d1PFKz0BclBCTVhW3UUvFmKpxkzjMvU_BsEv1ocCZsTa-cu-I8VbzFAg467Mdk20S/s1600/patria+o+muerte+novela++2.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-VE; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">No se juega con la muerte
convocándola a cada rato, nos deja dicho, con otras palabras, Alberto Barrera
Tyszka en su reciente novela <i>Patria o
muerte, </i>porque la muy traidora
termina tomándonos la palabra y sin darnos el preaviso, como bien dijo
nuestro Simón Díaz en una canción.<i> </i>Ya<i> </i>desde el título se nos remite a los
años de la revolución bolivariana, aun vigente, que remozó este lema propio de
otra revolución, la cubana, y que luego,
debido a la enfermedad del finado comandante Hugo Chavez Frías, se sustituyó
por otros más vitales como el que titula esta nota. Es esta una frase que
varias veces le oí mentar al entonces
presidente, causándome pena en algunas ocasiones, dada la enfermedad que éste
padecía. Nunca lo odié, le reconocí su carisma, y lo compadecí por su
sufrimiento. En ello concuerdo con mi admirado Federico Vegas, quien también esto
afirmó en un excelente artículo, publicado en Prodavinci. El desearle y luego alegrarse
por la muerte de Hugo Chávez me ha parecido siempre otra de las perversiones
morales que hoy nos aquejan. No se le desea la muerte ni esa horrorosa
enfermedad a nadie, pues si seguimos en la onda de las supersticiones, de
pronto tan perverso augurio podría devolverse, quien sabe si afectando a nuestros
seres más queridos, lo que más tememos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Dos líneas argumentales estructuran la
novela: el análisis de la personalidad carismática del presidente y su
dramático final, así como los cambios
que mucho han empeorado el tejido social de nuestro país, propiciados por los
procederes de la mentada revolución. Se me ocurre que es esta una novela
patchwork, en la que a través de coloridos retazos se nos narran diversas
situaciones de una tragedia cotidiana, unidos estos por la intriga tejida en
torno a las supuestas últimas palabras de Chávez, grabadas en Cuba con un
celular, antes de que el comandante enmudeciera en vida y para siempre, lo que
se devela sólo al final de la novela.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">En breves apartes que estructuran la
obra, aparecen los personajes cuyas vidas conflictuadas van encarnando los
diversos dramas que hemos vivido en estos últimos años, que no por conocidos
dejan de impactar, provocando la reflexión, traducida en identificación o rechazo, que
tales situaciones nos provocan como lectores. Tal es el necesario efecto que la
literatura bien concebida y escrita produce: el hacernos más visible y
comprensible la realidad, al menos hasta cierto punto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">El primero en presentársenos es Miguel
Sanabria, oncólogo jubilado, buena onda, que ha tratado de resistir los embates
de una situación política con la que no está de acuerdo. Su hija se ha
autoexiliado en Panamá y su esposa odia a Chávez por lo que desea ardientemente su muerte. Esto molesta a Sanabria, hombre
justo, lo que lo separa moralmente de su mujer. Es el único que logra ver la
grabación antes mencionada. Su hermano y sobrino son chavistas, lo que es motivo
de desencuentros y discusiones, sobre todo con el hermano, defensor a ultranza
del gobierno, lo que Sanabria, justo de nuevo, trata de evitar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Andreína Mijares regresa de Miami, su
sueño americano ha fracasado y pretende vivir de nuevo en su apartamento, lo
que resulta imposible porque sus inquilinos, Fredy Lecuna, su esposa Tatiana y
Ricardo, su hijo de diez años, no le entregan el apartamento porque no tienen
otro lugar donde vivir. Lecuna trata de escribir un libro sobre Chávez y el
secreto de su enfermedad, leit motiv de la novela, ya que está desempleado y
necesita dinero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">María, de nueve años, y su madre viven
encerradas en su modesto apartamento por
miedo a salir, dada la inseguridad reinante en la ciudad, a los crímenes que
constantemente se suceden, según los noticieros que ven por televisión, la cual
las acompaña encendida durante todo el día. Esta parte de la anécdota no me pareció muy feliz, me resultó aburrida y
poco eficaz, narrativamente hablando. Su inclusión obedece al desenlace que el
autor propone: la existencia de una generación perdida, representada por María
y Rodrigo, los únicos niños de la obra, cuyo futuro en estas tierras es incierto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Madeleine Butler, joven periodista
norteamericana que viene a Venezuela con el fin de escribir y, de ser posible,
entrevistar al presidente, atraída por su personalidad carismática y el
experimento bolivariano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Junto a estos personajes centrales se
suceden cubanas que buscan casarse para irse de Cuba, agentes de inteligencia
cubanos con licencia para intervenir en asuntos internos del país, mujeres
habitantes de barrios populares especialistas en invasiones, bajo determinada
tarifa, mujeres de la burguesía que se aprovechan inescrupulosamente de lo que
critican, entre otros integrantes de un nuevo orden social poco edificante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Y, por supuesto, Hugo Chávez Frías, a
quien Barrera reconoce un gran carisma innato que él mismo se esmeraba en
cultivar. Uno de los aciertos de la novela, según mi lectura, es el monólogo
que se incluye como parte del supuesto libro que escribe Lecuna. Un acierto
porque nos acerca a un ser humano que padece, a lo que podría decirse en su
fuero interno un hombre recio ante su posible muerte. Aquí recordé de nuevo el
artículo de Federico Vegas antes mencionado, en el que su vocación de escritor lo
obliga a preguntarse, con comprensiva humanidad, cómo serían esos últimos días
del presidente, qué pensaría, qué diría. En esta novela hay un tímido intento
de dar una respuesta a tal interrogante. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Esto no significa que el autor sea
complaciente con el personaje, el Chávez de <i>Patria
o muerte</i> es carismático, sí, pero también narcisista, un militar que como
tal sólo piensa en términos de órdenes y obediencia, un encantador de las masas con la sola oferta
de la palabra, del verbo encendido, así como el protagonista de todo, puesto
que todo en el país giraba alrededor de a su figura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaY5TVRlqcd7JLe5TmHvSMJbPiZxZ4d-dLXUDjAW9igLAe_5CYwxZ1RaczLERHxVYYSYVSBIfG8zSz7kW9-_IBKlSsMWL7wLaHbhji626L0cvH3MaUBfvCG4fo3L131jbOpN18IEhURl6i/s1600/Patria+o+muerte+novela.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaY5TVRlqcd7JLe5TmHvSMJbPiZxZ4d-dLXUDjAW9igLAe_5CYwxZ1RaczLERHxVYYSYVSBIfG8zSz7kW9-_IBKlSsMWL7wLaHbhji626L0cvH3MaUBfvCG4fo3L131jbOpN18IEhURl6i/s1600/Patria+o+muerte+novela.jpg" /></a><span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">El otro aparte para mí destacable
especialmente es el que recoge las voces de unos personajes sin nombre que, en
un acierto de transcripción de la oralidad, comentan su pobreza, las desgracias
que arropan sus vidas, pero que aman sin condiciones a Hugo Chávez porque les
dio la importancia que nunca habían tenido como seres humanos y como ciudadanos
legítimos de este país. Tal pasaje responde a la tesis sobre las personalidad
carismática que se maneja en este libro, puesto que se suele hablar sobre el
dotado de carisma, pero no de los carismados: “El carisma era una relación
donde, en general, siempre se analizaba el poder y las características del
líder y muy poca atención se le prestaba a los carismados, a los reverentes.
¿Quiénes eran? ¿Cómo vivían? ¿Qué angustias y qué anhelos sentían? ¿Por qué se
habían enganchado con fervor en esa experiencia?” (p. 120). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Sólo al llegar a este punto de mi
reflexión es cuando me atrevo a señalar el cuadro colorido que falta en este
panorama patchwork, ¿por qué no aparecen también los odios y agresiones de
parte de los opositores? Las guarimbas, los llamados a la abstención a la hora
de votar, las descalificaciones, las agresiones mediáticas, el oponerse a todo
porque sí, haya razón o no. Creo que eso también forma parte de la conformación
de la personalidad carismática, la cual no deja insensible a nadie porque o se
le quiere, hasta el punto de la adoración, o se le odia hasta desearle la
muerte, como en el caso de Beatriz, la esposa de Sanabria, personaje de muy
poca relevancia y aparición en la novela. Quizás sería esta otra novela, de
mayor aliento, pues aquí se trata de apenas 245 páginas, a las que hay que
reconocerle la osadía por la falta de mayor perspectiva, por tratar una realidad tan cercana en el
tiempo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">De todas maneras pienso que vale la
pena leer esta novela, ganadora del premio Tusquets 2015. Creo que al jurado español debió interesarle mucho, satisfacer
su curiosidad, dada la fama de su personaje principal y su revolución. Eso si a los lectores venezolanos no les
espanta el exhorbitante precio del libro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Para cerrar esta nota cito una frase de
la famosa carta que el Che Guevara le escribió a Fidel Castro como despedida, cuando se disponía a continuar sus luchas de
revolucionario. No estoy muy segura de cómo podría interpretarla, a la luz de
la hora actual, en el caso de Hugo
Chávez y la revolución bolivariana:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">“En una revolución se triunfa o se
muere, si es verdadera”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Barrera Tyszka, Alberto (2015). <i>Patria o muerte. </i>Caracas: Tusquets
Editores. <o:p></o:p></span></div>
Bettina Pachecohttp://www.blogger.com/profile/11428244480089932343noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-44792913171925902072015-01-08T19:52:00.001-04:302015-01-08T19:52:01.842-04:30AQUÍ SEGUIMOS..<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="https://www.youtube.com/embed/g_jgWRUEqfI" width="459"></iframe>Kellys Garcíahttp://www.blogger.com/profile/08329025708007493224noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-92105129734362637432014-11-30T16:26:00.000-04:302014-11-30T16:27:02.764-04:30Género y personajes en "Los peores de la clase", de Federico Vegas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIqjx70dWbxmN5fL08YvY_P66Es56XLQr8UJ7zezn6lmwlAl9mjg2gOKtIF3YNO1oHZLfVBNei08sef5kA-IW1yUlp55uF31vNw05MBqecffVCdTKNZGq16sqTi7tyyTOP7x8KJ6YlGymd/s1600/imagen+los+peores+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIqjx70dWbxmN5fL08YvY_P66Es56XLQr8UJ7zezn6lmwlAl9mjg2gOKtIF3YNO1oHZLfVBNei08sef5kA-IW1yUlp55uF31vNw05MBqecffVCdTKNZGq16sqTi7tyyTOP7x8KJ6YlGymd/s1600/imagen+los+peores+1.jpg" height="400" width="232" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<b style="text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">I</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Considerar
al género como una posible categoría de análisis no goza de mucha estima entre algunos estudiosos, por no
valorarlo como tal más allá de un mero enfoque temático. Esto a pesar de que
gracias a estas perspectivas de género es por lo que contamos con numerosos
estudios sobre obras de escritoras poco tomadas en cuenta por el canon
literario, debido a la cada vez más amplia participación de mujeres académicas
en la docencia universitaria, en encuentros de especialistas, publicaciones y
grupos de investigación. Mucho me asombraba durante mis años de formación la
casi ausencia de obras literarias escritas por mujeres en los programas de
estudio, tanto del bachillerato como de la universidad, salvo los casos
excelsos representados por Teresa de la Parra, Antonia Palacios o Enriqueta
Arvelo Larriva. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;"> En
el caso de los estudios literarios, al hablar de género indefectiblemente se
nos ha remitido a lo que sucede con las mujeres, con su escritura, sobre cómo y
sobre qué escriben, así como sobre la configuración de los personajes femeninos
o, en ocasiones, hacia los homosexuales,
a lo que se conoce como literatura gay o lesbiana, lo que se ha llamado literatura
o teoría <i>queer</i>. Podemos entender, por
ahora, el término género como la construcción cultural de las “características
específicas atribuibles a la masculinidad y a la feminidad, en virtud de una
correspondencia con sus rasgos biológicos” (citado por Castro Ricalde, 2012:
10). El caso es que la identificación de sexo con biología y naturaleza y
género con cultura e historia se ha
cuestionado si se considera como una separación rígida y estable. Debido esto a
que el vínculo entre género femenino y sexo femenino no es indisoluble, como
tampoco lo es necesariamente entre género y sexo masculino. Son las prácticas
culturales las que normalizan, estabilizan y jerarquizan estas relaciones,
siempre sujetas a cambio tanto como las sociedades que las sostienen <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Al
hablar de género lo usual es que se haga referencia a una escritora, como ya
dije, y siempre de parte de una mujer. Los estudios de género, en general, son
cosa de mujeres. Sin embargo, hoy no será así pues la literatura que nos
convoca está encarnada en un autor y sus textos, Federico Vegas, sobre los que haremos algunos
comentarios con la libertad e irreverencia que todo lector libre de ataduras teórico-críticas
tiene la suerte de permitirse. Para mí existen dos Federico Vegas. El autor que
ha revisitado la historia contemporánea venezolana y nos ha regalado dos
novelas que considero capitales dentro de la narrativa más reciente en
Venezuela <i>Falke </i>(2004), que narra la malograda invasión de Román
Delgado Chalbaud a Venezuela en 1929
para derrocar a Juan Vicente Gómez, entremezclada con la vida y obra de uno de
los participantes en la misma, Rafael Vegas, y <i>Sumario</i> (2010), sobre el asesinato de Carlos Delgado Chalbaud,
presidente de la Junta de gobierno de Venezuela, en 1950. A este grupo yo
agregaría <i>Los incurables </i>(2012), puesto
que es una novela que, entremezclando datos históricos, anécdotas y ficción,
como suele hacerlo el autor con notable maestría, reconstruye una biografía de
Armando Reverón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">El
otro Federico Vegas es el que refiere las visiones de mundo de innumerables
personajes y las relaciones humanas, las de pareja sobre todo, con agudeza,
ironía, mordacidad y humor, en sus relatos reunidos en <i>El Borrador </i>(1994); <i>Los
traumatólogos de Kosovo </i>(2002), <i>La
carpa y otros cuentos </i>(2008) y en novelas como <i>Prima lejana</i> (1999), <i>Historia
de</i> <i>una segunda vez </i>(2006), <i>Miedo
pudor y</i> <i>deleite</i> (2007) y el <i>Buen esposo</i> (2013). Es cierto que estaría
cometiendo un sacrilegio si no menciono al tercer Federico, al de los
magníficos ensayos que su profesión de arquitecto le permite escribir, entre
los cuales destaca ese delicioso libro titulado <i>La ciudad y el</i> <i>deseo </i>(2007). Pero ya es hora de dejarse
de rodeos, de regodearme pasando revista a la producción de tan prolífico como favorito escritor y abordar el libro de cuentos al que quiero
dedicarle estos comentarios hoy: <i>Los
peores de la clase </i>(2011).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Desde
la portada del volumen publicado por Lugar común nos miran unos niños, entre
los cuales se encuentra Federico, por supuesto, que nos seducen de entrada. Es
la típica fotografía de colegio que todos en algún momento nos hemos tomado con
nuestros compañeros de clase y que si ha habido suerte todavía conservamos para
la nostálgica posteridad. Frente a ella no es posible no dejarse tentar y no hacer
un ejercicio con la imaginación como el de Edgardo Rodríguez Juliá en su
original novela- álbum <i>Puertorriqueños.</i>
En este libro el escritor elabora novelescamente la crónica, tipos y costumbres
de su país desde 1898, a partir de viejas fotos de las que va extrayendo vida a
punta de imaginación y un verdadero conocimiento de la historia de Puerto Rico.
Confieso que en alguna ocasión, mientras lo leía, me adelanté al autor mirando las fotos que
acompañan los textos a ver qué me contaban. Pero siempre salí derrotada por la
habilidad del fabulador, me resultaba increíble todo lo que esas fotos le
dijeron a su genio creador. Se trata de un libro realmente original y delicioso
de recomendable lectura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">En
el caso del volumen que les comento lo primero que hay que lamentar es que el
diagramador nos haya fragmentado la foto, sólo podemos ver parte de ella lo que
nos priva de la mayoría de los rostros y las miradas de esos niños que de
seguro inspiraron varias de estos relatos. Por fortuna, al final del libro, la
foto se incluye completa, pero ya no vemos los rostros con la nitidez y
cercanía necesaria para que nos cuenten
sus historias. Entonces, entre lo que tal mutilación nos permite apreciar<i>,</i> en la parte inferior del libro, sobre
el título del mismo, vemos el rostro de un rubito y bellísimo Federico/ niño
muy serio, seriedad que lo acompaña en todas sus fotos hasta hoy día, con la cabeza
ladeada y levantada ligeramente en una actitud de no disimulado desafío a ese
mundo que mira frontalmente y que atrapará,
muchas veces sin piedad, en las páginas de sus futuros libros. Más
atrasito y a su lado, sonríen dos niños con cierto rictus malévolo que nos
hacen pensar que los peores están por ahí cerquita. En el extremo derecho, con
la cabeza gacha, mirando la cámara con temor está ese niño tímido, que no juega
bien al fútbol y que saca malas notas en matemáticas, de quien los demás hacen
mofa y que siempre se encuentra incómodo y temeroso entre sus congéneres. Más
arriba posa otro niño ojeroso y formal, el que seguro saca las mejores notas y
piensa seguir la vocación sacerdotal, la de sus maestros. Sobre él,
disgustadísimo, su compañero detesta estas fotos, tanto como los colegios de
curas en los que su madre, beata de misa todos los domingos y rosario en
familia, insiste en inscribirlo. Y, para terminar con esta digresión, sobre la
cabeza de Federico, el rostro que me encanta, el chico feliz, el consentido de
la casa, el que llega perfumado y bañadito a clase, se sienta en el primer puesto
y asiste al aula contento porque le gusta estudiar. Aunque quien sabe, si
hacemos caso de lo que se nos dice en el prólogo, este bambino no resulte sino
otra más de “las promesas incumplidas”, uno de esos de los que tantas veces el
autor oyó decir “Era el mejor, pero no resultó gran cosa”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt;">En
una entrevista con motivo de la publicación del libro Vegas declara: “Hay que
comenzar con ese primer círculo en el que somos especialistas: la historia de
lo que fuimos”. (El Universal, lunes 9/01/2012. Disponible </span><span lang="ES"><a href="http://www.eluniversal.com/arte-y-entretenimiento/120109/federico-vegas"><span style="font-size: 12.0pt;">www.eluniversal.com/arte-y-entretenimiento/120109/federico-vegas</span></a></span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt;">). Ya
desde el prólogo se nos confirma que las historias aquí contadas forman parte
de la vida del autor, son anécdotas que permanecieron vivas en la memoria y
que, recuperadas por la ficción y el arte de la palabra, se les asegura
pervivencia en el tiempo. Creo que no hace falta aclarar que se trata de un
mundo muy masculino, la mayoría de sus personajes lo son, así como las
sensibilidades, preocupaciones, aprendizajes o temores que se retratan. Es así
como aparece el primer personaje, Plaza Wilson, del cuento “El borrador” que
abre el volumen. Es pésimo alumno, pero forma parte de esos cuyos
recuerdos entretenidos, alegres e hilarantes, merecen ser registrados, como bien
lo dice el prólogo. Plaza Wilson se gana un lugar entre los héroes no sólo
porque se “jubila” de las interminables misas y tormentosos rezos de rodillas
sin que los curas se den cuenta, sino que porta uno de los más altos
distintivos de la virilidad, el valor. Su padre le da soberanas palizas por sus
malas notas, de las que muestra las huellas de los correazos perfectamente
marcados en la espalda, lo que revela que los aguanta sin moverse, sin huir,
según comprueban sus compañeros en el
baño, así como los moretones y “tuturos”
en la cabeza. Todo esto perpetrado por el <i>Pater
familia</i> en estricto cumplimiento de su papel como cabeza del hogar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">“El
pasillo” trata un tópico de la literatura masculina: la masturbación. El
narrador no sólo presenta una galería variada y colorida de curas, “esa familia
mitológica que comienza a desdibujarse”, con sus pintorescas características
físicas y psicológicas, lo que ya es un
aporte al mundo simbólico de la literatura venezolana, sino que trata el tema
muy frecuente en el cine y la literatura de la culpa del adolescente perseguido
por sus preceptores religiosos por la práctica del estigmatizado hábito de la
masturbación. No falta la consabida escena en el baño donde el varón mejor
dotado sexualmente hace exhibición de ello ante sus compañeros, otro tópico
masculino. Se trata de un cuento hilarante en el que el narrador, que no
dudamos en identificar con el autor, al menos eso se esfuerza en hacernos creer,
dice lo siguiente, refiriéndose al “héroe” en cuestión, cuando es sorprendido
en plena clase por el padre Ascupe: “Cuando logro ver el rostro de Zuazola,
intuyo que se inicia algo importante en mi vida, un cuento que podrá acompañar
una vejez solitaria” (p.32).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">“El
terrón”, uno de mis relatos favoritos, narra el enfrentamiento entre el temido
y arbitrario profesor de matemáticas (¿por qué siempre el más temido es el <i>profe</i> de matemáticas?) y Moreno, el más osado alumno de la clase, con
el que nadie se atreve a meterse. Una actuación injusta del profesor para con
su alumno, un taco de tierra lanzado engañosamente como venganza, y una carrera
infructuosa por todo el colegio en persecución del presunto culpable,
estructuran el derrumbe de la personalidad todopoderosa del temible profesor, agobiado
por las punzadas de las várices y la úlcera estomacal; así como el perfil
heroico de otro de los expulsados, de los peores, quien en su plan casi
perfecto no tomó en cuenta los comentarios de sus admiradores, como bien dice
el narrador en el magnífico final, pues a Moreno lo tomó desprevenido “ese afán
de celebrar la valentía que tenemos los cobardes”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Y,
en “Los mangos”, al fin aparecen los personajes femeninos. Es este otro cuento
encantador en el que aparecen hermanadas la presencia de las madres y las
primeras inquietudes del amor. Claro que
tratándose de Federico Vegas, de su eficacia narrativa, presentar a las madres
es un prodigio de síntesis y originalidad. Un grupo de niños es llevado al
colegio por sus madres quienes se turnan en común acuerdo. He aquí ellas: “Chevrolet
verde, chiquita y ausente, los lunes. Opel blanca, somnolienta y amante de la
música, los martes. Renault negra, tiesa y pendiente del espejo retrovisor, los
miércoles. Los jueves le toca a la camioneta de mi casa, y es difícil describir
a la propia madre. Pontiac azul, joven, bella y reilona, los viernes”. (p.43).
Esta última, la joven y bella, será, por supuesto, el objeto del enamoramiento
que el narrador adulto rememora, su infantil y platónico amor, así como el
bochornoso episodio que su golosa afición a los mangos le hace padecer. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Creo
que ya es apreciable lo que esta narrativa ofrece: una variadísima galería de
personajes. Y no me refiero sólo al libro que comentamos hoy, lo que nos hace
reconocer que la obra de Vegas es terreno fértil para el estudio de la
configuración de sus personajes. Hay que tener en cuenta, según apuntan algunos
críticos, que no son muy frecuentes los estudios sobre el personaje de la obra literaria dada
la complejidad del mismo, como si se tratara de un cierto menosprecio, lo cual
también ocurre con las perspectivas de género. El hecho de que se caiga
en la tentación de vincular al personaje literario con la persona real trae
consigo “fascinantes equívocos y paradojas”, como bien apunta Fernando Sánchez
Alonso (p.80), por lo que la importancia del personaje para la crítica moderna ha decaído si se le
compara con la relevancia que le concedían las poéticas del pasado. La complejidad
psicológica de toda persona, lo que se reflejaría en su representación
literaria, con todas su contradicciones y funciones dentro del relato,
hacen problemático su abordaje
analítico, lo que ocasiona que muchas veces se busque erradamente una
correspondencia plena directa entre el personaje y la biografía del autor o con
el referente social. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">En
el caso de la narrativa de Vegas es innegable la importancia que este le
concede al personaje, como narrador realista e intimista que es, al menos en los
relatos que comentamos. En cuanto a la forma de caracterizar sus personajes es
notable la combinación de dos maneras identificadas como “resumida” y “escenificada”.
En la primera el narrador expone de entrada las características físicas y
psicológicas de su personaje. En la
caracterización escenificada, en cambio, el narrador lo deja actuar para que en el trascurrir del discurso
narrativo el lector lo conozca por sus actuaciones. Así el relato “El agua
tibia” comienza con la descripción física de la bella madrina del equipo,
objeto del deseo de todos los chicos del colegio, que milagrosamente se
convertirá en el primer amor del narrador. Seguidamente, la escenificación de
su caprichosa personalidad irá dando a
conocer su tiránico comportamiento en un
relato que trata de los primeros encuentros eróticos y las diferencias
femeninas y masculinas en este aspecto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;"> Y es que Eros, su falocéntrica presencia
definidora de la identidad masculina es
asunto central de las acciones que mueven a los personajes, en varios relatos, como
vemos en los cuentos “La pereza”, de cruel desenlace, y el hilarante “La
ascensión”. No hay que perder de vista
que la mayoría están narrados desde la
primera persona, desde la forma autobiográfica, así que es la propia visión de
los hechos contados por parte del narrador lo que les da sentido a los mismos,
gracias a breves reflexiones, frases que como pinceladas se dejan caer, irónicas algunas, sabias o
desencantadas otras. De modo que el recurso autoficcional también se hace presente desde el momento en que el
narrador se autodefine como antihéroe con suerte, ya sea como pésimo jugador de
fútbol, condenado a la banca, aunque por ello se hace novio de la madrina en
“Agua tibia”; o como pésimo lanzador que noquea de un mangazo al hijo de la
madre bella de “Los mangos” sin que nadie se entere; o como uno de los cobardes
que admiran la valentía de Moreno en “El terrón”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">En
otros relatos, en cambio, el narrador aparece ofreciendo su visión desde fuera,
como simple intermediario de lo contado, puesto que no está implicado en la
historia ni como protagonista ni como testigo, a través de fragmentos
transcritos en cursiva, para diferenciarlos del discurso del personaje al que
le cede la palabra. Tal es el caso de “Suerte de principiante”, en el que aparece
uno de esos compañeros que fueron los
mejores de la clase, pero cuyo destino no resultó memorable, por no tener nada
relevante para ser contado. La mirada, sin embargo, será en estos casos siempre
comprensiva, como no podía ser otra la mirada de un escritor, de quien
contempla y comparte el drama humano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Al
llegar a este punto de mis comentarios, me vino a la memoria un artículo leído
hace ya algún tiempo en una revista <i>Quimera.
</i>En el mismo, un crítico de cuyo nombre no puedo acordarme, comparaba a dos
de sus profesores de la Universidad. Uno de ellos era un viejo profesor a punto
de jubilarse que dictaba un seminario sobre El Quijote. La clase consistía
fundamentalmente en la lectura de capítulos de la obra por parte del docente.
Lo hacía con pasión, enfatizando lo más resaltante, salpicando la lectura de
breves comentarios. Su seminario contaba siempre con pocos alumnos. En el aula
vecina, un joven y actualizado profesor impartía una clase que gozaba de gran
fama, los estudiantes se esforzaban por
conseguir un cupo ella. El especialista en crítica literaria llenaba la pizarra
de fórmulas que daban cuenta de la estructura de las obras estudiadas con mucho
rigor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">La
moraleja de la historia era que pasado el tiempo, tanto el autor del artículo
como algunos de sus compañeros de estudios habían olvidado las clases del joven
profesor, cuyas fórmulas críticas habían pasado de moda, mientras recordaban
como entrañables las lecturas de su viejo profesor, cómo les había hecho vivir
El Quijote y cómo ellos, con el paso del tiempo, se sorprendían imitando sus
modos de lectura. Es por eso que en la segunda parte de estas notas, quiero dar
paso a lo que verdaderamente importa, a la escritura de Federico Vegas, a su
cuento “La ascensión”, uno de los más hilarantes del libro, además de ser buen
ejemplo de todo lo expuesto anteriormente <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<b><span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;"><br /></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<b><span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">II<o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<b><span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">LA ASCENCIÓN<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Pacheco
Luján era, y seguirá siendo, el mejor pintor de la clase y de toda la historia
del colegio. Mientras jugábamos en los recreos se la pasaba buscando creyones
huérfanos. Un 910 “verde esmeralda” de Prismacolor, gastado, quebrado, hundido
en los pantanos de las primeras lluvias y rodeado de tapitas de refresco, en
manos de Pacheco se convertía en un resto arqueológico y recibía un trato de
especialista. Después de limpiarlos y afilarlos, rellenaba con el nuevo color
un recuadro en su block de dibujo y escribía al lado: “arena sucia al
mediodía”, o “sangre en la acera cuando llueve”. Llevaba su colección de
creyones en una bolsa de tela escocesa amarrada a la correa; allí estaban
entrecruzados ejemplares de todas las marcas y ninguno era tan viejo ni tan
corto como para no merecer una punta digna y un recuadro clasificatorio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Además,
su nombre era Pedro Pablo, lo que venía bien para una seguidilla que entonces
existía y se la endilgamos: “Pedro Pablo Pacheco, pobre pintor portugués,
pinta preciosos paisajes, pero, para poder pintarlos, pide prestados papeles,
pinturas, pinceles…”, continuando con variantes que solían ofenderlo, pues
tenía las erupciones belicosas de los grandes artistas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Su
especialidad eran acorazados alemanes explotando en medio de un mar oscuro y
frío, bajo un cielo tan lleno de terribles resplandores que nunca había
sobrevivientes. También le gustaba hacer cortes transversales del barco justo
antes de la explosión, mostrando el ajetreo de un día normal o la paz de las
noches: los depósitos de balas y bombas de profundidad, los ascensores y las
poleas, los motores y las hélices, los tubos de goma del agua y la gasolina,
las ollas con litros de sopa, el salón de juegos con mesas de billar, los
largos cuartos con las hamacas y los marinos que iban a morir mientras dormían.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Otras
de sus especialidades eran los viajes submarinos, las tumbas de los faraones,
las ciudades perdidas en la jungla y escenas aisladas de una historieta sin
final ni principio, donde unos personajes monstruosos exclamaban sin que
supiéramos la razón: “¡Recórcholis!”, “¡Cáspita!”, “¡Zambomba!”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Nuestro
amigo no era bueno con la figura humana y la disimulaba con bocanadas de humo o
masificándola en ejércitos de los cuales sólo se veían estandartes, botas y
lanzas. Una vez que nos mandaron a representar a Simón Bolívar, pintó primero
una llanura y, más allá, a lo lejos, una selva intrincada, una cascada con
neblina y un río. En el río había un barco y en el barco un punto azul y rojo
que era el uniforme del Libertador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Tenía
un sacapuntas en forma de mapa mundi donde el Ecuador se había borrado por el
uso. Cuando afilaba un creyón echaba la viruta en la misma bolsa escocesa y se
iba formando en el fondo un aserrín tornasol, mezcla de todos los colores del
mundo. Una vez que el dibujo parecía estar listo, Pacheco metía la mano en su
bolsa, sacaba un poco de aquel polvillo mágico y lo dejaba caer sobre el dibujo
como la pimienta en una sopa de cebolla; luego movía la hoja para que las
partículas encontraran sitio en los poros del papel y por entre los altibajos
de los colores, soplando delicadamente el sobrante de vuelta en su bolsa.
Entonces surgían los halos en la luz de los ocasos o los destellos del fuego en
el mar. Ese era el momento en el que podíamos acercarnos a su pupitre y
enumerar las sorpresas que iban emergiendo: jirafas jugando con castores, una
culebra con una rara sonrisa asomada entre las sombras, vuelos de pájaros o de
aviones. Y siempre ejércitos de hormigas que avanzan por entre el musgo hacia
un tronco viejo, suben hasta otras ramas que arrojan sombra sobre un camino que
se pierde en un horizonte entre campos de cultivo con amplias chimeneas cuyas
volutas de humo ocultan las señales de otras comarcas en lo más alto de las
montañas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">En
la escalera que subía a los laboratorios de biología y de química, un día
colocaron en el descanso una enorme foto mural donde reinaba el pico Bolívar.
Era una majestuosa fotografía en blanco y negro del Centro Excursionista
Loyola tomada una mañana de sol inmaculado cuando el rocío barniza las rocas y
a cada pliegue de la nieve lo define una sombra. Con el tiempo nos
acostumbramos a la infinitud de aquella cordillera y nadie le prestaba atención
mientras hacíamos filas en la escalera antes de entrar al laboratorio de
química. A veces el Padre Rector nos mandaba a arrimar para mostrar el gran
paisaje a algún visitante ilustre. Sólo entonces nos volteábamos por cortesía a
mirarlo de nuevo y volvía a asombrarnos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Una
mañana, al apretujarnos contra las barandas, vimos, al igual que el Rector y su
comitiva, un huevo pintado con un grueso marcador Berol Titánic entre la
segunda y la tercera estación del teleférico. Era la clásica gran A con las dos
puntas girando en espiral como los bigotes de Salvador Dalí, y una rayita
vertical en pleno tope de la cabeza de la cual brotaba un chorro igual a la
cola de los cometas, o a la lava de un volcán desparramándose por las
estribaciones de los Andes. Era un dibujo ordinario y anónimo idéntico al que
rayan con navajas en los tabiques de los baños sin destreza ni mérito, salvo
el insólito lugar donde había sido perpetrado. Fue realizado de prisa, sin
detenerse a medir las proporciones o el efecto, pero esas son las
características que exige ese estilo furtivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Mientras
buscaba con tenacidad al culpable, el Padre Rector empezó a recubrir los
rayones con témpera blanca, pero a los pocos días la tinta resurgía, cada vez
más decidida a permanecer para siempre en las cumbres nevadas. Las decenas de
retoques que requería el camuflaje de aquel testimonio lo fueron enfureciendo y
arreciaron sus interrogatorios y amenazas colectivas, al punto de anunciar que
traería a la Policía Técnica Judicial. Prometió castigos tan terribles que
hasta los acusetas de siempre se asustaron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">En
una de sus sesiones de restauración, el Rector descubrió que había algo más en
la montaña. Por entre una hendidura que podía ser una gruta, lo miraba un indio
vestido sólo con un taparrabo. Creyó que era parte integral de la foto, pero,
¿cómo podía aguantar tanto frío un aborigen de los Andes? No le fue fácil
concluir que aquel individuo en cuclillas, portando un penacho de plumas y un
hacha para cortar cabelleras, no era un timoto-cuica, sino un genuino miembro
de las tribus sioux o apache.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Cuando
estaba a punto de compartir el extraordinario hallazgo antropológico con
Ayestarán, el director de disciplina, encontró también unas huellas que siguió
metódicamente cuesta arriba hasta notar oculto en un glaciar al Abominable
Hombre de las Nieves. Justo en aquel sitio pasaba un manto de neblina y la
figura estaba borrosa, pero el rastro de sus huellas sí era inconfundible, y
pudo percatarse de que a la bestia la seguía un cazador con un rifle de mira
telescópica. Corrió a su despacho, buscó una lupa y una escalerilla, y se pasó
el resto de la tarde encontrando alpinistas perdidos, corredores de trineo,
rebaños de llamas, medio caballo del indio sioux y otras cientos de figuras que
vio o creyó ver encandilado por los resplandores del sol en la nieve.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Al
entender por fin la técnica de dibujo, basada en sugerencias impresionistas que
desaparecían al alejarse o acercarse demasiado, terminó su pesquisa agotado y
contento al saberse dueño de un gran secreto, pues sólo había una persona en
todo el colegio capaz de realizar esas criaturas en miniatura, alguien que
dibujaba primorosas imágenes de la virgen para la Congregación Mariana,
escenografías de teatro y los adornos gráficos del anuario escolar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">A
Pedro Pablo Pacheco Luján le extrañó que lo llamaran en febrero para empezar a
trabajar en la nueva edición del anuario, y le costó disimular su sorpresa al
conocer el verdadero motivo de la cita y comenzar a enfrentar la acusación.
Logró escuchar con dignidad la extensa y detallada enumeración de sus
intervenciones, pero cuando el Rector pretendió extender su falta al dibujo
superpuesto y sin escala, sí le cambió el color de la cara y el tono de voz:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">–Padre,
yo jamás dibujaría algo tan mal hecho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">–¿Por
“mal hecho” se refiere a mal ejecutado o a que constituye una mala acción?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">–Usted
sabe que mis dibujos sólo se ven con lupa, en cambio el otro se ve desde la
entrada al rectorado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">–Usted
dice que ese dibujo no es suyo, pero sí reconoce que ha hecho todos los demás,
lo cual quiere decir que es cómplice de una acción de vandalismo contra los
bienes del colegio. O usted me dice quién es su socio arruinando la foto
mural, o lo tendré que expulsar por lo que usted supone que está bien hecho. El
tamaño y la altura del adefesio indica que el criminal recibió ayuda… en
alguien se encaramó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">¿Qué
puede haberle causado a Pacheco tanta indignación? ¿El forzarlo a convertirse
en soplón o haberlo involucrado en una obra de arte tan vulgar? Aquí es
oportuno reflexionar sobre la manera en que la educación jesuita, con sus
rígidas normas y silogismos, podía traernos beneficios tanto por acción como
por reacción. Quiero creer, para beneficio del Rector, gloria de Pacheco y
reconocimiento del movimiento muralista en Venezuela, que en ese momento se
consolidó la voluntad y responsabilidad creadora de Pedro Pablo Pacheco. No
debo entrar en un terreno que desconozco, pero me atrevería a decir que
incluso encontró el estilo que iba a caracterizarlo, porque esa misma tarde
reapareció el mismo huevo en las mismas cumbres, pero ya no se trataba de aquella
figura escueta, que un estudioso de las tendencias colectivas podría llamar
“clásica”, y algún otro “popular”, o “populista”. Ahora había volumen,
consistencia, identidad y fiera expresión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Pacheco
rescató el planteamiento de la representación inicial y partiendo de su
esquema simplista fue elaborando una variante más tridimensional, más corpórea
y abigarrada, utilizando sombras sin abusar del degradé. Los pocos que lograron
verla aún hablan de “gallardía y donaire”. Para la maraña de pelos en la base
elaboró un enredo selvático semejante al chorreteo de un Pollock. En cambio,
para acusar los nervios, venas y tendones que participan en los frenéticos
estiramientos de un orgasmo juvenil, se valió de unas líneas semejantes a los
grabados de Durero. Fue en la explosión de semen donde hubo más propuesta y
celebración, quizás demasiada, al tomarse la libertad de fundirla con cremosos
aludes de nieve que amenazaban a los pueblos en la base de la sierra y todo el
valle de Mérida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Con
esa obra de arte, y su firma en la esquina de la foto intervenida: “P. P. P.”,
había decretado su propia expulsión. La categoría de “rechazado” siempre es un
buen comienzo para un pintor; así aparecerá cuando se escriba su biografía,
pues él mismo anota en su currículum, espero que con más humor que rencor:
Expulsado del colegio San Ignacio a los trece años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">La
expulsión era suficiente castigo. No hacía falta ensañarse con su primera obra
en gran escala; bastaba algo de sensibilidad artística para que el Rector,
quien valoraba con pasión el dinero, mas no los placeres que con el dinero se
consiguen, hubiera guardado en las bóvedas del colegio aquella obra adelantada
a su tiempo, esperando por épocas más liberales para el mercado de un Pacheco
fundacional, inicio de un estilo que, insisto, no estoy llamado a definir.
Basta con leer en el catálogo de su última exposición:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Una
búsqueda que siempre parte de elementos infantiles, oníricos y paisajísticos,
llevados a límites entre mitológicos e hiperrealistas, y apoyada sin complejos
en la máxima de Wölfflin: “La naturaleza nos ofrece el privilegio de participar
en una existencia más amplia y más pura.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Hoy
en día, con un sugerente título entre panteísta y religioso como “Ascensión en
los Andes”, aquella primera obra de gran formato y técnicas mixtas, que fue
quemada frente a la arquería de un campo de fútbol, se podría haber vendido
por el equivalente a unas mil fotografías del Centro Excursionista Loyola.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<b><span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">REFERENCIAS<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Castro
Ricalde, Maricruz (2012) “El género, la literatura y los estudios culturales en
México”. Estudios sobre las Culturas Contemporáneas. Epoca II, Vol. XVIII.
Num.35. Colima. Pp.9-29.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES" style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: 12.0pt;">Sánchez
Alonso, Fernando (1998). Teoría del personaje narrativo ( Aplicación a<i> </i> <i>El amor
en los tiempos del cólera) Didáctica</i>10, 79-105. Servicio de Publicaciones
UCM.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span>
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"> Vegas, Federico (2012). <i>Los peores de la clase</i>. Caracas: Lugar
Común.</span></span><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitvI63j-GxF4FgPhyphenhyphenRF6lxfW_8_6UV3cDUNUZUjUeVD3utru_eYASGffRAxR2uphYB3ySzmIuNM5pawRZV_5Lxl8XnSzQyVGCfZTwfBPZd5AB8zcOJtqHAizVI8KyTUMBreiBRHakOMqVa/s1600/rostro+de+Federico-Vegas.jpg" imageanchor="1" style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: medium; line-height: normal; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitvI63j-GxF4FgPhyphenhyphenRF6lxfW_8_6UV3cDUNUZUjUeVD3utru_eYASGffRAxR2uphYB3ySzmIuNM5pawRZV_5Lxl8XnSzQyVGCfZTwfBPZd5AB8zcOJtqHAizVI8KyTUMBreiBRHakOMqVa/s1600/rostro+de+Federico-Vegas.jpg" height="266" width="400" /></a></div>
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"></span>Bettina Pachecohttp://www.blogger.com/profile/11428244480089932343noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-48845162377608235132014-05-22T21:47:00.003-04:302014-05-22T21:47:49.482-04:30TRIBUTO A GARCIA MÁRQUEZ<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4Dx567vU_m225JXiwpzzv1o93devgM2AcvK1iphNPj_4yjDzaX9yx7GGZehqfGd4_R74wOq6SEjExiqCBzQ9auYzANG0JAG15Pe7JR9ENoGqW_vCGEJJPuN-5aG9L-340RM7Y7YefJ7H6/s1600/garcia+y+cien+a%C3%B1os.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4Dx567vU_m225JXiwpzzv1o93devgM2AcvK1iphNPj_4yjDzaX9yx7GGZehqfGd4_R74wOq6SEjExiqCBzQ9auYzANG0JAG15Pe7JR9ENoGqW_vCGEJJPuN-5aG9L-340RM7Y7YefJ7H6/s1600/garcia+y+cien+a%C3%B1os.jpg" height="267" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Próximamente se
celebrará en Caracas (¡Ay, Caracas!! San Cristóbal no existe para estos
eventos...) un tributo a los Beatles. Se conmemoran cincuenta años de la
llegada de los cuatro chicos de Liverpool a Nueva York para actuar en el show
de Ed Sullivan. Fue una presentación de
antología que alcanzó setenta y tres millones de espectadores, marcando con
ello la “invasión del rock británico a los Estados Unidos”, y la fama del grupo
que devino en leyenda. Son muchas las bandas seguidoras de los Beatles en el
mundo. Suelen hacer periódicos encuentros y dar conciertos para disfrute de sus
fans. Tuve la fortuna de asistir al
concierto que en noviembre de 2011 ofreció el grupo mexicano </span><b style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Morsa</b><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">, uno de los mejores en el mundo
que mantienen viva la Beatlemanía, en Guadalajara. Fue toda una cita con la
nostalgia y la memoria de tantos temas entrañables. Los chicos, vestidos con
los multicolores trajes del Sargento Pimienta, dieron vida a los inmortales
Jhon Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">De modo que me preparo con
entusiasmo <i>beatlemaníaco</i> para asistir
al <i>revival </i>de la presentación del 9
de febrero de 1964, en el show de Ed Sullivan, por parte del grupo venezolano <b>Beat3</b>. En esta ocasión interpretarán las canciones que los Beatles
tocaron en esa oportunidad, usando un vestuario similar, al igual que el
escenario de la presentación. Leo sobre estos chicos, de los cuales no tenía
idea de su existencia, que “es la
primera y única banda venezolana invitada a grabar en el legendario estudio Nº
2 (oficial de The Beatles) en “Abbey Road”, en Londres, luego de sus cuatro
años de éxitos (1999, 2000, 2001 y 2006) en el “International Beatles Week
Festival” de Liverpool, ciudad natal de The Beatles, donde estos músicos
venezolanos realizaron un total de 35 conciertos, incluyendo 15 presentaciones
en el famoso “Cavern Club”, donde The Beatles saltó a la fama, siendo los <b>Beat3</b> homenajeados por el Alcalde de la
ciudad y nombrados Embajadores de la Cultura Liverpool 2008”. ¡Vaya, de lo que viene
una a enterarse a estas alturas!!! ¿Será porque de Venezuela solo trasciende lo
malo a la luz pública? ¿Porque una inmensa mayoría sólo se dedica a hablar
pestes del país, tanto dentro como fuera (lo que es como pegarle a la mamá) del mismo? <o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYLeXwM9ZUUOsCz5iiQYxsM_l3OkB4GCQHo72wNYYw_Oc_t_PqeFmojBQ8bGr0Rt6lGxf4ORNGrnfLOsUp4DQhKS2GnlBkZEjDPPwVnH0EaP6ywTn9RnF-uVH3-aPqAGf0lAdxXNFZ5ktp/s1600/garcia+y+beatles+2.jpg" imageanchor="1" style="font-size: medium; line-height: normal; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYLeXwM9ZUUOsCz5iiQYxsM_l3OkB4GCQHo72wNYYw_Oc_t_PqeFmojBQ8bGr0Rt6lGxf4ORNGrnfLOsUp4DQhKS2GnlBkZEjDPPwVnH0EaP6ywTn9RnF-uVH3-aPqAGf0lAdxXNFZ5ktp/s1600/garcia+y+beatles+2.jpg" height="224" width="400" /></a></div>
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Bien… Me pregunto si
estos tributos sólo se dan en el mundo de la música y el espectáculo. La
reciente y muy sentida desaparición física del tan nuestro Gabriel García
Márquez tuvo un impacto mundial. La televisión española, por ejemplo, dedicó
por más de una semana variados micros para recordar al entrañable escritor que
tanto tuvo que ver con el hispanismo y la gloria de las letras españolas. Los
principales diarios dedicaron páginas enteras a la memoria y exaltación de la
vida y obra del gran escritor por parte de autores de renombre. Almudena
Grandes, Alessandro Baricco, Javier Marías, entre muchos otros, publicaron su
reconocimiento a la estatura del gran hombre de letras que acababa de
desaparecer de este plano terrenal.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Felix de Azúa, por su
parte, recuerda en un artículo publicado en <i>El
País</i> cuando, siendo muy joven, conoció al Gabo, quien aún no era el famoso
escritor, porque todavía era “feliz e indocumentado”. Años después, cuenta de Azúa, coincidió con el ya reconocido
escritor en una reunión en casa de su editora. En medio de la tertulia, uno de
los invitados comenzó a recitar el famoso poema
anónimo <i>Soneto a Cristo
crucificado</i>, García Márquez se unió a su contertulio y “lo dijeron a
capella”. La conversación continuó, pero Gabo la interrumpió para recitarlo una y otra vez hasta unas 10 o 12
veces, paladeando las palabras, lentamente, cerrando los ojos. Tal
acontecimiento se lo explica de Azúa de
esta manera: “Aunque yo diría (no lo sé, por supuesto) que García Márquez no
tenía creencias religiosas, aquel soneto, como cualquier obra maestra del
lenguaje, le permitía participar de toda la esperanza, de todo el consuelo que
suele aportar una religión. La perfección de la palabra escrita con arte, el
resplandor de la verdad que lleva consigo, bastan para entender que el sentido
de nuestras vidas es exactamente aquel que nosotros le damos, el que alcanzamos
a cristalizar en algunos momentos excepcionales”. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Dicho esto me atrevo a
proponer, ¡ah, jóvenes, tesoros de la buena memoria!, como primer tributo a nuestro querido Gabo,
aprendernos y recitar el precioso soneto en cuestión. Es verdad que no es
necesario ser creyente para apreciarlo. Soy católica, pero de poca fe,
practicante a veces, sobre todo ahora en esta etapa otoñal de mi existencia.
Sin embargo, la historia de Cristo, un martirio que demuestra la increíble
crueldad de la que es capaz el ser humano, siempre me ha conmovido, pues es
para los creyentes el sacrificio de un Dios para redimir a la humanidad (por
demás irredimible, a mi entender), pero también, para el no creyente, la
constatación de la maldad, el ensañamiento y la muerte para con el inocente,
monstruosos hechos que ocurren a diario en este mundo tantas veces cruel. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Transcribo el soneto con
deleite para el lector aplicado: <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No me mueve, mi Dios, para quererte<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">el cielo que me tienes prometido,<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">ni me mueve el infierno tan temido<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">para dejar por eso de ofenderte.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Tú me mueves, Señor, muéveme el verte<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">clavado en una cruz y escarnecido,<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">muéveme ver tu cuerpo tan herido,<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">muévenme tus afrentas y tu muerte.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Muévenme, en fin, tu amor, y en tal manera,<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">que aunque no hubiera cielo, yo te amara,<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">y aunque no hubiera infierno te temiera.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">No me tienes que dar porque te quiera,</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">pues aunque lo que espero no esperara,<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">lo mismo que te quiero te quisiera. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">¡Cuánto desinterés en el amar pregonó el inspirado autor
anónimo, el Amor con mayúscula, suprema utopía… ¡<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y es que recién me doy cuenta que toparse con García Márquez
no es inusual, ha estado siempre presente ante nuestra vista, en nuestras
vidas, en los anaqueles de bibliotecas y librerías, en los programas de
Castellano y Literatura de liceos y universidades, en fotos y afiches, y hasta
en las llamadas “guarimbas” que tanto nos han incordiado la vida últimamente. Supe
que algunos cretinos, a raíz de su fallecimiento, quemaron ejemplares de <i>Cien años de soledad</i>; no sé si sacrilegio o estupidez, o ambos dos…
Para citar algo más simpático, les cuento que en <b>La Librería del Centro</b>, de la calle Galileo 52 de Madrid, librería
especializada en libros hispanoamericanos, se encuentra un pequeño museo del
escritor. La intención no es fetichista. La idea es ofrecer al amante de los
libros y la literatura un contacto
visual y sentimental con objetos personales que hablan de la individualidad y/o
cotidianidad de apreciados escritores españoles y latinoamericanos. Es
cautivante ver una boina de Ernesto Cardenal o los lentes de pasta negra que
tanto identificaban a Onetti, papeles que pertenecieron a García Márquez o un
bolígrafo de María Mercedes Carranza. La nota garciamarquiana se recibe de
entrada porque, apenas empujas la puerta de cristal y suena la campanilla que
anuncia al visitante, te sale al encuentro un perrillo “atorrante” (cómo no recordar
a Benedetti al momento) ladrando desaforado hasta que el dependiente lo llama a
la calma. ¿Que cómo se llama el susodicho? Gabo, ¿qué otro nombre podía tener?
Gabo omnipresente, Gabo eterno…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Me preguntaba arriba si las letras convocan tributos al
igual que la música, pues me parece que no otra cosa se ha hecho con Cervantes
y su Quijote. El Círculo de Bellas Artes de Madrid, solía hacer lecturas de <i>El Ingenioso hidalgo…</i> sin parar hasta
agotarse el 16 de abril, día del libro y del idioma castellano. Digo solía
porque no sé si tan loable iniciativa ha permanecido en el tiempo, pues ahora
los españoles cada vez que se menciona alguna cosa que ya no está dicen: “tú
sabes…la crisis…” Ojalá que la crisis no haya acabado con estas memorables
lecturas. En nuestra Universidad de los Andes, en el Táchira, la cátedra de Literatura Española organizó
con éxito, gracias a sus entusiastas alumnos, lecturas continuas de <i>El Quijote</i> durante el día del idioma.
Entonces, valga otro tributo al Gabo, la lectura continua de <i>Cien años de soledad</i>, durante la
celebración del próximo día del idioma o en las aulas de clase de liceos y
universidades o en tertulias de clubes, peñas, etc. Sin duda sus participantes
disfrutarán de una obra diferente a la que ya seguro han leído. Esa lectura en
colectivo, oyendo la voz de otros, sus pausas, risas, énfasis y silencios,
otorgan una riqueza insospechada al texto. Lo comprobé durante el evento que
mencioné en honor de <i>El
Quijote, </i>celebrado en el salón de Usos Múltiples de la ULA. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Otra propuesta: el maestro Domingo Miliani nos pedía en
clase que enseñáramos “latinoamericanidad” a nuestros alumnos. ¿Qué mejor
manera habrá de hacerlo que enseñándoles “garciamarqueanidad”? Otra
recomendación didáctica es la de desarrollar la memoria aprendiendo poemas y el
inicio de las grandes obras de la literatura universal. Así que aquí va el
desafío: ¿Desocupado lector, eres capaz de identificar a cuál de las obras de
García Márquez pertenecen los siguientes inicios de sus obras y aprendértelos
en consecuencia?:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el
coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su
padre le llevó a conocer el hielo”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“Era inevitable: el olor de las almendras amargas siempre le
recordaba el destino de los amores contrariados”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“El coronel destapó el tarro de café y comprobó que no había
más de una cucharadita. Retiro la olla del fogón, vertió la mitad del agua en
el piso de tierra, y con un cuchillo raspó el interior del tarro sobre la olla
hasta cuando se desprendieron las últimas raspaduras del polvo de café
revueltas con óxido de la lata”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">“</span><span lang="ES" style="font-size: 12pt;">De pronto,
como si un remolino hubiera echado raíces en el centro del pueblo<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">llegó la compañía bananera perseguida por la hojarasca. Era una hojarasca
revuelta, alborotada, formada por los desperdicios humanos y materiales de los
otros pueblos; rastrojos de una guerra civil”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“Durante el fin de semana los gallinazos se metieron por los balcones de la
casa presidencial, destrozaron a picotazos las mallas de alambre de las ventana
y removieron con sus alas el tiempo estancado en el interior, y en la madrugada
del lunes la ciudad despertó de su letargo de siglos con una tibia y tierna
brisa de muerto grande y de podrida grandeza”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“El año de mis noventa años quise regalarme una noche de
amor loco con una<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">adolescente virgen. Me acordé de Rosa Cabarcas, la dueña de una casa
clandestina que solía avisar a sus buenos clientes cuando tenía una novedad
disponible”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“Mi madre me pidió que la acompañara a vender la casa. Había llegado de
Barranquilla esa mañana desde el pueblo distante donde vivía la familia y no
tenía la menor idea de cómo encontrarme”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la
mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que
atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un
instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió completo salpicado
de cagada de pájaros”. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“Eréndira estaba bañando a la abuela cuando empezó el viento
de su desgracia”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Paro aquí esperando que tú, ahora ocupado lector, continúes
el juego memorioso en clase, en facebook, en charlas con amigos, donde quieras…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No sé si se hace
necesario cerrar este tributo a García Márquez explicando el por qué comencé
estas notas hablando de los Beatles. Qué tendrán que ver unos rockeros con el
notable escritor, me imaginé que se preguntaría algún hipotético lector. Pues <i>googleando </i>para salir de la interrogante
que yo misma me planteaba, me encontré con el artículo que el Gabo escribió a
raíz del asesinato de Jhon Lennon en Nueva York, el 8 de diciembre de 1980. La
conmoción mundial que tan absurda muerte provocó fue considerada por el
escritor como la apoteosis de los que nunca ganan, como “la victoria mundial de
la poesía”. En mundo donde sólo cuentan los vencedores, los que pegan más
fuerte, los que sacan más votos, los que meten más goles, los hombre más ricos
o las mujeres más bellas, el mundo llora a alguien que “sólo le escribió al
amor”. Para García Márquez los fanáticos de los Beatles no tienen edad predeterminada,
porque “la única nostalgia que uno tiene
con sus hijos son las canciones de los Beatles”.</span></span><br />
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDIGOeTotxAIpb92KywECYNPi-xLythFc0OYAoAE4ZtSjdgdRi0uk-5OHhmwnI8R1koCcT_dWTxRwzbfIRzVmxK7pUZyk2Mds5MdTcxu5vil4K2dqdaQ-iHVOhLSaYv8qHNyuUx3LQn6_0/s1600/garcia+beatles+1.jpg" imageanchor="1" style="font-size: medium; line-height: normal; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDIGOeTotxAIpb92KywECYNPi-xLythFc0OYAoAE4ZtSjdgdRi0uk-5OHhmwnI8R1koCcT_dWTxRwzbfIRzVmxK7pUZyk2Mds5MdTcxu5vil4K2dqdaQ-iHVOhLSaYv8qHNyuUx3LQn6_0/s1600/garcia+beatles+1.jpg" height="228" width="400" /></a></div>
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"></span></div>
Bettina Pachecohttp://www.blogger.com/profile/11428244480089932343noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-2052600748971221422014-05-12T01:24:00.002-04:302014-05-12T01:24:30.382-04:30RÉQUIEM HETERODOXO POR EL GABO (y V)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7ezz0nXTQdkjYrCuKwnbPMtCvnjZzwJVnJoevMFPUaOY4B261ecjaEmeTAJZNdiXkzYcPpr7znmtfcW1CdnISausgeQIvT4R0coBiFPFG3WcCbpt_vkU8TSETBUDP5enfmqCcjgh6Lexh/s1600/Adi%C3%B3s+Gabo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7ezz0nXTQdkjYrCuKwnbPMtCvnjZzwJVnJoevMFPUaOY4B261ecjaEmeTAJZNdiXkzYcPpr7znmtfcW1CdnISausgeQIvT4R0coBiFPFG3WcCbpt_vkU8TSETBUDP5enfmqCcjgh6Lexh/s1600/Adi%C3%B3s+Gabo.jpg" height="208" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-VE; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-VE; mso-ascii-theme-font: major-bidi; mso-bidi-theme-font: major-bidi; mso-hansi-theme-font: major-bidi;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Eran las
cuatro o cuatro y media, cuando un críptico mensaje de R me sorprendió
distraído. “Parece que llegó el paredón de fusilamiento. Ojalá sea sólo un
rumor”. No lo entendí de inmediato. Me tomó un rato asociar la frase con las
noticias recientes sobre la salud del Gabo. Entonces, como el eco de una
sorpresa esperada lo entendí. Entré al twitter, donde sabía que estaría
resonando la noticia, pero al mismo tiempo con la esperanza de que la última
parte del mensaje fuera cierta, es decir, que no fuera cierto. Pero, no. Era
terriblemente cierto el rumor. Entonces, me acerqué a la improvisada biblioteca
que he ido formando estos meses y tomé dos libros del Gabo que tengo conmigo.
El primero, <i>La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su
abuela desalmada</i> y, el segundo, el volumen VI de la obra periodística del
Gabo, <i>De Europa y América -2</i>. En el primero busqué el inicio, magistral
introducción al ciclo de Macondo y su realismo mágico; en el segundo, un pasaje,
tomado de una de sus crónicas por el bloque socialista, que pudiera parecer
intrascendente, pero que yo lo encuentro extraordinario: <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Varias semanas más tarde, en mi viaje de
regreso a Francia, también encontré en el tren una familia checa que venía de
vacaciones. Un francés les hizo una confidencia: en París hay un sitio donde se
cambia dinero checo a un precio tres veces más alto que el oficial. El checo
rehusó el ofrecimiento.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">–Eso perjudica nuestra economía –dijo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Conmueve,
¿verdad?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">*****<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">He
descubierto que dos escritores me han acompañado desde el principio en esta
relación que tengo con la literatura. Julio Cortázar y Gabriel García Márquez.
A cada lugar que he ido, en cada casa que he ido fundando bibliotecas
personales, siempre he tenido libros de ambos conmigo. A veces los pierdo o los
recupero. Compro otros nuevos. Vuelvo a perderlos. Quizás con el propósito
secreto de encontrarlos en algún puesto de libros usados por casualidad y sentirme
satisfecho de poder adquirirlo, como la primera vez. Hoy que recibo esta
nefasta noticia no siento sólo que ha muerto parte de la literatura del
continente. No siento sólo que el mundo ha perdido al más grande escritor vivo
que quedaba. No siento sólo que los lectores del mundo hemos perdido la
oportunidad de tropezarnos con alguna nueva palabra suya a la vuelta de una
página. Siento sobre todo que he perdido a un amigo, a un compañero de viaje.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">V. Compañero de viaje<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No he leído
todo lo que publicó el Gabo en vida. Me faltan algunos títulos, pero creo que
no los fundamentales. Desde la primera vez que leí <i>La cándida Eréndira</i>
los libros del Gabo han ido y venido en mis lecturas, aleatoriamente. En
ocasiones como resultado de puestas al día necesarias, que en todo caso también
le debieron bastante al azar. Con esto quiero decir que algunos de estos
títulos los apunté en algún lugar para leerlos, y después, por pura
coincidencia (?) me los encontré y pude leerlos. Tal es el caso de <i>La mala
hora</i>, novela que hallé en una papelería de Coloncito a un precio
inmejorable. La leí con entusiasmo, pero luego —en un acto de ingenuidad
altruista— se la presté a un amigo que quería empezar a leer y me pidió que le
recomendara un libro. Como lo tenía a mano, se lo presté y, como ya sospecharán,
no lo volví a ver. Ni al libro ni al amigo, ahora que lo pienso.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Haciendo un
inventario mental de mi relación con los libros del Gabo, creo recordar que la
mayoría de ellos pasaron momentáneamente por mis manos para luego perderse
entre los ires y venires de la vida. Estoy seguro de que <i>La hojarasca</i>
fue mía al mismo tiempo que <i>La mala hora</i>, pero no recuerdo cuál fue su
destino. Tuve también una edición muy hermosa de <i>Ojos de perro azul</i> que
desapareció en las mismas condiciones que <i>La hojarasca</i>. Una vez quise
robarle a un amigo <i>Doce cuentos peregrinos</i>, pero por pudor no lo hice, a
pesar de que disfruté mucho leyéndolo en las tardes de ocio de la universidad. Creo
que hoy se lo robaría, sin remordimientos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">También fue
mía una edición elegante de <i>El general en su laberinto</i>. La regalé, creo
que a una chica guapa, de bucles rebeldes y pecas, muy probablemente con
segundas intenciones. Intenciones fallidas, como suele ocurrir en estos casos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El coronel no tiene quien le escriba</span></i><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"> me lo prestaron y nunca lo devolví, pero
así mismo se fue de mis manos. No lamenté ese hurto porque en realidad el libro
nunca fue mío. Me gustaría volver a leerlo en estos días. Ojalá se encuentre en
algún puesto de libros usados.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nunca fueron
míos <i>Relato de un náufrago</i>, <i>Crónica de una muerte anunciada, Noticia
de un secuestro</i>,<i> Los funerales de la mamá grande</i>,<i> Cuando era
feliz e indocumentado</i>,<i> El mismo cuento distinto</i>,<i> El otoño del
patriarca</i>, <i>Memorias de mis putas tristes</i> ni los <i>Cuentos completos</i>.
La mayor parte de ellos los fui leyendo bajo régimen de préstamo. Algunos de la
biblioteca de la universidad. De todos, del que tengo más claro el recuerdo es
de los <i>Cuentos completos</i>. Lo leí una Semana Santa, cada tarde, en la
rudimentaria plaza de El Piñal, cuando el sol inclemente dejaba paso al fresco
de la brisa vespertina. Fui unas cuatro o cinco tardes, religiosamente, a
sentarme en una banca de láminas de hierro a leer en paz esos cuentos
maravillosos. Siempre asociaré el recuerdo de “En este pueblo no hay ladrones”
con la imagen de la lámpara que a las ocho de la noche me iluminaba en la
modestia polvorienta de aquella plaza de El Piñal. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La
literatura también va poblando los lugares que hemos habitado, como escenario
de nuestras vidas. Alguna vez intentaré escribir las memorias de los lugares en
los que leí aquellos libros que más recuerdo. Los libros nos van acompañando en
cada viaje, en cada lugar que vamos ocupando. Me gustaría que se entendiera de
estas líneas que las novelas, los cuentos, las crónicas del Gabo han estado
presentes en mi vida, como una parte viva de ella. Los lugares en que habité,
como Coloncito, El Piñal, San Cristóbal; mis casas itinerantes, aunque no por
ello menos acogedoras y trascendentales: Capacho y Cordero; hasta aquellas
geografías donde estuve de vacaciones por algunos días o adonde viajé fuera,
como Mérida, Santa Bárbara de Barinas o la Cartagena que ya relaté en otra parte
de este mismo texto. Lugares que no sólo significan espacios, sino etapas de mi
vida, han estado marcados también por la presencia de la obra del Gabo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y así como
recuerdo estos sitios, también sé que algunas amistades muy cercanas de mi vida
han tenido como co-protagonista al Gabo. Luis Mora Ballesteros, hermano de la
vida, y yo hablábamos mucho del Gabo cuando nos conocimos en la universidad. Él
también tenía el firme propósito de ser escritor. Quiso el destino y mi maldad
que ciertos poemas suyos y un primer intento de novela —pésimos ejercicios—
desaparecieran de su currículo para siempre. Tiempo después, sorteando el
hambre una semana de Feria de San Sebastián, nos divertimos mucho, entre
cigarro y cigarro, leyendo las anécdotas del Gabo en <i>Vivir para contarla</i>,
la bellísima primera edición de Norma, que una chica le envió a Luis desde
Miami, con todo el embalaje de una joya. Uno de los episodios más interesantes
de aquellas lecturas fue sobre una ocasión en que Álvaro Mutis salvó de un
incendio los manuscritos de <i>La casa</i> (primer título de <i>Cien años de
soledad</i>), a pesar de que él consideraba esas páginas una pérdida de tiempo.
Ahora que junto ambas anécdotas, creo que probablemente yo también debí salvar
el <i>Naufragio del vengador </i>e <i>Íncubo deseo</i> de la basura. Pero,
también recordar esos títulos me tranquiliza un poco.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Alguna vez E
me contó su travesía para comprar <i>Noticia de un secuestro</i>, porque él es
un incondicional del Gabo, pero luego la novela no lo impresionó tanto como
esperaba. Le quedó la anécdota, digo yo. No todos los libros tratan de lo que
cuentan. Algunas veces, es más importante lo que pasa con el libro, como en <i>La
novena puerta</i>, de Román Polanski.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Que Matute
me regalara esa hermosa edición de <i>La cándida Eréndira</i> a pocos meses de
la muerte del Gabo ha sido una fortuna. También lo ha sido haber comprado ese
ejemplar de sus reportajes, muchos de los cuales hablan de Caracas. Una Caracas
distante en el tiempo y el imaginario, pero que aún conserva muchas de las calles
y de los edificios que viera el Gabo mientras vivió aquí, “feliz e
indocumentado”. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Obtener
estos libros en estos días me acercó nuevamente al Gabo en un momento oportuno.
Me reconcilié con su obra y su papel en mi vida días antes de su muerte, la
cual fue una sorpresa, pero una sorpresa esperada. A su edad y con su salud,
morir no sólo es natural, sino hasta liberador, como dice mi madre, alma
bondadosa y sabia. El duelo subsiste, claro. No obstante, es un duelo natural
por la ausencia, no por la pérdida. Rendimos homenaje a quien supo construir
una ficción más real que la realidad, y cuyos libros marcaron el destino de
muchos, los hayan leído o no.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Me falta por
leer una buena parte de la obra del Gabo. Hasta ahora he cubierto, en ciclos que
se renuevan, lo fundamental, como ya dije. Ya irá la vida eventualmente
poniendo en mis manos y en mis lecturas los libros que me faltan. Pese a que
parece haber una tendencia entre cierto grupo de lectores a soslayar sus libros
por archiconocidos o porque son un cliché, como el propio Javier Marías admite,
siempre es posible encontrarse con el encanto secreto de las grandes obras,
cuando se las lee a conciencia. Y la del Gabo se resiste a las modas y a los
aparatosos simulacros. No hace falta que yo la defienda. Me basta con
disfrutarla, conforme va llegándome, por entregas, como hasta ahora. Igual que
un amigo con el que nos reencontramos cada tanto para descubrir cosas que se
aprenden poco a poco, a lo largo de la vida.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">*****<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Veo por la
ventana, ahora cuando el sol empieza a levantarse la mañana del 18 de abril de
2014, y en el fondo, entre los edificios, se alcanza a ver el Ávila brumoso y
azul. El Ávila que seguramente habrá visto el Gabo cuando vivió aquí en
Caracas. El Ávila eterno que nos precedió y nos sucederá. Nos sucederá tanto
con la misma inmensidad que la obra del Gabo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Yo
sólo quería dejar constancia de la honda pena que sentí por la noticia de la
muerte de un escritor que ha tenido tanto que ver con mis placeres literarios.
Alguien, en el futuro, escribirá algo digno de su nombre y su obra. Alguien
contará mejor lo que yo he querido contarles aquí. Alguien seguramente sabrá
contar con mejores palabras, las palabras adecuadas, la soledad que acompañará
al mundo ahora que el Gabo no está. Y quizás también sepa decirnos si estaremos
atrapados en un cataclismo que no termina nunca o si por fin tendremos una
segunda oportunidad.</span></span></div>
Bernardo Navarrohttp://www.blogger.com/profile/07887893016841859535noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-25404767958301064022014-04-24T21:57:00.004-04:302014-04-24T21:57:42.468-04:30RÉQUIEM HETERODOXO POR EL GABO (IV)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRlcpxqSX9kYZoBL4LKMwhFKvNYTWMtTpmQqcuTiYi4D1tidPuYyFduvMYQrpYXibHV7P2MLQo5zchsXw8dG5dXfLUY5PsAiDVEsTcfhq34-WYDKi4mthTVBqHifStnGgchk2zxPeXJlBc/s1600/el-amor-en-los-tiempos-del-colera-2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRlcpxqSX9kYZoBL4LKMwhFKvNYTWMtTpmQqcuTiYi4D1tidPuYyFduvMYQrpYXibHV7P2MLQo5zchsXw8dG5dXfLUY5PsAiDVEsTcfhq34-WYDKi4mthTVBqHifStnGgchk2zxPeXJlBc/s1600/el-amor-en-los-tiempos-del-colera-2.jpg" height="400" width="258" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">IV. <i>El amor en los tiempos del cólera</i>. Arrebatos y paciencia.<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Si usted
nunca vio clases con JC, no sabe de qué se trata la “tergiversación deplorable
de los argumentos”: “<i>El amor en los tiempos del cólera</i> habla de una
pareja que se conoce en la juventud. Por alguna razón no pueden tener nada en
ese entonces, pero se consiguen cuando viejos y resulta que él se confiesa:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> -¿Sabes, Fermina? Tú siempre me
gustaste, desde que estábamos chamos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> -Cónchale, Florentino, tú también me
gustabas. ¿Por qué nunca me dijiste nada? <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y así se
hacen novios ya de viejos”. Alguien se arriesga: “¿En serio, profesor? Me
parece recordar que era diferente”. “No, no, es así como le digo. Por eso la
película es bastante diferente de la novela”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero, no:
resulta que <i>El amor en los tiempos del cólera </i>no es esa pésima teleserie
que planteaba el profesor JC con saña. Esta novela, muy al contrario, es un
interesantísimo tratado sobre las relaciones amorosas, que soporta muchas
lecturas y que uno ama o detesta según la marea de los afectos que esté
pasando.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No recuerdo
exactamente cuándo leí por primera vez <i>El amor</i>. Pero, estoy casi seguro
de que fue al salir del liceo luego de un tormentoso amor no correspondido,
porque —como todos los hombres, que nos enamoramos una vez y para siempre— recuerdo
que me sentí Florentino Ariza. Hoy no le discuto esa propiedad de personaje a
E, por muchas razones.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Es probable
que haya pedido prestada la primera edición que leí de <i>El amor</i> en la
biblioteca de Coloncito, un recinto espléndido en el que existen (o existían)
maravillas insospechadas. Sí recuerdo claramente que era la edición Oveja
Negra, de cubierta amarilla con el vapor de ruedas dibujado a un costado. Es
una edición que he visto varias veces en algún puesto de libros usados, pero
que nunca me decidí a comprar. En parte porque no tengo una relación afectiva
tan profunda con esta novela como con las dos primeras; en parte porque tengo
una bella edición que me regaló Ronald Castillo, entrañable amigo del pueblo,
en 2005. Un detalle, sin duda alguna, muy estimable: la primera reimpresión de
la primera edición Norma. Cubierta flexible, lila, con una caricatura de Botero
en la cubierta, y una fotografía amable del Gabo en la contracubierta,
acompañada por una inapropiada cita de la novela. Sensacionalismo editorial,
sin duda.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Paradójicamente,
aunque esta novela no ha sido de las más trascendentales en mi vida, en
relación con la obra del Gabo, sí es la que más he leído. Quizás porque he
tenido más despechos que epifanías literarias.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El amor</span></i><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"> es una novela sobre el amor escrita por un hombre que ha entendido que
a las mujeres hay que tenerles paciencia. De allí que todas las mujeres sueñen
con el doctor Juvenal Urbino y todos los hombres tengamos pesadillas con él.
Ningún hombre en su sano juicio se imagina alcanzando esos estándares de
belleza, corrección, éxito y amaneramiento sofisticado. El género masculino, en
general, es más de la cerveza, el
mundanal fútbol, la película pasable. Otros, de la rumba, el lupanar, los
gallos de pelea. Los hay también híbridos entre estos y, al margen, unos más
que tienen manías excéntricas, pero esos no cuentan, porque seguramente no
consiguen mujer. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Las mujeres,
en cambio, las hay del tipo que se quieren casar con el hombre perfecto —hallado
en forma natural o fabricado a fuerza de “sugerencias”—. También de las que se
casan por inercia con un buen tipo o que parece bueno al principio. El otro
gran grupo de mujeres es el que se quiere casar, pero no consiguen con quien o
con el que quieren no se quiere casar con ellas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Podría decirse,
entonces, que en cuanto a relaciones amorosas los hombres se dividen en
Florentino Ariza y el doctor Juvenal Urbino, mientras que las mujeres se
dividen en Fermina Daza y las demás. (Esto siempre a partir de los personajes
de la novela).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero, uno no
llega a esa conclusión al leer por primera vez <i>El amor</i>. Recuerdo que lo
fascinante de aquella primera lectura era —una vez más— compartir con los
personajes situaciones iguales: que la novela contara parte de mi vida y poder
decir, como con una canción, “Eso me pasa a mí”. Todos los hombres abandonados
nos sentimos pobres, feos y miserables; pero, al mismo tiempo, todos tenemos la
certeza de que ella va a volver, tarde o temprano, cuando descubra que podemos
ser mejores. De tal modo que leer, por primera vez, <i>El amor </i>es un viaje
al averno, en el que uno se consume con Florentino Ariza y luego asciende con
la esperanza bajo el brazo de que siempre hay segundas oportunidades. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En este
descenso, por supuesto, uno llega a odiar a Fermina Daza cuando, sin
misericordia, le clava una estaca en el corazón al mísero Florentino Ariza. Y
la odia el resto de la novela por esa felicidad cómoda y de escaparate que es
su vida con el flemático doctor. Y se la odia porque no hay derecho de hacer
eso. No se puede amar con tanta locura y luego hacer semejante desplante. No hay
fealdad o pobreza que lo justifique. Al menos eso creo uno cuando lee <i>El
amor</i> a los diecisiete años. (Que luego, a lo largo de su vida, Florentino
Ariza se acueste hasta con la abuela de Cenicienta es una retaliación justa
para semejante desprecio). Pero, en realidad Fermina Daza desama por las mismas
razones que lo hace Marcela en el <i>Quijote</i>: nadie está obligado a amar de
vuelta a alguien sólo porque este lo ama. Y nadie puede ser echado a la hoguera
por eso. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Fermina Daza
—me pareció en esa oportunidad— nunca llega a amar realmente a nadie. Es muy
fría, desaprensiva, indiferente. Tuvo un arrebato de pasión rebelde por
Florentino Ariza, pero todo fue una ilusión. Ella misma se lo escribe a
Florentino Ariza. Se casa con el doctor Juvenal Urbino en otro arrebato: un
arrebato de rabia por las chanzas de su prima. Lo del final tiene mucho de
inercia. También de arrebato de vejez, si vamos un poco más lejos. Optamos por
creer, sin embargo, hay amor en ese final, porque la alternativa (que ella no
lo ame) sería muy insípida, poco romántica. A los diecisiete años, el amor
tiene que prevalecer. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por su
parte, lo que conmueve del amor de Florentino Ariza por Fermina Daza es lo
metódico, lo imperturbable, lo obstinado. Lo eternamente febril, también. Amar de
esa manera requiere vocación y uno desearía tenerla, para que el desengaño sucesivo
de la experiencia no nos convierta en unos cínicos descastados. Aunque también
haya que reconocer que la ficción matiza esa devoción, convirtiendo en adorable
un persistencia que en la realidad sería locura temible.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lo cierto es
que Florentino Ariza ama como lo hacemos la mayoría de los hombres corrientes:
con mucho de idealización, con mucho de plan a futuro, con mucho de sueño hecho
realidad. Lo bueno para él es que le funciona, y puede poner un broche de oro a
su delirio de amor. La vida en realidad dura más que unas 300 páginas y el “desgaste
de lo cotidiano” suele ser más implacable que en la prosa del Gabo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Como fuere,
Florentino Ariza en su segundo cortejo de Fermina Daza comprende que el amor de
arrebatos es una cosa de la juventud y las idealizaciones, así que opta por la
estrategia a mediano plazo, a la amistad primero y el amor después. No creo que
me haya dado cuenta en aquella época de que la cercanía paciente es una de las
formas del amor tranquilo, del largo amor. Seguramente lo que aprendí fue que esas
escenas de café y charlas, de los paseos vespertinos, de la compañía mutua eran
aspectos secundarios; como los sucedáneos de un amor que en la práctica solo se
había interrumpido por ese absurdo matrimonio, que duró un poco más de lo
esperado. Estoy convencido ahora de que Florentino Ariza sentía lo mismo en
esos momentos de felicidad plena.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">*******<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">He leído
luego unas seis veces <i>El amor en los tiempos del cólera</i>. Aún no entiendo
el amor. Lo sigo encontrando problemático y complicado. Pero, algo sí he sacado
en limpio de estas lecturas: el amor es ridículo. No sólo en el sentido de cursi
y melodramático. Ridículo en las formas que nos afecta, insospechadamente, en
los momentos más inesperados. Ridículo en los momentos desastrosos. En que los
planes siempre se vengan abajo; en que una frase de amor susurrada al oído sea
respondida con desprecio; en que nos asalte un despecho tan terrible como el
cólera; en que nos sorprenda un mal estomacal durante una visita crucial. Y uno
tiene que estar preparado para hacer el ridículo cuando se enamora.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pienso que
la principal falla de la película de Mike Newell —además de estropear el tono
caribeño del Gabo y desperdiciar a un magnífico Bardem— fue la incapacidad de proyectar esa ridiculez intrínseca del
amor. No debió ser muy trascendental la puesta en escena del momento en que
Florentino Ariza y el doctor Juvenal Urbino se encuentran en la oficina de
correos, porque no la recuerdo. Tampoco debió serlo el momento terrible en que
Florentino Ariza ve a Fermina Daza embarazada. Esos son momentos fundamentales
para comprender lo ridículo que te hace sentir el amor. Porque no hay ridículo
más grande que estar enamorado solo de una mujer que está casada con un hombre “perfecto”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Releer <i>El
amor</i> supone, también, enfrentarse al hecho de que el amor en la
adolescencia es mucho más arrobador de lo que puede serlo más adelante. Las palabras
de Tránsito Ariza “Aprovecha ahora que eres joven para sufrir todo lo que puedas,
que estas cosas no duran toda la vida” anticipa que las ilusiones seguirán
llegando, pero cada vez menos fulminantes. La credulidad es un requisito del
amor. En los primeros amores, que ese sentimiento de plenitud y completa
satisfacción es el estado permanente de la pasión, y después, la convicción de
que éste amor será diferente al pasado y de que los errores se pueden prevenir
hablando. Pero, con el tiempo esos éxtasis emocionales empiezan a espaciarse, y
hay que ser Florentino Ariza, si se quiere tenerlos a los 80 años.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Creo que hay
espacios y personajes de la novela que no se exploran bien en la primera
lectura. Por ejemplo, el caso inicial, en el cual el doctor se revela como lo que
es: un moralista, correcto hombre de sociedad. El suicidio de Jeremiah de
Saint-Amour pasa desapercibido en las primeras lecturas de <i>El amor</i>
porque los personajes principales terminando siendo Florentino Ariza, Fermina
Daza y el propio amor. Pero, esta primera parte nos permite conocer al doctor
Juvenil Urbino, que por despreciable no deja de ser crucial en la novela. Creo que
esta descripción inicial de su muerte (bastante absurda) mitiga el desprecio
que le profesamos quienes nos sentimos solidarios con Florentino Ariza a lo
largo de su tortuoso amor no correspondido. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Un
Florentino Ariza —es bueno apuntarlo— que también se torna patético y impostado
más de una vez. Esos poemas lastimeros, sus teorías sobre el amor, la castidad
nominal, la fidelidad del corazón que le guarda a Fermina Daza, los dibujitos de
mal gusto en el cuerpo de Olimpia Zuleta por los que terminan matándola y los
perversos juegos con América Vicuña son todos elementos edulcorados y ridículos
de un viejo desubicado. Claro que le envidiamos a América Vicuña, en algún
momento de nuestras vidas y le recriminamos con creces a Sara Noriega.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Descubrir estos
pasajes, tener estas variaciones en la percepción, solo es posible con varias
lecturas de la novela, en los que cierta distancia de la historia central deje
espacio para consideraciones más del conjunto. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por
lo demás, es una novela maravillosa que revisito cada vez con una mirada
diferente. Y me satisface encontrar algo nuevo ella a cada nueva lectura, reconciliándome
con algunos de pasajes y despreciando otros. Eso significa que es una novela
viva, pienso; una novela que evoluciona con uno y con la que vamos estando de
acuerdo en pasajes diferentes a medida que los años nos van pasando. Por eso
debe ser que es una de las pocas novelas de las que recuerdo su inicio de
memoria: “Era inevitable: el olor de las almendras amargas siempre le recordaba
el destino de los amores contrarios”. Leí esas líneas una tarde, hace muchos
años, bajo el árbol de un estacionamiento cerca de casa en Coloncito. El árbol
ya no está y yo sigo sin saber cuál es el olor de las almendras amargas.</span></span></div>
Bernardo Navarrohttp://www.blogger.com/profile/07887893016841859535noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-86161566262125541962014-04-20T00:56:00.001-04:302014-04-20T00:58:31.750-04:30RÉQUIEM HETERODOXO POR EL GABO (III)<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioCloL_D0Kehgk65_BtK9SD7EaaywdSHwAUATQf_3B8QLtGgPKXCQO1yn55PtjXJyKL2Yvwww8YpsjRaJEnnp3PjHVIxLuADMhWkVsEzfnbCBHmzwbsjvRUbI0-b6IOKoAWqZTA0IsxhMo/s1600/Centro+de+convenciones.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioCloL_D0Kehgk65_BtK9SD7EaaywdSHwAUATQf_3B8QLtGgPKXCQO1yn55PtjXJyKL2Yvwww8YpsjRaJEnnp3PjHVIxLuADMhWkVsEzfnbCBHmzwbsjvRUbI0-b6IOKoAWqZTA0IsxhMo/s1600/Centro+de+convenciones.JPG" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Centro de Convenciones de Cartagena de Indias con el anuncio del <br />
Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) 2007. Foto: Miguel Gamboa</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">III. Un congreso frente a la Bahía de las Ánimas <o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">(Crónica)<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A finales de
marzo de 2007, del 26 al 29, la Real Academia Española llevó a cabo el IV
Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) en Cartagena de Indias. Y
además de celebrar los ochenta años del Gabo, la RAE aprovechó la oportunidad
para lanzar la edición conmemorativa por los cuarenta años de la primera
edición de <i>Cien años de soledad</i>. Todo el mundo conoce esa hermosa
edición, que cuenta con varios estudios preliminares y está cuidadosamente
encuadernada.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Algunos
estudiantes de la ULA de entonces nos animamos a ir a ese evento, con los
recursos que hubiera. El cambio estaba a 0,85 así que podíamos permitirnos el
lujo. Lujo, claro está, para estudiantes que comíamos en la universidad,
viajábamos en la ruta o pagábamos con tiques estudiantiles y bebíamos una que
otra cerveza, uno que otro día, a precios leoninos, para ambas partes. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Es justo que
diga que yo al principio no quería ir, pesimista irremediable, sedentario
irrestricto. Pero, luego de que los demás me contagiaran el entusiasmo y las
ganas, y también de que me prestaran unos pesos, vi con mejores ojos lo del
viaje y me animé como el que más. Y así fue que R, J, E, ML, M y yo nos fuimos
por tierra, mientras que D, Y y M lo hicieron por avión, con un maravilloso
paquete que incluía no-sé-cuántas noches en el hotel Decamerón.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No sé si
ustedes lo habrán hecho, pero calcular la duración de un viaje por tierra
valiéndose de la distancia como referencia es un castigo a la paciencia. Las
quince horas que habíamos calculado desde Cúcuta hasta Cartagena se
convirtieron en veintidós. Con el agravante de que siendo la primera vez que
íbamos, así que esas veintidós parecieron cuarenta.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Al fin
llegamos a Cartagena la mañana calurosa del mismo 26 de marzo, una hora antes
de que, según el programa, el Gabo diera el discurso inaugural del congreso. En
el terminal nos esperaba un amigo de la familia de ML, quien nos acompañaría a
ubicarnos en la ciudad. A decir verdad, y muy a pesar de algunas desavenencias
infortunadas, esa ayuda inusitada nos fue muy útil, viendo las cosas en
retrospectiva.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Luego de las
presentaciones de rigor, acompañadas de sonrisas protocolares —por si acaso— nos
subimos a un taxi que nos llevó a la avenida Pedro de Heredia, en la que queda
(o quedaba. Son tan frágiles nuestras geografías urbanas) una pensión de
estudiantes. 15000 mil pesos por noche. Toda una ganga. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Dejamos los
morrales y raudos pretendimos salir hacia el Centro de Convenciones, sede del
congreso. Pretendimos. En ese momento, no se sabe de dónde todavía, a ML le dio
hambre. Y no del hambre natural y serena que se calma con el conjuro “Tengo
hambre”, sino la histérica y desesperada de los niños “¡Quiero comer ya!” Una
sorpresa tétrica se apoderó de todos porque estábamos a minutos de que empezara
el discurso. Escasos diez minutos o menos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">E asumió la
defensa de los planes. Lo primero fueron las explicaciones racionales, la
lógica ante todo: “Podemos comer luego”. Obcecación fría como respuesta: “Yo
tengo hambre ya”. Pragmatismo masculino, entonces: “Nosotros vinimos a ver al
Gabo. Podemos comer cuando termine el discurso”. Intransigencia femenina: “Yo
quiero comer ya, porque después se me quita el hambre”. La ofuscación subía y
el tiempo pasaba. Intervine, diplomático metiche, para intentar una destrabe
que nos beneficiara a todos: “Mira, E tiene razón. Esos discursos no duran
mucho”. No había miramientos con nadie: “A mí no me importa. Yo tengo hambre”. </span></span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">No había solución de continuidad a la vista para aquella discusión. Y en
realidad era un obstáculo absurdo, después de todos los preparativos, los inconvenientes,
la conciliación de voluntades y el maratónico viaje de la noche anterior, parecía
una broma de mal gusto que todos los esfuerzos se perdieran por un itinerario
alimenticio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Agotados los
canales pacíficos, la fuerza de la determinación pudo lo que los argumentos no:
E destrabó la querella categóricamente: “¡Pues, yo vine a ver al Gabo, y lo voy
a ver, muérase quien se muera de hambre!” Todos, excepto ML, pensábamos eso
mismo, pero sólo E tiene la bilis necesaria para expresarlo en esos términos. A
dios gracias, porque de inmediato nos subimos en la primera buseta que vimos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La pensión
no está lejos del casco histórico de la ciudad, así que llegamos en un
santiamén. Caminamos una avenida hasta la torre del reloj y desde allí pudimos
ver la enorme torta cuadrada de queso gruyere que es el Centro de Convenciones
de Cartagena de Indias, puesta justo encima del mar, como si le ganara espacio
a la bahía, que a todas estas no sé si realmente se llama de las Ánimas o si
fue un nombre que el Gabo le dio para bautizarla con más elegancia que las
autoridades.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cuando
llegamos a la puerta había casi tanta seguridad como personas. Se explica la
seguridad no por el Gabo, sino porque a la inauguración del evento habían
asistido el rey Juan Carlos y Bill Clinton (vaya uno a saber por qué razón este
último). Entre los presentes estaban D, Y y M que habían llegado también esa
mañana a la ciudad. De más está decir que al acto de instalación del congreso
no podían pasar más que los invitados “especiales” y las autoridades. De manera
que nosotros nos quedamos con el centenar de personas que estaban afuera,
alrededor de un extraño monumento a los pescadores, cuyas figuras humanas
tienen unas inapropiadas posturas, si se las ve desde determinada perspectiva.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjniS75tkxQM4TcW4XmJRG-WKjkS-8w8Ctdfq7lcK0inA_AaEGHuFdj08DkkK5hEsx-mozVw9i4mHP7978wavGE4cIH24ylbLevop6jUirqkcWzLQ7AYxAoRd2uxoyW1TY66LSC79-FXmhe/s1600/Monumento.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjniS75tkxQM4TcW4XmJRG-WKjkS-8w8Ctdfq7lcK0inA_AaEGHuFdj08DkkK5hEsx-mozVw9i4mHP7978wavGE4cIH24ylbLevop6jUirqkcWzLQ7AYxAoRd2uxoyW1TY66LSC79-FXmhe/s1600/Monumento.JPG" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">¿Se imaginan lo que se ve desde un costado? Foto: Miguel Gamboa</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En este
punto mi memoria es difusa. No recuerdo cuánto tiempo pasó. Si acaso llegamos
unos minutos antes de concluido el discurso, o si alcanzamos a distraernos en
los alrededores del centro de convenciones. Lo que sí recuerdo es que de
repente hubo mucho tumulto, una gran algarabía porque el Gabo por fin salía y
los presentes teníamos la oportunidad de codearnos con la leyenda. Como suele
ocurrir en estos casos, solo unos pocos afortunados estaban en la posición
correcta para ver de cerca a la celebridad. Los demás debíamos resignarnos al
margen, al exterior, separados de todo el acontecimiento por los que llegaron
temprano y los periodistas, esos seres enmantillados que tienen acceso
ilimitado y que siempre se ubican en la primera línea, haciendo que los presentes
en el lugar de los hechos tengan peor visión que los que en casa disfrutan
desde el sofá. Ironías del mundo moderno.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Decía, pues,
que éramos los desesperados devotos que querían ver al Gabo desde cerca, pero
no podíamos. Cámara en mano bordeábamos el cinturón de personas, vallas y
agentes de seguridad, buscando un ángulo prodigioso que permitiera la foto para
la posteridad (y para presumir luego, claro). No había manera.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En un
momento confuso, Y se acercó a uno de los agentes y le dijo algo que no logré
escuchar, pero que lo persuadió de dejarla pasar hasta donde estaban las
camionetas en las que había de montarse el Gabo. Animado por la fortuna de Y,
yo también me acerqué al agente, con la humilde cámara digital que me había
prestado E, creo, y le dejé caer mi más lastimero: “Déjeme tomar una foto
cerca”. “No” dijo con la cabeza el hierático personaje que en cuestión de
segundos se había convertido en gárgola respetuosa del protocolo. Aunque no era
algo que debiera sorprender a nadie. Sólo había que ver los factores para
comprender su transmutación momentánea: Por un lado, Y con su 1,65 de estatura,
cabello claro y sedoso; sonrisa limpia, sugerente; piel blanca y juvenil, pecho
exuberante, caderas anchas y piernas prodigiosas (¡qué piernas!) y, por el otro
lado, nosotros cuatro, E, R, J y yo, ¡qué cuarteto! E el equivalente real de
Florentino Ariza, desmirriado, con la patética expresión de felicidad en el
rostro por ver al Gabo; R, gradullón bondadoso salido de una película de
Kubrick, con esos lentes de erudito gringo; J, aspecto de gánster sin clase,
ordinario como una servilleta de lija y con una risa igual de suave y yo, y yo,
verdulero de mercado de pueblo, con el bigote más infame del mundo, y más
demacrado que un papá primerizo por el viaje de la noche anterior; es decir, un
cuarteto sin gracia y lamentable, Beatles miserables, sin ningún chance de
persuadir a nadie de dejarlos pasar. Era comprensible la actitud del agente de
seguridad.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Al final Y
se sacó su foto con el Gabo, sonrientes ambos en la camioneta, aunque Mercedes
tenía un cañón acorde con la situación, y a nosotros nos tocó conformarnos con
tirar fotos aquí y allá sobre la gente a ver si algo caía en el cuadro. M,
ausente y callado, terminó sacando la mejor foto de la tarde para los hombres:
un perfecto plano general del perfil del Gabo, que atestigua que estuvimos
allí.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Todo pasó
así de rápido y casi no tuvimos tiempo de hablar entre nosotros mientras
pasaba. Cuando las camionetas se hubieron ido nos sentamos exhaustos, después
del alboroto a hacer cómputo de lo vivido. Ya podíamos esperar a que nos dieron
los pases para el congreso, y debo creer que ML, por fin comió porque estaba
tranquila y sonriente con todo el grupo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Los
siguientes días del congreso fueron agradables. El Gabo ya no volvió, pero de
alguna manera aquella mañana habíamos estado lo suficientemente cerca como para
sentirnos satisfechos. Después de todo, la presencia física de un autor se
percibe perfectamente en los rastros que va dejando en los lugares que narra.
Así como Cervantes dejó huellas eternas en la Mancha del <i>Quijote</i>, así
sentimos nosotros que Cartagena de Indias es una prolongación de <i>El amor en
los tiempos del cólera</i>. De modo que nos dimos a recorrerla, buscando las
correspondencias entre el libro y el mapa, a ver si la realidad era fiel a la
novela. Pero, eso es parte de otro cuento.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuPlQQkdQo-HTpdGW6uEzG44hk2k6RsvTDFeyx0HTjIJl-wqprUVanneTYvzBllyZfrfAnKTpgXzcvCvB2V-_5gmQGL9yIELjw7ip68_r0Ej5dfOYewIKY8eznOVmTdNvSl69yD_lG2Jjc/s1600/El+Gabo+saliendo.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuPlQQkdQo-HTpdGW6uEzG44hk2k6RsvTDFeyx0HTjIJl-wqprUVanneTYvzBllyZfrfAnKTpgXzcvCvB2V-_5gmQGL9yIELjw7ip68_r0Ej5dfOYewIKY8eznOVmTdNvSl69yD_lG2Jjc/s1600/El+Gabo+saliendo.JPG" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El Gabo de perfil y con sombrero, rodeado por más seguridad que admiradores. Foto: Miguel Gamboa</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
Bernardo Navarrohttp://www.blogger.com/profile/07887893016841859535noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-22088416443800597742014-04-18T23:00:00.002-04:302014-04-20T02:35:02.437-04:30RÉQUIEM HETERODOXO POR EL GABO (II)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjnBDMbuNyv-FZE2vNqeh487j03XRga0tHjsp4bhGLXGmTDv5UKIMpubO2sstguiyiMAK8p2TeraBmEJ5cI4-4L7jqOJutR9fPpN-bBJ31BKJTUCbFDQ55Ou5vQQTfgrtIsle8xACa_NPR/s1600/Cien+a%C3%B1os+de+soledad.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjnBDMbuNyv-FZE2vNqeh487j03XRga0tHjsp4bhGLXGmTDv5UKIMpubO2sstguiyiMAK8p2TeraBmEJ5cI4-4L7jqOJutR9fPpN-bBJ31BKJTUCbFDQ55Ou5vQQTfgrtIsle8xACa_NPR/s1600/Cien+a%C3%B1os+de+soledad.jpg" height="400" width="233" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">II. <i>Cien años de soledad </i>y<i> </i>las ganas de escribir<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Estaba claro
para mí en ese momento que si <i>La cándida Eréndira</i> era parte de un universo
más grande, en el cual confluían las historias de un mundo tan fascinante, no
había manera de que no leyera el libro por el que García Márquez era celebrado.
Porque el nombre del autor no era nuevo para mí. Y su rostro estaba encriptado
en la mítica portada del libro de los profesores Raúl Peña Hurtado y Luis
Rafael Yepes. ¿Lo recuerdan? Claro que sí. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En la propia
biblioteca del liceo, que ahora recuerdo que se llama “Aurelio Ferrero Tamayo”, pedí prestada la edición de 1986, Oveja Negra, de <i>Cien años de soledad</i>. Pasta
dura, con una sobrecubierta blanca, en el que hay un lazo rojo dibujado con la
inscripción “Nobel 82”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Me senté allí
y de inmediato el libro me absorbió por entero. Hay un cuento de Federico
Vegas, publicado no hace mucho, en <i>Los peores de la clase</i>. Es muy buen
cuento, y define a la perfección lo que es descubrir <i>Cien años de soledad</i>
en la adolescencia: una entrega total y arrobadora, que no se puede ni se
quiere superar. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero, el
gusto que se desprende de la prosa de los <i>Cien años</i> implica un dilema:
avanzar pronto y descubrir en ese mundo maravilloso el destino de los Buendía o
extender el placer de la lectura, leyendo poco a poco. Yo me quedé con este
último. Quince días me tomó leer la novela completa, avanzando unas cuantas
páginas cada vez, para poder saborear cada pasaje, escena por escena. Empecé a
leerla en la biblioteca y luego leía algunos fragmentos en casi cualquier
lugar. El libro iba conmigo a todos lados. Era la segunda novela que leía y
estaba fascinado con ella. Desde ese momento adquirí la costumbre de no salir
jamás de casa sin un libro (se entiende que ese jamás implica excepciones,
puntuales excepciones). <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Leía, pues,
a cada momento, con paciencia y cuidado. Y cuando fui a terminarlo, cuando las
últimas páginas aparecieron, era de noche. Casi la una, si mal no recuerdo. Me detuve
y esperé hasta el día siguiente. Como en un ritual, quise esperar para leer las
dos páginas finales hasta poder sentarme en la misma silla, frente a la misma
mesa en la misma biblioteca donde había empezado a leer la novela. Así que la
memorable y terrible frase: <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sin embargo, antes de llegar al verso final
ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto
que la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y
desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano
Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos
era irrepetible desde siempre y para siempre porque las estirpes condenadas a
cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">me encontró
en el mismo lugar que al principio, como si yo también revelara los propios pergaminos
de mi historia circular.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No hay mucho
que pueda decir sobre los <i>Cien años</i> que ya no se haya expresado mejor. Te
diviertes, sufres, esperas, abandonas; aprendes y desaprendes; amas y odias. Las
horas o los días (según el ritmo de lectura) pueden ser claros u oscuros,
dependiendo de la prosperidad o decadencia de Macondo. Es un libro con todo en
él. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Las exégesis
literarias han visto muchas cosas en los <i>Cien años </i>del Gabo: alegorías
míticas del origen del mundo, reconstrucciones metafóricas de nuestra historia,
denuncias de los crímenes de las corporaciones y sus gobiernos lacayos sobre el
pueblo. Yo debo confesar que la primera vez que lo leí no vi nada de eso. Y aún
me cuesta verla. En cambio, en la segunda lectura de <i>Cien años</i> me quedó
muy clara la importancia que las relaciones afectivas tienen en el mosaico
general de la novela: los noviazgos, el matrimonio, los hermanos, padres e
hijos, tíos y sobrinos (tías y sobrinos, más interesante aún); la lujuria, el
incesto, el amor no correspondido, los pecados de la pasión, los castigos de
las supercherías. En un pueblo como Macondo, en el que hay pocas cosas que
hacer, el sexo y sus derivados seguramente cobran relevancia. Y el Gabo, un
hombre casado muchos años con una mujer de carácter fuerte, sabe cómo plantear
algunos de esos bemoles de las relaciones. El pasaje que más disfruté de esa
segunda lectura (además de la desbocada lujuria entre Amaranta Úrsula y
Aureliano Babilonia) es la cantaleta de Fernanda del Carpio a Aureliano Segundo “<span style="background: white;">que
empezó una mañana como el monótono bordón de una guitarra, y que a medida que
avanzaba el día fue subiendo de tono, cada vez más rico, más espléndido”.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Aureliano Segundo no tuvo conciencia de la cantaleta hasta el día
siguiente, después del desayuno, cuando se sintió aturdido por un abejorreo que
era entonces más fluido y alto que el rumor de la lluvia, y era Fernanda que se
paseaba por toda la casa doliéndose de que la hubieran educado como una reina
para terminar de sirvienta en una casa de locos, con un marido holgazán,
idólatra, libertino, que se acostaba boca arriba a esperar que le llovieran
panes del cielo, mientras ella se destroncaba los riñones tratando de mantener
a flote un hogar emparapetado con alfileres, donde había tanto que hacer, tanto
que soportar y corregir desde que amanecía Dios hasta la hora de acostarse, que
llegaba a la cama con los ojos llenos de polvo de vidrio y, sin embargo, nadie
le había dicho nunca buenos días, Fernanda, qué tal noche pasaste, Fernanda, ni
le habían preguntado aunque fuera por cortesía por qué estaba tan pálida ni por
qué despertaba con esas ojeras de violeta, a pesar de que ella no esperaba, por
supuesto, que aquello saliera del resto de una familia que al fin y al cabo la
había tenido siempre como un estorbo, como el trapito de bajar la olla, como un
monigote pintado en la pared, y que siempre andaban desbarrando contra ella por
los rincones, llamándola santurrona, llamándola farisea, llamándola lagarta, y
hasta Amaranta, que en paz descanse, había dicho de viva voz que ella era de
las que confundían el recto con las témporas, bendito sea Dios, qué palabras, y
ella había aguantado todo con resignación por las intenciones del Santo Padre,
pero no había podido soportar más cuando el malvado de José Arcadio Segundo
dijo que la perdición de la familia había sido abrirle las puertas a una cachaca,
imagínese, una cachaca mandona, válgame Dios, una cachaca hija de la mala
saliva, de la misma índole de los cachacos que mandó el gobierno a matar
trabajadores, dígame usted, y se refería a nadie menos que a ella, la ahijada del
duque de Alba, una dama con tanta alcurnia que le revolvía el hígado a las
esposas de los presidentes, una fijodalga de sangre como ella que tenía derecho
a firmar con once apellidos peninsulares, y que era el único mortal en ese
pueblo de bastardos que no se sentía emberenjenado frente a dieciséis cubiertos,
para que luego el adúltero de su marido dijera muerto de risa que tantas
cucharas y tenedores, y tantos cuchillos y cucharitas no era cosa de
cristianos, sino de ciempiés, y la única que podía determinar a ojos cerrados
cuándo se servía el vino blanco, y de qué lado y en qué copa, y cuándo se
servía el vino rojo, y de qué lado y en qué copa, y no como la montuna de
Amaranta, que en paz descanse, que creía que el vino blanco se servía de día y
el vino rojo de noche, y la única en todo el litoral que podía vanagloriarse de
no haber hecho del cuerpo sino en bacinillas de oro, para que luego el coronel
Aureliano Buendía, que en paz descanse, tuviera el atrevimiento de preguntar
con su mala bilis de masón de dónde había merecido ese privilegio, si era que ella
no cagaba mierda, sino astromelias, imagínense, con esas palabras, y para que
Renata, su propia hija, que por indiscreción había visto sus aguas mayores en
el dormitorio, contestara que de verdad la bacinilla era de mucho oro y de
mucha heráldica, pero que lo que tenía dentro era pura mierda, mierda física, y
peor todavía que las otras porque era mierda de cachaca, imagínese, su propia
hija, de modo que nunca se había hecho ilusiones con el resto de la familia,
pero de todos modos tenía derecho a esperar un poco de más consideración de
parte de su esposo, puesto que bien o mal era su cónyuge de sacramento, su
autor, su legítimo perjudicador, que se echó encima por voluntad libre y
soberana la grave responsabilidad de sacarla del solar paterno, donde nunca se
privó ni se dolió de nada, donde tejía palmas fúnebres por gusto de
entretenimiento, puesto que su padrino había mandado una carta con su firma y
el sello de su anillo impreso en el lacre, sólo para decir que las manos de su
ahijada no estaban hechas para menesteres de este mundo, como no fuera tocar el
clavicordio y, sin embargo, el insensato de su marido la había sacado de su
casa con todas las admoniciones y advertencias y la había llevado a aquella
paila de infierno donde no se podía respirar de calor, y antes de que ella
acabara de guardar sus dietas de Pentecostés ya se había ido con sus baúles
trashumantes y su acordeón de perdulario a holgar en adulterio con una
desdichada a quien bastaba con verle las nalgas, bueno, ya estaba dicho, a
quien bastaba con verle menear las nalgas de potranca para adivinar que era
una, que era una, todo lo contrario de ella, que era una dama en el palacio o
en la pocilga, en la mesa o en la cama, una dama de nación, temerosa de Dios,
obediente de sus leyes y sumisa a su designio, y con quien no podía hacer, por
supuesto, las maromas y vagabundinas que hacía con la otra, que por supuesto se
prestaba a todo, como las matronas francesas, y peor aún, pensándolo bien,
porque éstas al menos tenían la honradez de poner un foco colorado en la
puerta, semejantes porquerías, imagínese, ni más faltaba, con la hija única y
bienamada de doña Renata Argote y don Fernando del Carpio, y sobre todo de
éste, por supuesto, un santo varón, un cristiano de los grandes, Caballero de
la Orden del Santo Sepulcro, de esos que reciben directamente de Dios el
privilegio de conservarse intactos en la tumba, con la piel tersa como raso de
novia y los Ojos vivos y diáfanos como las esmeraldas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En esa oración interminable, a la que
falta todavía un largo fragmento que omitido por razones de espacio, hasta la
respuesta catártica de Aureliano Segundo, “Cállate ya, por favor”, hay más
literatura que en muchas trilogías ridículas en las que tanto papel se
desperdicia hoy. Y hay más literatura porque es la vida misma trasplantada a la
ficción, sin aditivos falsos o melodramáticos. El insoportable zumbido de una
cantaleta en una versión tan pura que uno llega anticiparse a Aureliano Segundo
en esa justa petición: “Cállate, Amaranta, por Dios”. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Aunque en honor a la verdad hay que
reconocer que después de la tortura de Amaranta, Aureliano Segundo se enfrenta
a la lluvia, “y la comida no vuelve a
faltar nunca más”. De lo que se colige que el aguijón de las cantaletas femeninas
tiene su utilidad de vez en cuando.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ahora bien, si <i>La cándida Eréndira
</i>despertó en mí el placer de leer, <i>Cien años de soledad </i>me persuadió
de que podía escribir. La cercanía que sentía con el calor de Macondo y su
espíritu rocambolesco era la misma que podía sentir con mi propio pueblo. Las cosas
que decían los personajes eran verosímiles y tenía la sensación de que ya las
había escuchado. Los hechos mismos de la novela se parecían a algunos que yo
mismo había presenciado. Siendo así, no era tan difícil que yo escribiera una
historia interesante y trascendental sobre mi pueblo. ¡Y lo hice! O al menos lo
intenté.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El resultado de esa fiebre de
escritura fueron unas cuarenta páginas manuscritas a lapicero, en un viejo
cuaderno. La historia no podía ser más mala. Un refrito lamentable que
combinaba “La frutas muy altas”, de Pocaterra, las rutas no contadas del
coronel Aureliano Buendía, algunas anécdotas tergiversadas de mi pueblo y todo
el patetismo de una historia de amor adolescente. Creo que hace algunos meses
me conseguí ese cuaderno, para mi vergüenza literaria. Aunque no tanta como la
que siento al recordar los apellidos del personaje central: Santander Buenaventura.
Una extravagancia digna de una novela de Luis Mora Ballesteros.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mi ácido sentido autocrítico me salvó
del escarnio público o de —algo peor— las falsas adulaciones. Abandoné el
proyecto antes del clímax dramático para suerte de mi dignidad, justo a tiempo
para descubrir que ni yo era un García Márquez futuro ni las supuestas
coincidencias de personajes y anécdotas eran ciertas. La ilusión literaria y el
talento creativo del Gabo invadían la realidad para hacerme sentir cerca de su
propia realidad ficticia. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">De esta manera, me quedaron dos aprendizajes
sobre la escritura a partir de <i>Cien años de soledad</i>: 1) desarrollar un
estilo propio y 2) nunca confiar en la primera versión de lo que se ha escrito.
Lo malo de esos aprendizajes es que nunca los puse en práctica.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La otra diferencia con <i>La cándida
Eréndira </i>es que en los <i>Cien años</i> fueron los verbos y no los
adjetivos los que me parecieron fascinantes. Seguramente hay por ahí muchos
estudios y análisis sobre el uso de los verbos en esta novela del Gabo. Yo me
conformó con saber que, además del inicio y el final (ambos tan magistrales
como conocidos), el pasaje que recuerdo con más claridad (aunque no de memoria)
es el que dice: <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Amaranta Úrsula se defendía sinceramente, con astucias de hembra sabia, <i>comadrejeando</i>
el escurridizo y flexible y fragante cuerpo de comadreja, mientras trataba de
destroncarle los riñones con las rodillas y le <i>alacraneaba</i> la cara con
las uñas, pero sin que él ni ella emitieran un suspiro que no pudiera
confundirse con la respiración de alguien que contemplara el parsimonioso
crepúsculo de abril por la ventana abierta. Era una lucha feroz, una batalla a
muerte, que, sin embargo, parecía desprovista de toda violencia, porque estaba
hecha de agresiones distorsionadas y evasivas espectrales, lentas, cautelosas,
solemnes, de modo que entre una y otra había tiempo para que volvieran a
florecer las petunias y Gastón olvidara sus sueños de aeronauta en el cuarto
vecino, como si fueran dos amantes enemigos tratando de reconciliarse en el
fondo de un estanque diáfano. En el fragor del encarnizado y ceremonioso
forcejeo, Amaranta Úrsula comprendió que la meticulosidad de su silencio era
tan irracional, que habría podido despertar las sospechas del marido contiguo,
mucho más que los estrépitos de guerra que trataban de evitar. Entonces empezó
a reír con los labios apretados, sin renunciar a la lucha, pero defendiéndose
con mordiscos falsos y <i>descomadrejeando</i> el cuerpo poco a poco, hasta que
ambos tuvieron conciencia de ser al mismo tiempo adversarios y cómplices, y la
brega degeneró en un retozo convencional y las agresiones se volvieron
caricias. De pronto, casi jugando, como una travesura más, Amaranta Úrsula
descuidó la defensa, y cuando trató de reaccionar, asustada de lo que ella
misma había hecho posible, ya era demasiado tarde. Una conmoción descomunal la
inmovilizó en su centro de gravedad, la sembró en su sitio, y su voluntad
defensiva fue demolida por la ansiedad irresistible de descubrir qué eran los
silbos anaranjados y los globos invisibles que la esperaban al otro lado de la
muerte. Apenas tuvo tiempo de estirar la mano y buscar a ciegas la toalla, y
meterse una mordaza entre los dientes, para que no se le salieran los chillidos
de gata que ya le estaban desgarrando las entrañas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y lo recuerdo claramente, entre otras
obvias razones, por los verbos alacranear y comadrejear. Nunca antes los había
oído, nunca después los volví a oír.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hace unos tres o cuatro años, en una venta de libros usados de San
Cristóbal, conseguí esa edición que había leído por primera vez y sin pensarlo
la compré. No la tengo ahora mismo aquí conmigo, porque se quedó allá en San
Cristóbal, esperando la mudanza definitiva. Se quedó con otras cinco ediciones
que he ido comprando por inercia y curiosidad, porque a pesar del cliché (hoy
no me molesta) <i>Cien años de soledad </i>es mi libro favorito del Gabo.</span></span><span lang="ES-VE"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ2GosjTRictiDOkmQ8aKULbs4R9p5fMTqExxsKwZ0SG42YYlqN_Dj7jEen5uKVCVptHk0oRcV7W8zeQjN1Zz-A9eilYXnq8LDl1qYhCUXFeMg15m0cADH08b3E97gXms9ZL1uEsRnCQSq/s1600/Ra%C3%BAl+Pe%C3%B1a+Hurtado+Luis+Rafael+Yepes.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ2GosjTRictiDOkmQ8aKULbs4R9p5fMTqExxsKwZ0SG42YYlqN_Dj7jEen5uKVCVptHk0oRcV7W8zeQjN1Zz-A9eilYXnq8LDl1qYhCUXFeMg15m0cADH08b3E97gXms9ZL1uEsRnCQSq/s1600/Ra%C3%BAl+Pe%C3%B1a+Hurtado+Luis+Rafael+Yepes.jpg" height="400" width="308" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">A. Izquierda: ¿? A. Centro: Rómulo Gallegos. A. Derecha: El Gabo<br />
D. Izquierda: Horacio Quiroga. D. Centro: Pablo Neruda. D. Derecha: Mariano Picón Salas</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
Bernardo Navarrohttp://www.blogger.com/profile/07887893016841859535noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-55902765071035505882014-04-18T17:55:00.001-04:302014-04-25T13:43:49.703-04:30RÉQUIEM HETERODOXO POR EL GABO (I)<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8hiulGcH20L_1yHOkQKmeTLw_C6940r6Md-XVsuhXIjTXp8gXurlFreiWYao5QXxrzw6rcrqhCPxdkyGuKo2XhjDtYG2K_dc2Y7KMWUd-3TkWwGG7XEPGz3sX5AIC3F_ckHOlNBeKWZbi/s1600/Osaru.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8hiulGcH20L_1yHOkQKmeTLw_C6940r6Md-XVsuhXIjTXp8gXurlFreiWYao5QXxrzw6rcrqhCPxdkyGuKo2XhjDtYG2K_dc2Y7KMWUd-3TkWwGG7XEPGz3sX5AIC3F_ckHOlNBeKWZbi/s1600/Osaru.jpg" height="400" width="300" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">S/T. 2014. Homenaje gráfico que Jonathan Osaru me ha prestado para ilustrar este homenaje escrito. Honor que me hace</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En 2010,
Bettina y yo asistimos al IX Encuentro de Investigadores de la Literatura
Venezolana y Latinoamericana, que en esa edición se tituló “Lecturas que
cambiaron vidas”. Se suponía que los ponentes debían presentar a los autores o
libros que habían tenido un impacto significativo en sus vidas y por qué. A
decir verdad, muy pocos de los asistentes respetaron las pautas originales de
la convocatoria, pero quienes lo hicieron dieron maravillosos ejemplos en
entretenidas disertaciones. Fiel a mi costumbre, no escribí mi ponencia sino
hasta unas horas antes de darla, y hasta el último momento me debatí entre
dedicarla a García Márquez o a Montaigne. Unos escrúpulos ridículos de escolar
pretencioso me persuadieron de que García Márquez era un cliché, y que por más
íntima y personal que fuera mi exposición, el lugar común, el llover sobre
mojado, iba a aburrir a la audiencia. Me decidí por Montaigne, que también es
uno de mis escritores favoritos, pero no fue una decisión sincera: el escritor
que cambió mi vida fue el Gabo. Y lamento que en vez de un homenaje en ese
momento, ahora tenga que escribir este réquiem para el responsable de mi pasión
por la literatura.<span style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">I. 09 en Castellano y la cándida Eréndira<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A pesar de
que siempre fui un lector curioso, el primer lapso en 4to año de bachillerato
me gané un merecido 09 en Castellano y Literatura porque nos pusieron como
lectura la gran <i>Doña Bárbara</i>. Desde las primeras páginas me pareció una
novela insoportable, tediosa e innecesaria. En realidad, nunca había leído una
novela, así que no tenía la paciencia que amerita el descubrimiento de un gran
libro, y sí mucho criterio atrofiado por la pedantería del adolescente.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La
literatura que había leído, en su mayoría, eran cuentos y poemas. Casi todos de
un magnífico libro de texto titulado <i>Alegría de leer 4</i>, que perteneció a
mi padre y que él guardó desde 1954 o 55 y que hoy yo tengo en mi poder, como
uno de mis mayores tesoros. Como decía, no había leído más que textos cortos y
atlas de interés científico. Hasta que en el segundo lapso de ese mismo 4to
año, la profesora de cuyo-nombre-quisiera-acordarme en este momento (ingrata
memoria, “destartalado barquito”) asignó la lectura de <i>La increíble y triste
historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada</i>, toda la colección
de cuentos, de la cual yo sólo copié el que da título al volumen.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Como dice
Forrest Gump, es curioso como recuerda uno algunas cosas y otras no. Yo tampoco
recuerdo mi primer par de zapatos o la última vez que entré voluntariamente a
misa, pero jamás olvidaré la mañana en que me entregaron las copias del libro y
lo abrí frente a la biblioteca del liceo y leí las trece palabras que
definirían la relación más estrecha e íntima que he tenido con cualquier cosa en
el mundo, después de mi familia: “Eréndira estaba bañando a la abuela cuando
empezó el viento de su desgracia”. No sabría explicar por qué esas palabras
tuvieron tan honda resonancia en mí. Uno recuerda muy mal los móviles ocultos
del espíritu, cuando después de que el destino se ha revelado se intentan comprender
las causas de acciones remotas. Lo cierto es que ahora quiero creer que la
frase “el viento de su desgracia” me pareció una genialidad, distinta y más
profunda que cualquier otra que hubiera escuchado antes. Y lo era porque las
implicaciones de la frase iban más allá de lo que significaba. Como si las
palabras ordenadas de ese modo pudieran transmitir la sensación de que uno
comprendía la gravedad de los hechos que se desencadenaban con el vendaval
mucho antes de que pasaran. Y ya no pude parar:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La enorme mansión de <i>argamasa lunar</i>,
extraviada en la soledad del desierto, se estremeció hasta los estribos con la
primera embestida. Pero Eréndira y la abuela estaban hechas a los riesgos de
aquella <i>naturaleza desatinada</i>, y apenas si notaron el calibre del viento
en el baño adornado de <i>pavorreales repetidos</i> y <i>mosaicos pueriles</i>
de <i>termas romanas.</i> <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La <i>abuela, desnuda y grande</i>, parecía
una <i>hermosa ballena blanca</i> en la alberca de mármol. La nieta había
cumplido apenas los catorce años, y era <i>lánguida</i> y de <i>huesos tiernos</i>,
y <i>demasiado mansa</i> para su edad. Con una parsimonia que tenía algo de <i>rigor
sagrado</i> le hacía abluciones a la abuela con un agua en la que había hervido
<i>plantas depurativas</i> y hojas de <i>buen olor</i>, y éstas se quedaban
pegadas en las <i>espaldas suculentas</i>, en los <i>cabellos metálicos</i> y <i>sueltos</i>,
en el <i>hombro potente tatuado</i> sin piedad con un escarnio de marineros.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cuántos
adjetivos. Cuántos epítetos inverosímiles. Como si reinventara la <i>Ilíada </i>o
la <i>Odisea</i>, para bien, ese inicio condensa lo grotesco y lo increíble con
lo cotidiano a través de los adjetivos. Sobreadjetivar es un vicio de los
escritores noveles, pero en un genio es un recurso de extraordinario valor.
Supongo que entendí el realismo mágico más por lo adjetivos del Gabo, que por
los análisis de clases. Esa imagen inesperada, pero exacta, que surge de una
simple cualidad o característica, gracias a la cual uno se va imaginando los
detalles físicos de un ambiente que no se puede describir de otra manera sin
resultar desagradable.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Giro (<i>twist</i>)
creo que le llaman en el cine al cambio brusco de la trama. <i>La cándida
Eréndira</i> fue el giro de mis gustos fundamentales. Fue la primera novela que
leí completa (aunque más parece un
cuento largo) y fue la primera vez que leía con pasión algo más por sus
palabras que por su historia.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Leí y leí
esa mañana, sin detenerme, sin prestarle atención a nada ni a nadie. Quizás dos
o tres horas estuve leyendo, embelesado por esas construcciones lingüísticas,
por cada palabra vieja, conocida o no, que ahora se reinventaba. No lo terminé
porque el mediodía obligaba a abandonar el liceo, pero sí lo hice cuando en la
noche me desocupé de las actividades intrascendentes de la adolescencia. Serían
las once o doce de esa misma noche cuando pasé la última página y sentí por
primera vez el vacío de terminar un libro que te ha atrapado sinceramente; el
desamparo de que la vida continúe más allá de los personajes. Tenía 16 años y
había aprendido a leer.<o:p></o:p></span></span></div>
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;">Como
dije antes, leí unas copias incompletas, a las que afortunadamente alguien
agregó la portada. Este diciembre que pasó, trece años y nueve meses después de aquella primera lectura, encontré la misma edición en el puesto de libros usados de
Matute, un excéntrico vendedor de libros, filósofo popular, escritor
irreverente, avispado conocedor del arte y la literatura en todas sus formas y
militante genuino de sus causas. Le conté sin muchos detalles mi vínculo con esa edición del libro y entonces me lo dio como regalo de navidad, maravilloso regalo de Navidad. </span><i>La
increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada
(siete cuentos)</i>, Editorial Sudamericana, primera edición, 1972, Buenos
Aires. Me acompaña al costado izquierdo mientras escribo estas líneas.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYmTr_cKxbp3Xa3TPX43GDIVF5sQPM-Cxlh0soPhU42wX22CpGAM1SkrdgZHXofGUO6YAsthHL1FSS4Jx5ln6E8kmV3KLKBb6nX969020O2oTxrrEZo9WJ5Rbg3Ln1v9VJhz7wrNPp1AiP/s1600/C%C3%A1ndira+Er%C3%A9ndira+al+costado+izquierdo.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYmTr_cKxbp3Xa3TPX43GDIVF5sQPM-Cxlh0soPhU42wX22CpGAM1SkrdgZHXofGUO6YAsthHL1FSS4Jx5ln6E8kmV3KLKBb6nX969020O2oTxrrEZo9WJ5Rbg3Ln1v9VJhz7wrNPp1AiP/s1600/C%C3%A1ndira+Er%C3%A9ndira+al+costado+izquierdo.JPG" height="300" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>La cándida Eréndira</i> al costado izquierdo</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
Bernardo Navarrohttp://www.blogger.com/profile/07887893016841859535noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-79126110792791240682014-04-13T01:45:00.001-04:302014-04-13T01:54:38.258-04:30NAVEGACIÓN A LA VISTA, de Gore Vidal<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcwp_pjI99cIPYiJV1EX5x8K_7O9HvXypvtjpZR_gdmJYtJG2c-1WhNzbVKadmeMvi0WK0s_9v29al4KGH3Fw-8k8JuRslivPNzVE6STh_f-PFzhyphenhyphenjOJ8RewJJ-R44SMnHpU6fLMHwkj7Y/s1600/Navegaci%C3%B3n_a_la_vista.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcwp_pjI99cIPYiJV1EX5x8K_7O9HvXypvtjpZR_gdmJYtJG2c-1WhNzbVKadmeMvi0WK0s_9v29al4KGH3Fw-8k8JuRslivPNzVE6STh_f-PFzhyphenhyphenjOJ8RewJJ-R44SMnHpU6fLMHwkj7Y/s1600/Navegaci%C3%B3n_a_la_vista.jpg" height="320" width="195" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Al final de unas
de las entradas que publiqué hace cosa de unos meses, apuntaba que los buenos
libros son aquellos que tienen grandes personajes. Ahora me gustaría agregar,
quizás un poco en la onda de Italo Calvino cuando hablaba de los clásicos (de
la literatura, se entiende), que los libros buenos son aquellos que te invitan
a seguir leyendo. Calvino decía que un clásico es ese libro que puedes leer una
y otra vez, encontrando siempre algo nuevo en él. La sorpresa en la lectura. La
novedad. Un buen libro, por su parte, es el que invita a volverlo a leer, pero
también el que promueve la lectura de otros libros, de más libros. No porque
los recomiende o sugiera, porque le sirvan de referencia, sino porque su
exquisitez ratifica y estimula el placer de la lectura. Yo siento que <i>Navegación
a la vista</i> (2008), de Gore Vidal, es de este tipo de libros.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Gore Vidal
publicó <i>Una memoria</i>, en 1995, que al parecer es una autobiografía. Y
digo al parecer porque no la conozco de primera mano. <i>Navegación a la vista</i>
apareció en 2006 y constituyó una segunda parte de ese libro, aunque más con el
formato de memorias. La diferencia entre ambos conceptos, según lo veo yo, es
que el primero (la autobiografía) relata la vida del autor, mientras que el
segundo (las memorias) va dando cuenta de episodios, sensaciones, reflexiones,
recuerdos sueltos. Esta caprichosa diferencia seguramente está equivocada (Bettina
puede sacarnos de dudas), pero me sirve para informar sobre el valor narrativo
de este libro.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Vidal no sólo
fue un eximio escritor, además fue un hombre de la vida política estadounidense
y descendía de políticos y familias del <i>jet set</i> de los siglos XIX y XX. Esto
le permitió llevar una vida elegante, marcada por las más sofisticadas
amistades y relaciones familiares, como los Roosevelt y los Kennedy. También
tuvo amistad con personalidades como Tennessee William, Truman Capote, Greta
Garbo, Francis Ford Coppola y Federico Fellini, entre muchos otros. Sabiendo
esto, quizás sea fácil anticipar que muchas de las anécdotas contenidas en el
libro sean curiosos episodios con estas personalidades, en las que Vidal no
deja escapar la oportunidad de hacer algún chiste, alguna recriminación, alguna
confesión o alguna concesión al tiempo y a las amistades, pasadas o presentes.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lo divertido en
la relación de estos episodios es que Vidal, ya sea que los cuente con humor, o
con amargura, lo hace con mucha elegancia, cuidando siempre las formas de un
buen novelista, pero también con soltura y familiaridad. De tal modo que, al
final, se tiene la sensación de que Gore Vidal cuenta cada hecho, cada evento emotivo
o entretenido, como si hablara con alguien conocido; como si entre tanta fama
el lector fuera un amigo a quien se le hace una confidencia. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lo que se ha
señalado como una debilidad del libro, es decir, su azaroso orden, su tono
caprichoso, sus confidencias irreverentes, antes que un vicio tiene todas las
características de una virtud. Precisamente porque hace patente la naturaleza
de la conversación: como las cosas le van llegando, así las cuenta; como su
memoria las recuerda y como las evalúa al momento de escribirlas. De manera que
no es raro encontrar en el capítulo 33 alusiones a la niñez, a esa época en que
creció rodeado de compañías de aviación y viajes al Senado (p. 187), y en los
primeros capítulos referencias a su tiempo presente. Podrían citarse cientos de
pasajes del libro para ilustrar esto:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 36pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hace poco, mientras leía una colección de cartas de
Paul [Bowles], me encontré recordándolo más que nunca, puesto que en cada una
mostraba una cara diferente; también le gustaban los detalles básicos que a menudo
revelan más de lo que parece querer confesar (p.127).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 36pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 36pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hace dos días la política asomó la cabeza como
acostumbra hacer en los malos tiempos. Sí, todas las épocas son malas, pero
unas son peores que otras. Esta lo es para nuestro país. Un congresista de la
minoría (es decir, demócrata) por Michigan, John Conyers, presidente del Comité
Judicial de la Cámara de Representantes, acudió a Ohio con otros congresistas y
asesores para establecer si era verdad que el eufórico partido republicano
local había robado las elecciones presidenciales de 2004 para George W. Bush.
El resultado ha sido un informe realizado por Conyers que ha publicado una
compañía de Chicago con un prefacio escrito por mí. Sí, Virginia, las
elecciones fueron robadas y a base de bien, y el equipo de Conyers lo explica
con bastante detalle (p. 178).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 36pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 36pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La pequeña fiesta salió bien. [Greta] Garbo llegó
temprano y enseguida se puso el blazer de Howard. Le gustaba vestirse de
hombre. También le gustaba referirse a sí misma en términos masculinos. <span style="background: white;">«¿Dónde está el servicio de los chicos?», era una de
sus frases favoritas. Fue Ina Claire, la refinada actriz cómica de Broadway,
quien entró en el lavabo justo después de que Garbo hubiera salido, y sí,
encontró la tapa del retrete levantada. (p.219).<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 36pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 36pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">Una vez más llevé a Howard en su
silla de ruedas por unos pasillos que acabaría conociéndome de memoria. Estaba
alegre, lo que hacía honor a la dulzura de su carácter, puesto que sabía que yo
había enmudecido de pavor. Cuando la enfermera abrió la puerta de los
quirófanos, de la que yo no podía pasar, Howard se volvió hacia mí en su silla
de ruedas y </span><span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">dijo: «Bueno, ha sido
estupendo». Y la puerta se cerró detrás de él (pp. 94-95).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Sobre este último episodio me gustaría decir algo.
Gore Vidal era homosexual. Es un hecho conocido que en una de las campañas
electorales a las que se presentó su consigna no oficial era el de ser el
primer representante del Senado públicamente gay. Sin embargo, su relación con
Howard Auster, la cual duró toda su vida prácticamente, fue muy reservada y
comedida (como deberían ser todas las relaciones, valga decir). Por ello,
quizás, conmueva tanto este capítulo (16), en el cual nos relata la calamitosa
enfermedad de Howard, entrando y saliendo de hospitales; viajando de un lado a
otro en busca de un lugar favorable para su salud, y finalmente, de su muerte:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 36pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Fijaron la operación para
la semana siguiente. Cuando salí de la habitación, Howard me dijo: «Bésame».
Así lo hice. En los labios, algo que llevábamos cincuenta años sin hacer (p.
96).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Reconforta leer la ternura del amor, sin necesidad de
infidencias groseras.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Otro aspecto divertido de este tomo son las
fotografías que contiene. Algunos documentos verdaderamente excepcionales
acompañados, algunos de ellos, por hilarantes leyendas:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh91oxq4OAmSDyM1JYAS1nY-2yp20MwPg2EKjT7X1yzuXuFSLCE4fFddle2ojw8gzBIsww7_BoXthaB1u-kdxRDkMECaDMEbPcFut4Qoj180aNfpo4hLICLqBeyqKFnMHLW-fvvLL5zowck/s1600/gore_vida_colecci%C3%B3n_vidal.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh91oxq4OAmSDyM1JYAS1nY-2yp20MwPg2EKjT7X1yzuXuFSLCE4fFddle2ojw8gzBIsww7_BoXthaB1u-kdxRDkMECaDMEbPcFut4Qoj180aNfpo4hLICLqBeyqKFnMHLW-fvvLL5zowck/s1600/gore_vida_colecci%C3%B3n_vidal.JPG" height="320" width="202" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 36pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 36pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Aquí estoy junto a la
estatua del <i>Dolor </i>de Saint-Gaudens que Henry Adams había encargado en
honor a su mujer, Clover. A unos dos o tres metros de distancia está enterrado Howard,
como lo estaré yo cuando saque tiempo de mi apretada agenda (p.86).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 36pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhR4tMZd5YRA3PEwkPUBPUSa7-M5DqB6uj1uy8Z-1SRTcVtWAIBFYpOBgWY_6suHy7cD4Am13lsxN7XqsOP4gi5huOdZc7SSp6gAF1kZ24Y8AEL5IPkWnX8_fTqKmWFlE-Yht14VfXCEYa-/s1600/greta_garbo_polaris.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhR4tMZd5YRA3PEwkPUBPUSa7-M5DqB6uj1uy8Z-1SRTcVtWAIBFYpOBgWY_6suHy7cD4Am13lsxN7XqsOP4gi5huOdZc7SSp6gAF1kZ24Y8AEL5IPkWnX8_fTqKmWFlE-Yht14VfXCEYa-/s1600/greta_garbo_polaris.JPG" height="320" width="256" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 36pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 36pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Un último verano en
Klosters. Garbo tiene sesenta y cinco años. </span></span><span style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Nunca logré que volviera a Ravello,
donde disfruto de una «luna de miel» con el director de orquesta Leopold Stokowski
y de donde se vio obligada a marchar por culpa de un cámara de noticiarios
escondido entre los arbustos que desde entonces siempre se jactó de su gran
hazaña. No lloré cuando más tarde la Mafia lo mató de un tiro (p. 216).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<div style="text-align: center;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">*********<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Al principio del libro en una “Nota del autor”, Gore
Vidal nos explica que “navegación a la vista” es lo que hacen los marineros
cuando deben habérselas con el mar sin radar o cartas, confiando tan sólo en
referencias visuales del horizonte. Curiosa y a la vez acertada forma de
ilustrar la tarea de contar la propia vida. Disfruté este libro, precisamente,
por lo que tiene de tanteo, de reconstrucción aventurada de una vida que el
autor cree recordar. Y también porque al final (creo que sin la amargura que han
querido ver en ello algunos críticos), Gore Vidal se reencuentra con la misma
persona que fue toda su vida, como Charles Kane, como todos algún día. Y esto,
invita a leer, al menos la primera parte de las memorias de Gore Vidal.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span>
<span style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">[Vidal, Gore (2008). </span><i style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Navegación a la vista</i><span style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">.
Barcelona: Mondadori. Pp. 303] </span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span>
<span style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">(Como dato curioso les dejo la portada del libro con la etiqueta del precio: ¡30 bolívares! Pude descargar la portada en Google Imágenes, pero quería presumir de mi fortuna con esta joya. Hacerles fieros, como decíamos en casa).</span></div>
Bernardo Navarrohttp://www.blogger.com/profile/07887893016841859535noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-33068423390068593032014-03-05T00:34:00.002-04:302014-03-05T00:34:21.044-04:30SIMPATÍA POR KING KONG, de Ibsen Martínez<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuHr3eWMXHQWXqr3vr6yS4HimFjO_UPTjfLeX__UVk6ddp3cH0ub9SC1kr8-f3E1EqkLu3rttQy33Pr0IEysarIpkdfh6ZWFnADXdDz756-HNXUoLKbHALfjJ30N7Xgd5W0JPviVzVwUzb/s1600/Ibsen+Martinez.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuHr3eWMXHQWXqr3vr6yS4HimFjO_UPTjfLeX__UVk6ddp3cH0ub9SC1kr8-f3E1EqkLu3rttQy33Pr0IEysarIpkdfh6ZWFnADXdDz756-HNXUoLKbHALfjJ30N7Xgd5W0JPviVzVwUzb/s1600/Ibsen+Martinez.jpg" height="266" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;"><b><br /></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;"><b>Del mambo al Caracazo</b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">Curioso título el de la tercera novela de Ibsen Martínez, la
cual, según considera el propio autor, es la mejor de las que ha escrito hasta
ahora. Muy breve y amena, de fácil lectura, consiste en una narración que trata
con eficacia temas de la historia contemporánea de Venezuela tan cercanos en el
tiempo como el llamado “Caracazo”, la rebelión popular ocurrida en 1989, durante
el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, de tan trágico saldo e ingrata
recordación por estos días. Es un reto que asume el autor a sabiendas de los
riesgos </span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">que conlleva el mezclar ficción
con realidad, con la pretensión de ofrecer una perspectiva más acertada y
profunda sobre hechos históricos recientes, gracias a los fueros de la
literatura, a </span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">la penetración</span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: 12pt;">y la intuición que los artistas de la palabra
poseen.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">El título proviene de un préstamo que Martínez ha hecho de
la famosa canción de los Rolling Stones, <i>Simpatía
por el diablo, </i>titulando así al mambo al que nos referiremos de seguidas.<i> </i>El argumento se debe a los avatares de
la vida del personaje que motiva la escritura de esta obra, Kiko Mendive, aquel
cómico cubano que vimos por más de 20 años en Radio Caracas Televisión, y que
de seguro las nuevas generaciones desconocen. La obra procede de la concreción
de una obsesión del autor que lo rondó por años: un encuentro con Mendive en la
plaza Miranda del centro de Caracas. Fue
allí donde Cecilio Francisco, alias Kiko, le mostró unas partituras
amarillentas y le cantó el mambo, compuesto durante su adolescencia, y que
entonaba junto a la pandillita de “aseres” que lo acompañaban durante las
proyecciones de la película King Kong. Esto ocurrió en la Habana de los años
mozos de quien en Venezuela devino en cómico de tercera categoría, a pesar de que había sido un cantante de cierto éxito y de
que había participado en películas filmadas en los famosos estudios Churubusco.
¿Qué sucedió para que Kiko abandonara México por Venezuela para cumplir su
destino de artista sin éxito ni prosperidad económica?, se pregunta el narrador,
a la vez que escucha hipotéticas explicaciones por parte de algunos personajes
de la novela. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">De tal manera que el desarrollo argumental de la obra
comienza con la anécdota que es uno de sus recurrentes mitemas: lo que llaman
la leyenda del “esquinazo”. Según ésta,
fue Kiko, cuando ya tenía cierto reconocimiento en México, quien introdujo a Dámaso Pérez Prado en el
medio artístico de ese país. Ambos acordaron grabar un tema propuesto por Kiko (éste
palabreó los músicos, la posibilidad de grabar, etc.). Sin embargo, antes de
llevar a cabo el proyecto, Mendive se ausenta de México debido a una gira
musical. Estando fuera de ese país, oye por la radio unas notas que reconoció
en el acto: su “asere” se le había adelantado
grabando el tema sin contar con él. Fue así como Pérez Prado se
convierte en el Rey del Mambo y Kiko Mendive en el cómico de tercera que tantas
veces vimos por RCTV en Venezuela. Pero se
trata de una leyenda al fin y al cabo, puesto que también se incluye la otra
versión, el mentado “esquinazo” bien pudo ser un invento de Kiko para darse
importancia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">La historia del infortunado artista continúa su curso dentro
de la novela entretejida con los acontecimientos histórico- sociales de la
Venezuela de finales de los ochenta: estalla el “Caracazo”, lo que compromete
al personaje narrador, puesto que es periodista y trabaja en un noticiario
televisivo. Debido a eso debe reportar lo acontecido. En contacto con Consuelo,
una doctora que en un hospital abarrotado de heridos por armas de guerra o
muertos sin remedio alguno, le pide que denuncie lo que ve y ella le hace
conocer de primera mano. Sin embargo, Rául, el personaje narrador, le teme a la
censura, de modo que promete hacer un reportaje que sólo cumple parcialmente; con
lo que la novela deja sentado lo mucho que no se dijo, lo mucho que no se supo
sobre lo acontecido. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">Esta novela presenta, además, una trampa al lector amparada por los fueros
de la ficción: Raúl se encuentra en el hospital porque allí agoniza Kiko
Mendive, quien fallece por un proyectil de alto calibre que le destruye el
fémur. Esto ocurre en el 23 de enero, Kiko se había unido a los saqueos que
azotaron al país durante varios de esos aciagos días. Se había robado un teclado
en una tienda de música, y, mientas corría con su botín, fue alcanzado por la
bala mortal, algo que por cierto le ocurrió a mucha gente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">Debo confesar que caí en la trampa y creí que de veras ése había
sido el deshonroso final del simpático personaje que en ocasiones vi en las
pantallas de la televisión, hace unos cuantos años ya. Pues resulta que,
consultando en internet para escribir estas notas, me encuentro con que el
propio autor dice en una entrevista que el artista murió de mengua, pobre y
desasistido en el año 2000. ¿Entonces, por qué el escritor, quien ha utilizado
hechos y personas reales como punto de partida argumental de su novela,
ficcionaliza hasta ese extremo el final de su personaje?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">Ibsen Martínez es periodista, dramaturgo y ensayista muy
ligado a la televisión puesto que se
desempeñó como guionista en ese medio. No hay que olvidar que fue el autor de
la famosísima telenovela <i>Por estas calles</i>,
que se mantuvo en el aire por dos años con gran éxito de audiencia. Su relación
con el medio televisivo pareciera ser de amor/odio, de contacto y retiro, como
si de una relación no satisfactoria se tratara, según podemos deducir de lo
declarado en alguna entrevista. ¿Será el trato nada generoso que RCTV tenía
para con los artistas lo que lo impulsó a imaginar el trágico y degradante
final para Kiko Mendive? Sabemos que la verdad de la narrativa ficcional tiene que ver más con la
verosimilitud de lo que se narra que con la verificación de los hechos relatados,
contrastados con la realidad de lo sucedido. Entonces, ¿qué nos quiere decir el
autor con este pasaje de su novela? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">Transcribo algunos fragmentos para que el lector saque sus
propias conclusiones. Cuando Raúl recibe información sobre el grave estado de
su amigo, la doctora le pregunta: “El canal no tendrá seguro para sus artistas?
Aquí no lo podemos atender como se debe”. De seguidas acota el narrador: “Kiko
Malanga llevaba casi treinta años haciendo de cómico destajista sin ver jamás
un bono especial de fin de año. Si dejaba de aparecer en el show de los lunes a
las ocho, indefectiblemente a fin de mes le deducían del cheque un día de
salario”. Más adelante, muerto el
personaje, podemos leer:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">“Enterramos a Kiko el impecune en el Cementerio General del
Sur, en una parcela cercana a la ladera donde pocos días más tarde se abriría
una fosa común para los ametrallados del Caracazo y las víctimas de las
ejecuciones extrajudiciales, los ajustes
de cuentas y el fuego cruzado entre bandas de malandros que cundieron en toda
la ciudad al amparo del estado de excepción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">………………………………………………………………………………………………………………….<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">Kiko había actuado en el show de los lunes a las ocho como
caricato destajista durante venticinco años, sin contrato ni beneficios
sociales, y su gente no tenía dinero ni siquiera para el ataúd; ¿no podría el
canal asumir los gastos funerarios? Pero el ejecutivo sólo estaba autorizado a
pagar una corona de flores”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFQjC4pvQxpHLqG07Lz9EUT59F0B-UEYsY-jdnag5XYYRXJipp_TCk7uGpMedM1BacqyZqg1OG2X_7B6_5soSgZu_C9l37CGsVD5NZZCzTAbljqQUdoezFLEaFIurMNtpfsOKsAL1B5I_t/s1600/simpatia+por+King+Kong.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFQjC4pvQxpHLqG07Lz9EUT59F0B-UEYsY-jdnag5XYYRXJipp_TCk7uGpMedM1BacqyZqg1OG2X_7B6_5soSgZu_C9l37CGsVD5NZZCzTAbljqQUdoezFLEaFIurMNtpfsOKsAL1B5I_t/s1600/simpatia+por+King+Kong.jpg" height="240" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">Así que aquí encuentro la explicación de ese giro de la
imaginación: Kiko Mendive, y como él, de seguro, tantos artistas, fue utilizado por un canal de
televisión por años sin la menor atención a los beneficios laborales de los que
debería disfrutar. Es eso lo que
Martínez condena en su novela, según mi parecer. Por ello se inventa un final
tan denigrante para su personaje, el impacto obviamente es mucho mayor. Mientras
leía tales pasajes, recordaba el revuelo ocurrido en el país cuando se le
venció la concesión a la mencionada televisora (de esto también se hace breve
mención en la novela); los reclamos de los artistas, sobre todo, porque quedarían
cesantes; de sus demandas a favor de la
“casa” que tanto amaban. Me llegué a sentir poco solidaria porque nunca pude
identificarme con tales protestas, se trataba de un canal que casi no
sintonizaba desde hacía ya bastante tiempo por su mala programación, la peor
entre las tres principales televisoras privadas del país. Desperdiciar un medio
tan costoso transmitiendo pésimas telenovelas (ojo: no tengo nada contra ellas,
me encantan algunas brasileñas y chilenas), en series enlatadas de baja calidad
y películas diez mil veces proyectadas,
me parecía el colmo. Desperdiciar un medio tan poderoso en un país que necesita
tanta educación me resultaba imperdonable. Esto hasta que oí a Federico Vegas
en Mérida, durante la feria del libro de la Universidad de Los Andes. El
escritor presentaba su magnífico libro <i>La
ciudad y el deseo</i>, y al referirse al tema afirmó que no estaba de acuerdo
con el cierre del canal porque debería de garantizarse hasta la libertad de ser
mediocre. Me reí para mis adentros y coincidí con él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">Volviendo a <i>Simpatía
por King Kong</i>, las citas anteriores demuestran también las críticas a lo
ocurrido durante el “Caracazo”. Tampoco pierde el autor la oportunidad de ironizar
sobre los balances que los políticos exponían en televisión, sobre los análisis
risibles que hacían acerca del “estallido social”. Igualmente aprovecha para caricaturizar al
presidente del momento al que no menciona por su nombre llamándolo el
“NumberOne” y que calificó como cocainómano. De tal manera que esta novela es
una revisión irreverente e irónica sobre el país de ese entonces, que propicia,
a mi juicio, la reflexión sobre el país
que tenemos hoy. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">Ibsen Martínez se considera a sí mismo como un <i>escribidor </i>inclasificable. Pienso que el
canon literario venezolano no lo cuenta entre sus narradores más importantes,
quizá porque sólo tiene en su haber tres novelas y a pesar de haber logrado un
gran éxito de crítica y público como dramaturgo, con su obra <i>Humbolt y Bonpland, taxidermistas. </i>Por mi parte me atrevo a
disentir del autor, pues considero que su mejor novela es <i>El señor Marx no está en casa </i>(2009) porque supone un mayor
esfuerzo de investigación y escritura. Aunque puede ser que me equivoque, ya
que no he leído <i>El mono aullador de los
manglares</i> (2000), cuyo título no me atrae para nada. Habrá que cumplir con el deber de buscarla y
leerla para salir de dudas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">Quiero cerrar citando un amplio fragmento de la novela.
Luego de varios días de saqueos durante el “Caracazo”, el narrador sale a la
calle con un amigo, conduce por la avenida México y observa:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">“-Chico, fíjate que no hay ni una sola pinta en las paredes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">La ausencia de grafitis y de siglas al pie de estos le hacía
pensar que detrás de los motines callejeros en las ciudades-dormitorio y los
saqueos en la capital no había ninguna organización subversiva. Se burló
entonces de las señoronas del Country Club, las mismas que tres semanas atrás
se arrancaban entre sí los moños por estrechar en alguna recepción oficial la
mano de Fidel Castro –estrella entre todos los jefes de Estado invitados a la
coronación de NumberOne-; las mismas que se hacían lenguas de la estatura,
maneras, galantería, magnetismo personal y de lo bien que le sentaban los
trajes formales al Comandante, eran ahora quienes murmuraban que los saqueos no
podían ser sino obra de agentes encubiertos del G2 cubano, colados en la
nutrida comitiva de Castro y sembrados en Caracas; que había sido una
imprudencia de NumberOne invitar a semejante tipo a su toma de posesión”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">Cualquier posible analogía con lo que ha acontecido en la
hora actual es pura casualidad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">Ibsen Martínez (2013). <i>Simpatía
por King Kong.</i> Caracas: Planeta, p.166.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;">(Nota: mi buena y desmemoriada tía (tiene 90 años) repite lo
que por ahí anda en boca de mucha gente:
“éramos felices y no lo sabíamos”.
Después de leer esta novela me sigo preguntado ¿cuándo es que hemos sido
felices, que no me acuerdo?)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-HFapuWh4KG8NKcx5YE1Hj-eA8nx_tT68pu-LgbMeCoP8Q-5I3N5wnuxkuM9_Z0BfSP378TaKFUtSKGo1HU77ceoC7vH2TaboQKt8GRjpw3z5VNqFafJfWaDMafMr03YDGb3D9znVmJC3/s1600/Kiko-Mendive.jpg" imageanchor="1" style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: medium; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-HFapuWh4KG8NKcx5YE1Hj-eA8nx_tT68pu-LgbMeCoP8Q-5I3N5wnuxkuM9_Z0BfSP378TaKFUtSKGo1HU77ceoC7vH2TaboQKt8GRjpw3z5VNqFafJfWaDMafMr03YDGb3D9znVmJC3/s1600/Kiko-Mendive.jpg" height="300" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
(Kiko Mendive en algunas de sus facetas, siempre sonriente)</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt;"></span></div>
Bettina Pachecohttp://www.blogger.com/profile/11428244480089932343noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-1512776506739619712014-02-26T23:56:00.004-04:302014-02-26T23:56:42.823-04:30LA RIDÍCULA IDEA DE NO VOLVER A VERTE, de Rosa Montero<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqtlTWgjNeahK4P8rT48PksYl4ecpfXN30wgC-pAAe-2j4R-Pk2KBopfonBlb1C9D71FeQZ2QeWBn-NWVkRIOh7FnGbDfIbiPgE0q2w0sHmCT6Ow6cO_eVBiOjvZzhcYkapEFyFdCk-m63/s1600/rosa+montero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqtlTWgjNeahK4P8rT48PksYl4ecpfXN30wgC-pAAe-2j4R-Pk2KBopfonBlb1C9D71FeQZ2QeWBn-NWVkRIOh7FnGbDfIbiPgE0q2w0sHmCT6Ow6cO_eVBiOjvZzhcYkapEFyFdCk-m63/s1600/rosa+montero.jpg" height="147" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<b><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<b><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Rosa Montero y Marie
Curie: una relación de espejo<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La vocación literaria de Rosa Montero es palpable si
consideramos el número de libros publicados y los premios recibidos en lo que
lleva de vida. Periodista reconocida, tiene su sitial bien ganado dentro de la
literatura española de ficción, dado que ha publicado unas diez novelas, un
libro de relatos, una serie de cuentos para niños, entre muchos otros textos.
Debo confesar que la Rosa Montero novelista no me ha terminado de convencer y
eso que tiene en su haber novelas tan renombradas como <i>Te trataré como a una reina</i>
(1983) y <i>Bella y oscura </i>(1993). Prefiero a la Rosa Montero periodista, pues
sus crónicas, ácidas muchas de ellas y acertadamente críticas, me cautivaban
cada vez que podía leerlas en el diario <i>El País</i> de Madrid, así como las
publicadas en un libro de bolsillo que alguna vez cayó en mis manos. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Dicho lo anterior tengo que salvar de mi desapego
hacia sus novelas a <i>La loca de la casa</i>
(2003), dos veces premiada, quizá por lo que tiene de autoficción, lo que la
conecta con la realidad y la vida de la autora, aunque sea tras los velos de la
imaginación. Pero no es a esta obra a la que quiero referirme aquí —lo haré en
otra ocasión— sino a su, hasta ahora, última publicación: <i>La ridícula idea de no volver a verte </i>(2013). Se trata de un libro
realmente delicioso que me ha atrapado desde la primera página, obligándome a
leerlo de un tirón. La autora ha declarado en entrevistas televisadas que es un
libro escrito así mismo, de un tirón, disfrutándolo de principio a fin, lo que
no solía sucederle con otras obras, que siempre la habían sometido a tener que
“aguantar las tediosas larguísimas sentadas que ese trabajo implica”. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ante tal declaración la primera pregunta que se nos
viene a la mente es por qué fue tan fluida y diferente la escritura de este
libro. La autora, al hablar del mismo, lo considera inclasificable desde el
punto de vista del género al que pertenece, pues mezcla la biografía de Marie
Curie con la vida de la escritora, con sus reflexiones sobre la existencia, el
amor, la muerte, el papel de las mujeres en la sociedad a lo largo de la historia, entre otros variados tópicos. Junto a todo esto se incluyen fotografías
acertada o maliciosamente comentadas por Montero, las cuales le conceden ese toque
especial de verosimilitud que tanto sacia el morbo de lectores que, como yo, nos
encanta asomarnos a la vidas ajenas o, mejor dicho, a las de seres
excepcionales como esa extraordinaria mujer que fue Marie Curie y, en la escala
que le corresponde, como la propia Rosa Montero. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Vale decir, que se trata de una bio/autobiografía,
mezclada con el ensayo, muchas veces filosófico, por lo que tiene de reflexión
sobre la vida, la muerte y el amor, como ya he comentado. Digo esto (aunque la
autora rechace expresamente el contenido autobiográfico de sus obras) debido a
ese prejuicio de muchos escritores que los impulsa a desvalorizar los libros de
memorias, o por lo menos a no reconocerlos como tales. Compuesto por dieciséis
apartes o breves capítulos, una página de agradecimientos y un índice de hashtags,
culmina incluyendo el breve diario que Marie Curie escribió durante doce meses
para drenar el dolor por la muerte de Pierre, su marido, quien fue arrollado
por un coche de caballos cuando apenas contaba cuarenta y siete años. Es decir,
un libro de doble valor, un notable dos por uno. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y es ese diario el responsable de que <i>La ridícula idea de no volver a verte </i>se
haya escrito. Seix Barral le pide a Rosa que escriba un prólogo para una futura
edición del mencionado diario. Es así como la escritora queda subyugada por el
personaje y decide “contar su historia a mi manera”, “usar su vida como vara de
medir para entender la mía”. Y así comienza esa relación de espejo que en su
decurso nos va maravillando con la narración de la excepcional vida de Madame
Curie y, a su vez, con el duelo de Rosa quien había perdido al que fuera su
compañero durante veintiún años por un cáncer implacable, así como con el
notable conocimiento que ella demuestra sobre la vida y el ser humano. Es un
libro sobre la muerte, sobre el duelo, sí, pero también sobre el heroísmo de
vivir con una vocación por el conocimiento, por el saber, por la investigación,
por el afán desinteresado de dejar un legado a la humanidad y, claro está, por
la pasión de la escritura.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_Yt2FzfUXjfwO5TGG61e-i5FQUV6n_PDdTWZumoSxjmWOWFYocZYc0QGSumccduDUcBUuHgpxvBJbJ7aDho9-j5uwQL6du7Y41lUTjFkSDxzWS0b18j171MccJoFvcSgXHfoM2ydEJFe9/s1600/Marie+y+Pierre.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; font-size: medium; line-height: normal; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_Yt2FzfUXjfwO5TGG61e-i5FQUV6n_PDdTWZumoSxjmWOWFYocZYc0QGSumccduDUcBUuHgpxvBJbJ7aDho9-j5uwQL6du7Y41lUTjFkSDxzWS0b18j171MccJoFvcSgXHfoM2ydEJFe9/s1600/Marie+y+Pierre.jpg" /></a><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Desde las primeras páginas Marie nos es mostrada
como seguramente fue: “un personaje anómalo y romántico que parece más grande
que la vida”. “Una mujer nueva. Una guerrera. Una #Mutante”. Ganó el premio
Nobel dos veces, lo que sólo han obtenido otras tres personas. Sus logros
fueron alcanzados en tiempos en que a las mujeres les estaban permitidas muy
pocas cosas. Hasta 2011, puntualiza Montero, 786 hombres y sólo 44 mujeres han
sido distinguidas con el premio, la mayoría con el de la Paz o la Literatura. Y
es que las mujeres científicas han
figurado poco y a no pocas les han robado el premio. Entre ellas son
mencionadas Lise Meitner (1878-1968), quien participó en el descubrimiento de
la fisión nuclear y nunca se le reconoció; Rosalind Franklin, quien descubrió los
fundamentos de la estructura molecular del ADN, a quien un compañero de trabajo
le robó sus notas. Cuatro años después de su muerte por cáncer de ovario,
probablemente por exposición a los Rayos X, el premio de medicina se le concedió
a tres científicos entre los que se hallaba el que la robó; Jocelyn Bell, que
descubrió los púlsares y no se le reconoció pues el Nobel de 1974 se lo dieron
a su supervisor; y Henrietta Swan
Leavitt, brillante e ignorada astrónoma.
Montero incluye una cita del libro <i>Por
amor a la física, </i>de Walter Lewin, quien concluye al respecto: “Este tipo de
cosas ha pasado tan a menudo en la historia de la ciencia que el hecho de
minimizar el talento, la inteligencia y la contribución de la mujeres
científicas debería considerarse un error sistémico”. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Así que Marie Curie fue la primera mujer en recibir
el Nobel y la única en recibir dos, la
primera en licenciarse en Ciencias en La Sorbona, en doctorarse en Ciencias en
Francia, en tener una cátedra…”Una pionera absoluta”. También la primera en ser
enterrada por sus méritos en el Panteón de los Hombres Ilustres de París.
Aunque, comenta Montero con ironía, todavía sigue llamándose Panteón de los <b>Hombres</b> Ilustres, lo que le demuestra
que las desigualdades no han sido superadas del todo en la sociedad actual.
Estos análisis acerca del lugar de las mujeres en la sociedad, acerca de las
relaciones afectivas y de la forma de amar diferente de hombres y mujeres,
entre otros temas, son realizados desde
la perspectiva de género. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Es este otro de los aciertos del libro, una tribuna
de denuncia de lo padecido por las mujeres en el pasado, y que se extiende al
presente aunque cueste creerlo. Todo ello a propósito de la vida de Madame
Curie, del cúmulo de dificultades que pasó para poder estudiar, para ganarse el
respeto como investigadora en un mundo de hombres, para ganar una cátedra en la
Universidad, hasta para volver a amar luego de enviudar. Una guerrera en todos
los frentes, de un carácter tenaz y apasionado, aunque frío en apariencia. Se
trata, entonces, de una exposición en contrapunteo, una relación espejeante con
la propia vida de Montero, pues ella también tuvo que luchar en su juventud para ser
respetada como individuo pensante, y, como Curie, padeció un triste duelo por
la muerte prematura de Pablo, su esposo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Un detalle a destacar es la presencia expresa del
narratario en la enunciación del discurso. La autora se dirige con frecuencia a
los lectores, con la confianza de una conversación. Aunque se dirige a un tú o a un ustedes sin
discriminar con respecto al sexo de su
destinatario, se me antoja que es un discurso que pareciera estar comprometido
mayormente con la mujer, como si el espejo de papel y tinta también reflejara a
quien se asoma a estas páginas. La identificación de la lectora con lo que se
narra parece ser objetivo consciente de la escritora, quizá por eso nos resulta
un libro tan delicioso, tan conmovedor. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y, para cerrar con broche de oro, valga el lugar
común, un breve comentario sobre las páginas finales del libro, constituidas
por el brevísimo diario que Marie escribió luego de la trágica muerte de Pierre
Curie, de una de cuyas frases proviene el título del mismo. Dirigido a su amado
esposo, como si de una carta se tratase, esta notable mujer, tan estoica, tan seria y adusta, según
la vemos en sus fotografías, demuestra su verdadera naturaleza intensa y
amante. Sin pudor alguno deja salir todo su dolor por la pérdida de ese gran
amor, de ese ser humano tan especial que fue su marido. Resultan unas páginas altamente
emotivas, toda una lección sobre lo que significa la inmensidad de la soledad y
el vacío luego de la pérdida de un ser querido, así como de la lucha valiente
de la que ha padecido tal pérdida, quien a pesar del desaliento y la
desesperación no desestima la posibilidad de recuperar las ganas de vivir. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmvN9X2naI7ILfPNGc-BAGoIt40l34HyeyXSsC5HCmYYqN0_ZNC77F3jnJmK_fM8ghDBGR7TQNql5wqLhKsXCngD29UxONs8h7FGhVL4MRZMa2Hst1Hupf7TadunlM7AfJlrNcDhThVw5j/s1600/Marie+y+Pierre+con+bicicletas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmvN9X2naI7ILfPNGc-BAGoIt40l34HyeyXSsC5HCmYYqN0_ZNC77F3jnJmK_fM8ghDBGR7TQNql5wqLhKsXCngD29UxONs8h7FGhVL4MRZMa2Hst1Hupf7TadunlM7AfJlrNcDhThVw5j/s1600/Marie+y+Pierre+con+bicicletas.jpg" /></a><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">De modo que no encuentro mejor manera de culminar
estas notas que recomendar la lectura </span></span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">de este libro, ya que nos revive la vida
ejemplar de una mujer cuyo amor a la ciencia, así como al compromiso de dejar
un legado a la humanidad, la llevó hasta el sacrificio. No olvidemos que murió
prematuramente contaminada por las radiaciones a las que</span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">sus investigaciones la expusieron. Y, junto a
ello, es necesario destacarlo, no son menos interesantes los comentarios
acertados, sabios y no menos conmovedores de esa dotada escritora como lo es
Rosa Montero. </span><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Rosa Montero (2013). <i>La ridícula idea de no volver a verte.</i>
Barcelona: Seix Barral, p.237.</span></span><br />Bettina Pachecohttp://www.blogger.com/profile/11428244480089932343noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-85786017999287510312014-02-25T02:40:00.003-04:302014-02-25T02:45:35.493-04:30CINCO LIBROS, MUY BUEN PRECIO<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No fui a
buscarlos. Sólo fue una ronda de rutina. Ver qué hay por ahí. No hace falta
buscar mucho. Es tanto lo que no he leído que es fácil hallar títulos por
doquier. Aquí les dejo varios títulos que he conseguido a muy buen precio en
Nacho. A pesar de que me siento incómodo haciendo la publicidad, debo decir que
siempre se consiguen buenas ofertas en esa tienda. Claro, si el lector busca “calidad
y no sólo novedad”, como le comenté a una amiga en una de sus publicaciones.<span style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Los comentarios
publicados aquí no son de mi autoría. Se trata de las sinopsis en las
contracubiertas de los libros. Los compré hoy, y sólo tuve oportunidad de leer
uno. Pero, no quería dejar pasar la oportunidad de compartir con ustedes este
hallazgo, por si se animan a ir a buscar en estas librerías a ver si consiguen
algo que les guste. Al final, les adjunto el recibo de compra, para que puedan
constatar la ganga (¡vaya palabra!). Espero más adelante publicar algún
comentario sobre estas obras. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></i></b>
<br />
<div style="text-align: center;">
<b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> *********</span></span></i></b></span></span></i></b></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRRZ8O_1tddrt7wqD1Z8hRAozdmmgloqLeVrIfCEUh6R0pGw5I-1K9MQsnoy8xZhmUchtGsZ25ZWZODZwWKMIS106TXbjux2NCCYjrv895ukOzKOEpNphQnJVRMI3MOrgNxu5kv2xdI6Gs/s1600/Coetzee+-+Desgracia.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="J. M. Coetzee - Desgracia" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRRZ8O_1tddrt7wqD1Z8hRAozdmmgloqLeVrIfCEUh6R0pGw5I-1K9MQsnoy8xZhmUchtGsZ25ZWZODZwWKMIS106TXbjux2NCCYjrv895ukOzKOEpNphQnJVRMI3MOrgNxu5kv2xdI6Gs/s1600/Coetzee+-+Desgracia.JPG" height="320" title="J. M. Coetzee - Desgracia" width="212" /></a></div>
<b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">DESGRACIA<o:p></o:p></span></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">J. M. COETZEE<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Random House Mondadori (DeBolsillo), 2009. Colombia<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A los cincuenta y dos años, el profesor David Lurie
tiene poco de lo que enorgullecerse. Con dos divorcios a sus espaldas,
apaciguar el deseo es su única aspiración. Cuando se destapa su relación con
una alumna, David, en un acto de soberbia, preferirá renunciar a su puesto
antes que disculparse en público. Rechazado por todos, abandona Ciudad del Cabo
y va a visitar la granja de su hija Lucy. Allí, David verá hacerse añicos todas
sus creencias en una tarde de violencia implacable. <i>Desgracia</i>, que obtuvo el prestigioso premio Booker, es una historia
profunda y extraordinaria que no dejará indiferente al lector.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">«Las novelas luminosas y desconcertantes de J. M. Coetzee revelan que la
verdad es siempre extranjera.» Javier Marías<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">[Es necesario que agregue sobre este libro que la
portada es el poster promocional de la película basada en la novela, dirigida
por Steve Jacobs, en 2007, y protagonizada por John Malkovich. Vi esa película
apenas el año pasado, seis años después de su lanzamiento. Los críticos de
Rotten Tomatoes le dan 89 % de su aceptación, mientras que los usuarios del
sitio web dan 62 %. Yo estoy de acuerdo con los críticos.] </span></span><br />
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3Rste1_4lB_3AY-_l0IGUn-8zbUAcH18PzfNNHCqvMhyphenhyphenf5Xve5KGkoVoUq0swP6sVOlmX7mUed-_O5VyFm8QkBI-GwOxcOwI1zKARdfLseQ6r2UCU6YFSfrF77oQdITFAhvb4ZwFoosQK/s1600/Fontanarrosa+-+No+s%C3%A9+si+he+sido+claro.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3Rste1_4lB_3AY-_l0IGUn-8zbUAcH18PzfNNHCqvMhyphenhyphenf5Xve5KGkoVoUq0swP6sVOlmX7mUed-_O5VyFm8QkBI-GwOxcOwI1zKARdfLseQ6r2UCU6YFSfrF77oQdITFAhvb4ZwFoosQK/s1600/Fontanarrosa+-+No+s%C3%A9+si+he+sido+claro.JPG" height="320" width="220" /></a></div>
<b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">NO SÉ SI HE SIDO CLARO Y OTROS CUENTOS</span></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">R. FONTANARROSA<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ediciones de la Flor, 2004. Buenos Aires<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><span lang="ES-VE">Roberto Fontanarrosa</span></b><span lang="ES-VE"> nació en
Rosario, Argentina, en 1944. Ha publicado hasta el momento <b>Best Seller, El Área 18 </b>y <b>La
Gansada</b> (novelas), <b>El mayor de mis
defectos, el mundo ha vivido equivocado, La Mesa de los Galanes, Los trenes matan
a los autos, Nada del otro mundo, Puro fútbol, Te digo más…, Una lección de
vida, Uno nunca sabe </b>y<b> Usted no me
lo va a creer </b>(cuentos). En materia de humor gráfico, a las series de sus
personajes <b>Inodoro Pereyra</b> y <b>Boogie el Aceitoso</b> se suman, entre
otros, <b>El fútbol es sagrado</b>,<b> Fontanarrosa de penal</b>,<b> Los clásicos según Fontanarrosa</b>,<b> El segundo sexo de Fontanarrosa</b>,<b> Fontanarrosa y los médicos</b>,<b> Fontanarrosa y la pareja</b>,<b> Fontanarrosa y la política</b>,<b> Fontanarrosa contra la cultura</b>,<b> Fontanarrosa es Mundial</b>,<b> Fontanarrosa y el fútbol</b>,<b> 20 años con Inodoro Pereyra </b>y<b> Todo Boogie.</b></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcgniMo7Lhx5T7oRsMCX6eUhhHQGZi_P0YIB6bfiyj8rdmi4pz0A1bPkd2aqqnDVqmPsB8jA0uWGyd0gOA4Xmf1I44BJKw7Fx4dnRERFmmtWgX970KChkMf0lvbEOoWapx1AG2Pui5jAju/s1600/Juan+Jos%C3%A9+Mill%C3%A1s+-+Viva+el+silencio.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcgniMo7Lhx5T7oRsMCX6eUhhHQGZi_P0YIB6bfiyj8rdmi4pz0A1bPkd2aqqnDVqmPsB8jA0uWGyd0gOA4Xmf1I44BJKw7Fx4dnRERFmmtWgX970KChkMf0lvbEOoWapx1AG2Pui5jAju/s1600/Juan+Jos%C3%A9+Mill%C3%A1s+-+Viva+el+silencio.JPG" height="320" width="241" /></a><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><i><span lang="ES-VE"></span></i></b></span><br />
<b style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><i><span lang="ES-VE">VIVA EL SILENCIO</span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">JUAN JOSÉ MILLÁS<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">H Kliczkowski (mini letras), 2006. España<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Este es el segundo libro de Juan José Millás que
publicamos en esta colección. Sin duda los lectores lo celebrarán, como lo han
hecho con el primero. La pasión por el absurdo y la fantasía todopoderosa son
el material intrínseco de estos mini relatos, y el humor y la ironía su
instrumentos más eficaz. Como un agudo observador de la realidad-irrealidad,
Juan José Millás aborda todo tipo de anécdotas domésticas, políticas o
culturales, planteando mediante fábulas o textos fantásticos una crítica ética
que nos ayuda a comprender mejor nuestro mundo interior.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUoV3S1XjAxDaPFApPvqq94FCT5_Mg5TS0KCT4RfDY5Eofp7NrjqupWgMjbQl9ChjbT7c5H4ciOvommBHb71Tp75xyKAf8zzPlUDKu9TEQ6i8Q1LF_U6Q-jDfIF8g2mw8yoIKpftVfZqFF/s1600/Javier+Mar%C3%ADas+-+Una+noche+de+amor.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><br /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUoV3S1XjAxDaPFApPvqq94FCT5_Mg5TS0KCT4RfDY5Eofp7NrjqupWgMjbQl9ChjbT7c5H4ciOvommBHb71Tp75xyKAf8zzPlUDKu9TEQ6i8Q1LF_U6Q-jDfIF8g2mw8yoIKpftVfZqFF/s1600/Javier+Mar%C3%ADas+-+Una+noche+de+amor.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUoV3S1XjAxDaPFApPvqq94FCT5_Mg5TS0KCT4RfDY5Eofp7NrjqupWgMjbQl9ChjbT7c5H4ciOvommBHb71Tp75xyKAf8zzPlUDKu9TEQ6i8Q1LF_U6Q-jDfIF8g2mw8yoIKpftVfZqFF/s1600/Javier+Mar%C3%ADas+-+Una+noche+de+amor.JPG" height="320" width="230" /></a><b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"></span></span></i></b><br />
<br />
<b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">UNA NOCHE DE AMOR</span></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">JAVIER MARÍAS<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">H Kliczkowski (mini letras), 2006. España<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i><span lang="ES-VE">Una noche de amor</span></i><span lang="ES-VE"> nos presenta
cuatro de los relatos más elogiados de Javier Marías. Cuentos brillantes que
mezclan la realidad con el misterio. Historias excepcionales y protagonistas
insólitos: desconocidos que comparten confidencias, difuntos, amantes,
personajes que luchan por diferenciarse de sus dobles, nos sorprenderán y
atraparán.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"></span></span></i></b><br />
<b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></i></b></span></span></i></b>
<b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></i></b></span></span></i></b>
<b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></i></b></span></span></i></b>
<b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></i></b></span></span></i></b>
<b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></i></b></span></span></i></b><b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></i></b><br />
<b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></i></b>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrybOwNT26-XzSrTJ2NBqSQNQvoNB6GStXrza5bM1Q0ecngIknLJbEjVA7vFVBpcNbcPTOY3YB-Q61kYaJz8ubeZVt6fKonc_3pBkh9j5RHa_IeoyzdODYwX5Cc7FA45TJKMZ39r0DFTMu/s1600/P%C3%A9rez-Reverte+-+Sobre+hombres+y+damas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrybOwNT26-XzSrTJ2NBqSQNQvoNB6GStXrza5bM1Q0ecngIknLJbEjVA7vFVBpcNbcPTOY3YB-Q61kYaJz8ubeZVt6fKonc_3pBkh9j5RHa_IeoyzdODYwX5Cc7FA45TJKMZ39r0DFTMu/s1600/P%C3%A9rez-Reverte+-+Sobre+hombres+y+damas.jpg" height="320" width="226" /></a><b><i><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">SOBRE HOMBRES Y DAMAS,<o:p></o:p></span></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">ARTURO PÉREZ-REVERTE<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">H Kliczkowski (mini letras), 2006. España<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">“El público siempre espera con interés la llegada de
un nuevo libro de Arturo Pérez-Reverte.
Es uno de los autores más leídos y traducidos de la literatura española
contemporánea.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En este libro les ofrecemos una selección de sus
escritos periodísticos, donde destaca su lúcida y aguda visión acerca de la
condición humana. Los temas que aborda pueden ser desopilantes, melancólicos,
mordaces o irónicos, pero resultan siempre interesantes y los recursos
literarios sorprendentes.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A pesar de la variedad del material, todos tienen un
denominador común: su inteligencia, su calidad narrativa y su ternura.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A lo largo de estas
páginas, el lector, para su deleite, hallará formas distintas de verse a sí
mismo, expuestas de manera ágil, divertida y desprejuiciada"</span></span><br />
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhPp7ag_4WBJgtQ0RMMQaEn8uZLrdH5OZAa41lh7bdCnTlisiikx4UY8I0v3moZB0qaJv9wKV8sUR6S3AoChFl4DbiZEfzHEbtwbp_a-gPPp5-7JlkutBC3_Ba9b2P0oSiZwE1GxTJItw1/s1600/Buenos+precios.jpg" imageanchor="1" style="line-height: normal; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhPp7ag_4WBJgtQ0RMMQaEn8uZLrdH5OZAa41lh7bdCnTlisiikx4UY8I0v3moZB0qaJv9wKV8sUR6S3AoChFl4DbiZEfzHEbtwbp_a-gPPp5-7JlkutBC3_Ba9b2P0oSiZwE1GxTJItw1/s1600/Buenos+precios.jpg" height="316" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
(La prueba de la ganga)</div>
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"></span></div>
Bernardo Navarrohttp://www.blogger.com/profile/07887893016841859535noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-23102456136357602312014-02-14T22:19:00.001-04:302014-02-14T22:29:49.102-04:30EL GENERAL DE LA ROVERE (y otros héroes), de Indro Montanelli (y Parte III)<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hasta este punto he
considerado la parte del libro que corresponde a <i>El general de la Róvere</i>. Ahora me gustaría hablar de los …<i>Otros héroes</i>. Claro, no sin antes
aclarar que harían falta muchas páginas para tratar con la atención adecuada
los demás personajes de la parte inicial de las historias. El propio coronel
Müeller, presente en el “drama” de Giovanni Bertone De la Róvere, es una figura
a la que bien valdría la pena dedicar unas cuantas palabras, pero para no
extenderme más, creo decir mucho y nada, apuntando que es el antecesor más
directo que he conseguido en la literatura del también coronel Hans Landa (<i>Unglorious Basterds</i>, de Quentin
Tarantino). No por el encanto o los cambios bruscos (deliberados) de una
personalidad afable a una siniestra. Más bien por la frialdad de sus cálculos,
el decoro de su inhumanidad.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ya anticipé que otras ocho
semblanzas componen esta parte del libro de Montanelli. La primera de ellas es de
Vittorio de Sica, el legendario director del <i>Ladrón de bicicletas</i>. No es un retrato condescendiente y
laudatorio. Todo lo contrario. Podría pensarse que don Indro trata con más
rudeza a los que sabe que por la cercanía sabrán disculparla. Y de Sica lo
sabe, intuye esa falta de indulgencia en su amigo y por eso dice entre
divertido y alerta ante cierta indiscreción: “Chitón [señalando a Montanelli].
Éste es capaz de escribir también esto…” Y no se equivocó.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Por supuesto que lo más
resaltante de la nota no es la mordacidad. Es la profundidad con la que el
autor puede ver a través de los hechos, de lo particular, para mostrar un
retrato del carácter de lo humano. Lo que queda más patente de esta lectura de
la personalidad de Sica es la proyección del conocimiento que tiene don Indro
Montanelli de los detalles, y esa fineza lingüística (afortunada traducción)
para plasmar ideas viejas con un registro que parece nuevo: <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">De Sica, sobre los cincuenta ya, ha engordado un poco
y ha encanecido, pero ni el éxito ni los trabajos han logrado oscurecerle
aquella pátina de infantil inocencia que hizo de él el actor más tiernamente
amado por los espectadores y más aún por las espectadoras, lo cual es monopolio
exclusivo de ciertos napolitanos y de ciertos ingleses. Un día, acaso, De Sica
será antiguo; viejo, jamás (:100).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Para mí, estas palabras no
dejan de tener cierta familiaridad, cierto parentesco amable con los retratos
de García Márquez sobre sus amigos, y en eso sí debe tener su cuota el
traductor. Como sea, lo que importa es que a partir de esta semblanza puede
fijarse un rumbo que determina el tono de las demás: observaciones amistosas o
sutilmente mordaces de personajes disimiles en los que se traduce una época,
post Segunda Guerra Mundial, y varios caracteres forjados a la sazón.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Militares, profesores,
actores y artistas en general conforman el mosaico de estos retratos escritos
en los que se traslucen facetas interesantes del espíritu humano. Bien vale la
pena señalar aquí que gracias a un afortunado vicio profesional, estas semblanzas
están estructuradas como episodios; anécdotas divertidas o tragicómicas, de las
cuales Montanelli rescata los detalles de la personalidad de sus conocidos para
construir personajes (puede decirse) universales.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y digo que es un afortunado
vicio profesional porque a diferencia de la mayoría de semblanzas, en las
cuales se hace un recuento de las cualidades o defectos de una persona, en los retratos
de Montanelli, como buen periodista, lo que prima es el detalle de un momento, de
una acción, de un episodio. Si aparecen varios hechos en la vida de un
personaje, es solo para contextualizar, es decir, para informar al lector de
aspectos generales de la vida del personaje, que le ayuden a comprender
cabalmente sus móviles.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cualquiera de los personajes
resultaría una buena muestra de ella, por ejemplo, “Kuebler”, la semblanza de un
teniente coronel ex oficial nazi, quien un buen día, aparentemente ante los
cambios de planes de su fin de semana, se deja aplastar por un muro. Este personaje
patético, a quien Montanelli conoce de oídas, le sirve para construir un
retrato harto claro del espíritu de los oficiales de regímenes totalitarios para
quienes pensar, tomar sus propias decisiones, no es una opción:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Kuebler había sido un “funcionario”, o sea un “ejecutor
de órdenes” ejemplar, mientras las órdenes le habían llegado de “arriba”, de
una anónima “autoridad” … Pero sobre el modo de pasar un <i>week-end</i> no existían órdenes … Estoy seguro de que, cuando se situó
debajo de la vacilante cornisa, tuvo justamente la sensación de cumplir una
orden con aquella perfecta elección de tiempo y de movimientos con las que él
había cumplido siempre las órdenes. Y en sustancia no se mató, pues ello
hubiera entrañado su responsabilidad; se dejó, más disciplinado y
funcionarescamente, matar “desde arriba” (p.119).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Claro que hay otros
episodios más amenos, cargados de esa mordaz elocuencia de Montanelli para descifrar
las contradicciones de las convicciones humanas. La cual, todo hay que decirlo,
está muy relacionada con la inocua misoginia de Montanelli que —¿para qué
negarlo?— saca algunas risillas. Este es el caso de “Ciervo blanco”, un
supuesto “nativo americano”, quien en realidad es un napolitano de cepa que se
gana la vida montando un show de habilidades circenses. El caso es que el
pretendido príncipe sioux es descubierto por una amiga de Montanelli, la mañana
después del espectáculo, gracias a un pequeño pero definitivo detalle.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Al subir a mi habitación del hotel … [Luisa] me dijo
que había visto en el salón a Ciervo Blanco, vestido igual que cuando estaba en
el escenario.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">-Es natural –dije-. Para él, las plumas en la cabeza
son como la corbata para mí.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La señorita se rió.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">-¿Crees tú? –dijo-. Ése es de tu misma raza; es
italiano.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">-¿Un italiano con esa piel? –protesté, indignado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">-La piel se cambia como se quiere. Lo que no se puede
cambiar es la mirada con que los italianos, todos los italianos y tan sólo los
italianos, acompañan a una mujer cuando pasa por delante de ellos. Y él, me ha
mirado así.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hice rápidamente un pequeño examen de conciencia y
luego dije:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">-Vuélvete, Luisa, y paséate delante de mí. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Luisa obedeció y controlé mis pupilas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">-¿Sólo nosotros, los italianos…? –le dije al poco.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">-Sólo vosotros, los italiano –respondió Luisa con
seguridad.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">-¡Vamos! –dije entonces-. Pero cuando lleguemos al
salón, precédeme unos diez metros.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En el salón, efectivamente, estaba Ciervo Blanco
sentado en un sillón, con sus plumas, su <i>tomawak</i>,
su <i>calumet</i> y un periódico en la mano.
Pero cuando pasó Luisa, levantó la cabeza, y pude ver que sus pupilas seguían
una trayectoria idéntica a la que poco antes siguieran las mías, yendo a
detenerse en el mismo punto, rotundo y hermoso, de aquel cuerpo femenino
(p.133).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Como se ve, son pequeñas
historias, que por su estructura y sus recursos parecen antes cuentos que
reportajes. La sorpresa del final, la intimidad de sus acciones, la
especificidad del personaje, todo hace pensar en un relatos literarios, los
cuales seguramente han sido enriquecidos con la imaginación de Montanelli, pero
en los que prevalece el interés por dibujar (o intentar el boceto) del carácter
humano, en su imperfección o en su maravilla.<o:p></o:p></span></span></div>
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">No es un libro
particularmente profundo ni fundamental, pero cuando se lo lee con el propósito
de descifrar sus alcances, yo diría que lo que nos permite comprender </span><i style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El general de la Róvere (y otros héroes)</i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">,
de Indro Montanelli, es que los buenos libros (como las buenas películas) se
construyen no con buenas historias, sino con buenos personajes. Es una verdad
antigua, pero no deja de ser oportuna. Menos ahora cuando hay tanto </span><i style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">best seller</i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"> suelto. Así, cuando un nuevo
escritor se presenta a un editor para decirle que tiene una buena idea para un
libro, éste último debería responderle como Mallarmé: “Los buenos libros no se
escriben con ideas, sino con personajes”. Y de eso, Montanelli sabe mucho, como
lo demuestra este libro.</span></span></span></div>
Bernardo Navarrohttp://www.blogger.com/profile/07887893016841859535noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-59864317824525360452013-11-23T20:45:00.001-04:302013-11-23T23:28:58.709-04:30EL GENERAL DE LA ROVERE (y otros héroes), de Indro Montanelli (Parte II)<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i><span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;">El general De la Róvere (y otros relatos)</span></i><span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"> está dividido en dos partes. La primera corresponde
al relato sobre el periplo de Giovanni Bertone para terminar siendo el general
De la Róvere a petición del Coronel Müller, oficial del ejército alemán
encargado de neutralizar el avance de la resistencia en el Norte de Italia. La
segunda, se compone de nueve semblanzas sobre personajes para quienes la postguerra
es un tema común. Todo el libro es una mirada acuciosa sobre la personalidad de
los personajes; un retrato estimulante sobre el carácter humano, sobre sus
actos, y también sobre sus posible móviles.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Bertone, el primero de estos
personajes, es un gran actor. Lo es tanto que termina convirtiéndose en el
papel que interpreta. Diría Borges, el recurso no es nuevo. El valor patético
que adquiere su trasmutación, tal vez sí lo es. O al menos es sinceramente
patética y por eso digna de atención.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Lo conocemos originalmente
como el mayor Grimaldi, y de este nombre y rango, también falsos, se aprovecha
para timar a los familiares de los prisioneros de guerra. Un crimen execrable,
que ganaría el desprecio automático de cualquiera. Pero, el quid de su historia
es la oportunidad que le ofrece el coronel Müeller para su propia conveniencia
(la del coronel): tomar el lugar, con nombre, rango y prestigio del general De
la Róvere.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Decir que Bertone termina
asumiendo completamente la identidad del general no es suficiente, ni preciso.
Como no conocemos al general, no sabemos si las acciones de Bertone
corresponden con las que el propio general realizaría. Sus compañeros de
prisión tampoco lo conocen, el coronel Müeller no tuvo ocasión de entrevistarse
con él; la esposa del general que se presenta ante el coronel, a riesgo de su
vida, suplicando aunque sea una mirada a su esposo, es convencida de que esto
le haría más mal que bien al general, así que ella tampoco logra estar ante su
esposo creado por Bertone y Müeller. Más justo sería decir, entonces, que
Bertone es el general.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Asume una actitud digna,
estoica, y lleva el presidio y las torturas con la dignidad de un verdadero
combatiente, aunque nosotros sepamos que es una actitud también fingida. Pero
no deja de ser en cierto modo Bertone; no el estafador, el impostor, sino el
Bertone advenedizo, el oportunista, el inocuo “granuja” que aprovechó la
oportunidad de ser alguien más para “bien”. Lo vemos hablar con el coronel
Müeller, ya que esa es su misión al tomar el lugar del general: servir de espía
entre los prisioneros. Pero, lo que logra comunicarle son apenas evidencias
inconexas, pistas que no conducen a ningún lugar. De modo que su papel de espía
es, de muchas formas, sólo nominal. Nunca revela nada comprometedor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Bien visto, Bertone es un
héroe que no pretende serlo. Es tan sólo una figura que se magnifica por ser
algo que bajo otras circunstancias se hubiese considerado pedante, ya que exige
cada tanto un trato digno de su rango. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pilar Cordoñer Soria, en un
capítulo del libro <i>Las órdenes militares:
realidad e imaginario</i>, dice que esa actitud no es arbitraria ni casual,
sino que busca recordar a los prisioneros que a pesar de las condiciones la
dignidad debe prevalecer. Algo que me hace recordar al coronel Nicholson, de <i>El puente sobre el río Kwai</i>: “No somos
reos. Somos soldados prisioneros, y la disciplina debe mantenerse”. Es una
lectura válida, sólo hay que recordar que el propósito de Bertone no es ser un
ejemplo, sino el general que necesita el coronel Müeller.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No obstante, la
transformación progresiva termina por convencernos de cualquier lectura
redentora de Bertone: el general De la Róvere se congracia con sus compañeros
de celda, italianos o no, les defiende de su draconiano carcelero, expone su
integridad física por ellos. El patriotismo que despierta y enciende entre los
demás prisioneros no solamente es justificable, sino comprensible. Hasta se
dirige al coronel Müeller como si se tratara realmente de dos oficiales
hablando de las condiciones de la prisión. (Una vez más es imposible no pensar
en el coronel Nicholson y su contraparte, el comandante Saito).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Bertone es el mismo y
también su reverso ideal, De la Róvere. Las acciones al final de su vida quizás
no redimieran sus felonías pasadas, pero tampoco deben ignorarse que llegado el
momento se comportó con dignidad, y es lo que nos informa Indro Montanelli al
justificar las razones por las que decidió salvar a este personaje de la
ignominia o el olvido: <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: .5in;">
<i><span lang="ES-VE" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Mas ¿fue verdaderamente un traidor Bertone de la
Róvere? No lo sé. Sé solamente que cayó como aquellos que no lo eran. Y sé
también que Jesucristo no se sintió ofendido por la vecindad de Barrabás. Como
fuere, yo no me propongo juzgar a ese polivalente e inquietante personaje,
quien acaso tampoco supo dónde y cómo cesó de ser un aventurero para
convertirse en héroe, y cómo, una vez incorporado al drama, no sé mostró ajeno
a él.</span></span></i><span lang="ES-VE"><o:p></o:p></span></div>
Bernardo Navarrohttp://www.blogger.com/profile/07887893016841859535noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-87463166625352018782013-11-11T20:33:00.002-04:302014-02-15T14:41:34.566-04:30EL GENERAL DE LA ROVERE (y otros héroes), de Indro Montanelli (Parte I)<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikcrPYlgBiGjj_qcyCwZu2YWZ5RfpRW4D0OcKv0Uftblq_uPR7EYviGZ32jVd3UkqSx7RCgPPszCXogXkziaNYRJbk9oPTQkdlHLZ7SunvYvhIqtv6pRvC5lH70xdor4McQb-OR43dfvy8/s1600/el-general-de-la-rovere-sp0-3641-MLM4494508108_062013-F.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikcrPYlgBiGjj_qcyCwZu2YWZ5RfpRW4D0OcKv0Uftblq_uPR7EYviGZ32jVd3UkqSx7RCgPPszCXogXkziaNYRJbk9oPTQkdlHLZ7SunvYvhIqtv6pRvC5lH70xdor4McQb-OR43dfvy8/s320/el-general-de-la-rovere-sp0-3641-MLM4494508108_062013-F.jpg" height="320" width="188" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hace unos años, Luis
Mora-Ballesteros me presentó a Indro Montanelli. El solo prólogo de <i>Historia de Roma</i> me persuadió de que es
uno de esos escritores que uno disfruta leyendo, no importa el tema del que
escriban. Tengo presente que, en muchos sentidos, leer traducciones es una rara
forma de conocer el estilo de un escritor, pero supongo que hay que confiar en
el criterio de los traductores, el cual, por lo general, es acertado. Digo esto
a propósito de que una de las principales virtudes de los libros de Montanelli
es la gran dosis de humor con que relata la historia oficial y la no tan
oficial. En ello, por supuesto, al leerlo en español, tiene mucho que ver el
traductor. Como sea que uno quiera lidiar con esa incierta relación con las
lecturas de “segunda mano”, lo importante en este caso es que Montanelli es uno
de esos personajes literarios que, al decir de Bloom, tienen una vida tanto más
valiosa estéticamente que su propia obra. La cual combinada con una rica prosa
y un exquisito sentido del humor dan como resultado libros de altísima factura
literaria, ya sea que se trate de artículos periodísticos, tratados de
historia, crónicas de guerra o híbridos entre todo eso y literatura propiamente
dicha (cuentos, novelas, ensayos, etc.)<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El libro que sirve de
tema central en la presente entrada es un buen ejemplo de ello.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><i><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">El
general de la Rovere (y otros héroes)</span></i><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">
probablemente me encontró a mí. Un hallazgo afortunado en medio de la
incipiente lluvia, la monotonía del tráfico caraqueño y la mirada perdida de
Lázaro Cárdenas. Una bella edición, a pesar de los rigores del tiempo, en pasta
dura ilustrada, un papel que alguna vez quizás fue blanco y 158 páginas en
papel bond que se mantiene intacto a pesar de los cuarenta y tres años que han
pasado desde que salió de la imprenta.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero ¿a qué vienen
estos detalles que muy probablemente le parecen superfluos, amable lector? A
que las historias contenidas en <i>El
general de la Rovere…</i> funcionan precisamente a partir de detalles
cotidianos que se van magnificando con el paso del tiempo, hasta llegar a
constituir parte fundamental de hechos verdaderamente trascendentales, si no
para la historia de la humanidad, por lo menos sí para la de los implicados, el cual
es un nivel de historia tan capital como cualquier otro.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Una de las
peculiaridades de este libro es que primero fue película. En palabras del
propio Montanelli: <span style="background: white; color: #444444;">«</span>Este
pequeño libro no es sino la traducción en términos narrativos del llamado
“tratamiento” sobre el cual se ha basado el guión cinematográfico<span style="background: white;">». Dos de los implicados en dicho proyecto fueron nada
más y nada menos que Roberto Rossellini, como director, y Vittorio de Sica, en
el papel principal. (Excelente película debe ser).<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span lang="ES-VE" style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Hace
unos meses (más de un año, en realidad), intentaba disertar en mi tesis de
maestría acerca de este poco habitual recorrido de los argumentos: de la
pantalla al papel. No sé muy bien por qué, pero no resulta muy ingenioso
escribir un libro a partir del argumento de una película. Puede ser que los
libros se tienen por autoridades más primigenias y seculares que las películas,
hijas de un arte que apenas es centenario. Pareciera como si una ley no
sancionada aplicara en estos casos: la palabra escrita debe refrendar la historia
antes que cualquier otro código. Claro que por la naturaleza misma del relato(-s)
IndroMontanelli puede darse el lujo de obviar esta regla consuetudinaria.</span><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Antes decía que la vida
de Montanelli es rica en anécdotas y peripecias. Ignoro en este momento si
existe alguna biografía suya, aunque dada la gran cantidad de crónicas que
escribió, bien puede uno hacerse a una idea de una buena parte de las
experiencias de su vida. No quiero extenderme en un tema que desconozco, así
que lo mejor es que comente que <i>El
general de la Rovere…</i> tiene como relato principal una de estas
interesantísimas anécdotas de la vida de Montanelli.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En la Segunda Guerra
Mundial, IndroMontanelli es capitán de la coalición antifascista conocida como
la Resistencia Partisana, la cual hacía frente al régimen de Benito Mussolini y
a sus aliados, los alemanes nazis. “Sorprendido en acto de servicio” es
capturado por las tropas alemanas que tenían presencia en Italia y condenado a
muerte.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Durante su tiempo de
prisión, en San Vittore, conoció a Giovanni Bertone, un estafador de poca monta
que se hace pasar por Fortebraccio de la Róvere, general del ejército de su
majestad Víctor Manuel III, y por tanto un importante oficial de la
Resistencia. Y aquí empiezan los detalles que en mí han despertado la
curiosidad e interés, tanto como los que rodean la exégesis literaria acerca
del rufián devenido en héroe.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El libro abre con una
“Advertencia” que yo encuentro ambigua:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 0in; margin-top: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<i><span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Este breve relato no
pretende ser absolutamente verídico, aunque tenga como protagonista un
personaje que ha existido realmente: el recluso Giovanni Bertone, a quien
conocí en la cárcel de San Vittore, en 1944, como general De la Róvere, y que
fue fusilado en Fóssoli junto a sesenta y siete detenidos más el 12 de
diciembre de aquel año<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y digo ambigua porque
todas las otras reseñas y críticas que he leído sobre el libro y la película
parten de esta misma advertencia para ignorar la figura del “verdadero” general
De la Róvere. De hecho, investigando en el siempre vasto mundo del internet no he encontrado una
referencia histórica a esta figura, pues siempre se la asocia con el libro de
Montanelli y termina diluyéndose en el “De la Róvere” interpretado por Bertone.
De manera que no he llegado a saber si el Fortebraccio De la Róvere es parte de
la ficción de Montanelli o un importante general de la Resistencia Partisana
devenido en mero personaje literario.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Quizás esto al final
no tenga mucha importancia. Soy fiel defensor de que los límites de la realidad
y la ficción deben mantenerse, en aras de la cordura y el orden. Pero, no puedo
evitar la curiosidad acerca de la versión original de la semblanza de la que
partieron el propio Montanelli, Sergio Amidei y Diego Fabbri para escribir el
guión de la película de Rossellini; y la cual —la semblanza— se incluye al
final del relato (o novela corta), junto a otras ocho, que uno entiende
corresponden a los “otros héroes” del título (aunque algunos sean más bien
antihéroes o verdaderos villanos).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La cuestión es
establecer los linderos de la ficción. Es cierto que Montanelli fue condenado
al fusilamiento, y también es cierto que logró evadirse. Declara en esa
advertencia que Giovanni Bertone existió realmente, pero los registros sobre su
“papel”, el general De la Róvere, al menos en una búsqueda rápida, parecen
inexistentes…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La autoficción existe,
así como la metaficción. <i>La loca de la
casa</i>, de Rosa Montero, y <i>Falke</i>,
de Federico Vegas, son buenos ejemplos, respectivamente. La ficción histórica
que reescribe un pasado ignorado sin advertencias también existe: <i>Seva</i>, de Luis López Nieves, es un caso
curioso que vale la pena conocer. Sin embargo, me intriga saber hasta qué punto
Montanelli ha construido su propia versión de la historia, en medio de
semblanzas que en su momento debieron ser publicadas como verídicas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Montanelli nunca ha
negado su tendencia a adornar la historia. De hecho, pareciera ser una de sus
principales preocupaciones dejar claro de entrada que sin unas cuantas
pinceladas ficticias, la historia sería un relato muy plano y aburrido. Y yo
estoy de acuerdo, pero hay límites que es mejor tener claros. Cuando uno sabe
que algo es ficción, ya no hay más que discutir; sin embargo, cuando hay
historia de por medio, no está de más la pesquisa.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Puede que lo que
realmente interese es que entre las otras semblanzas que se agregan en esta
colección de relatos una de ellas está dedicada al propio Vittorio de Sica. Pero,
¿hasta qué punto está también De Sica adornado por las pinceladas de
Montanelli? Eso puede llegar a intrigar cuando uno piensa en el libro como
conjunto.<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=2290297199985058100" name="_GoBack"></a><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-VE" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_o21nsIqdReUGl0ed6IokBIxBDAfe1CB_E26X9j_fhDtwO8FLv2BgC2Bm0jp6blSMcMHAZa4Mf3cjOYUQLIyhd_T0eGBWZgA02dd2s41c-0uzW87Qnv9MFAZ9St71aAfBAGa3u1ihlhg1/s1600/indro-montanelli1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_o21nsIqdReUGl0ed6IokBIxBDAfe1CB_E26X9j_fhDtwO8FLv2BgC2Bm0jp6blSMcMHAZa4Mf3cjOYUQLIyhd_T0eGBWZgA02dd2s41c-0uzW87Qnv9MFAZ9St71aAfBAGa3u1ihlhg1/s320/indro-montanelli1.jpg" height="221" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
(Don Indro revisando su trabajo, meticuloso escultor)</div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES-VE"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">(Continúa)</span></span></div>
Bernardo Navarrohttp://www.blogger.com/profile/07887893016841859535noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-70561970798189786392012-10-06T19:33:00.004-04:302013-03-21T22:30:29.130-04:30¿CÓMO ES SU GRACIA?, de Josefina Falcón de Ovalles (2011). (Reseña)<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><i>La siguiente reseña está contenida en el más reciente número de </i>Contexto (18). <i>Es un texto académico, como ha de serlo una reseña en una revista de investigación literaria, pero no es el texto que me hubiera gustado publicar aquí a propósito de esa obra. No porque lo haya hecho por compromiso o sin ganas, que no es el caso, sino porque mi descubrimiento de ese libro en el </i>IV Festival de Lectura de Chacao<i>, en el estand de la otrora mejor llamada Librería del Sur, fue una afortunada casualidad y mi lectura de él tuvo un carácter más íntimo y divertido que el que se trasluce en la lectura de la presente reseña. La publico entonces con dos propósitos: 1) actualizar el blog que viene descuidado y 2) con el compromiso de escribir pronto un texto más laxo en el que dé cuenta de la gratificante experiencia personal que significó para mí encontrarme con la amena exposición de la profesora Josefina.</i></span><br />
<i><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span></i>
<br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;">
<b><span style="font-size: 12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">¿CÓMO ES SU
GRACIA? (TOMOS I y II)<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Josefina Falcón
de Ovalles (2011).<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;">
<span style="font-size: 12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">CELARG: Caracas<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgckglFfGGJDIW0apV-tNi1T9gu59WAXr5JsrAJLeqRdJVgxDud2f_Vw5PS0rkrNZnLnZ2Gj_jZUPuIlDpO6JUbp7zSPkk3T36Njnp5YyCgy55cSI6o8tO4sejHMQOGVseCqElc904OIOQY/s1600/img290.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgckglFfGGJDIW0apV-tNi1T9gu59WAXr5JsrAJLeqRdJVgxDud2f_Vw5PS0rkrNZnLnZ2Gj_jZUPuIlDpO6JUbp7zSPkk3T36Njnp5YyCgy55cSI6o8tO4sejHMQOGVseCqElc904OIOQY/s320/img290.jpg" width="211" /></a><span style="font-size: 12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La
lengua es un ser vivo; un organismo que cambia, envejece, se adapta y en
ocasiones llega a morir. Cada sociedad en su época y espacio —de manera
inconsciente, en gran medida— moldea su propia lengua, en atención a las
necesidades de su entorno físico, social y cultural. Por ello, el análisis
léxico de un idioma pasa necesariamente por una visita a muchos factores
extralingüísticos que son a fin de cuenta los que definen el contexto en el que
los hablantes hacen uso de su vehículo de comunicación. Es posible que la
profesora Josefina Falcón de Ovalles haya tenido esto en cuenta cuando inició
su investigación lexicográfica que el Centro de Estudios Latinoamericanos
“Rómulo Gallegos” (CELARG) publicó bajo el título <i>¿Cómo es su gracia? Un aporte
al estudio del léxico venezolano</i>, puesto que en él las consideraciones
sobre el idioma van mucho más allá de los factores lingüísticos y nos presentan
una rica exploración de muchos aspectos que sirven de marco socio-cultural a
los hablantes del español de Venezuela.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El
texto, distribuido en dos tomos, se divide en varios capítulos, relacionados
con aspectos de la vida diaria y las costumbres de emblemáticas poblaciones —en
sus espacios urbanos y rurales— de Venezuela, como Barquisimeto, Valencia,
Maracaibo o Caracas. Se establece los límites cronológicos de la muestra entre
las primeras décadas y mediados del siglo XX, sin que por ello sean raras las
continuas alusiones a referencias anteriores o posteriores a este periodo. De hecho,
una característica fundamental de este estudio es su seguimiento diacrónico del
uso de las voces; parte de su origen (posible o establecido), continúa con el
momento de uso frecuente y termina informando sobre su situación actual.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">A
propósito de esta misma característica es oportuno resaltar de igual modo que
subyace en la exposición del estudio un tono memorístico que recuerda las
crónicas anecdóticas de las autobiografías o los diarios personales. Sin que éste
sea el objetivo del libro, son evidentes los puntos de contacto que existen con
estos géneros, toda vez que es innegable el rescate del pasado que se puede
constatar en la revisión de actividades hoy casi desaparecidas como “el
estricto ritual de cortejo de las señoritas” (Capítulo IV) o la solemnidad de
las celebraciones familiares (Capítulo V). Parece que además del análisis
lingüístico, la profesora Falcón de Ovalles aprovecha la ocasión para documentarnos
acerca de una época radicalmente diferente a la de la generación actual, en la
que un imaginario en completo “desuso” hoy día jugó un papel primordial, como
es lógico, en la estructuración de nuestro léxico. Sirva de elocuente
ilustración las propias palabras de la profesora Falcón de Ovalles a este
respecto:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Las ventanas de
la sala, por lo general más de una, carecían de romanilla. Y la razón se debía
a la costumbre criolla de abrirlas por las tardes, a fin de que las jóvenes y
las no jóvenes, vestidas y acicaladas, se sentaran a disfrutar del aire fresco,
a ver y a que las vieran. En otras palabras, “ventearse un poco y exhibirse
otro tanto” (2011:26).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">De
este pasaje también es posible rescatar otro aspecto del libro: el estilo ligero,
didáctico y jocoso. La profesora Josefina ha ejercido la docencia durante toda
su vida, y lo ha hecho además en todos los niveles de la educación. Con una
experiencia tan vasta en el campo de la enseñanza no debe extrañarnos que uno
de sus principales objetivos durante la exposición sea una comunicación clara y
directa con los potenciales lectores. De esta manera, el libro alcanza un rango
de interés entre el público mucho más amplio (jóvenes que se acercan a conocer,
adultos y mayores que se acercan a recordar), puesto que logra una armonía
placentera en todos los aspectos y propósitos que hemos señalado. Se trata de
un estudio lexicográfico en clave de memoria que presenta en forma fr:esca un
acercamiento al idioma a través de un estilo ameno:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Estas palabras
“dominó” y “pierrot”, tan oídas y familiares para las personas de aquellas
lejanas épocas, se desvanecieron con el tiempo a la par de sus personajes. Se
fueron igual que las fiestas carnavalescas. La misma suerte han tenido tal vez
aquellas voces, específicas de cada región venezolana, con que niños y
jovencitos manifestaban su petición de juguetes y caramelos a las carrozas que
recorrían las calles, en donde se jugaba el carnaval … Nos informa una amiga
oriental, Ligia de Sánchez Landaeta, que cuando la petición infantil no era
respondida favorablemente, la venganza se traducía con el grito unánime de
“¡Pichicato…! ¡Pichicato!”, palabra que en el habla margariteña y carupanera equivale
a “tacaño”, “pichirre” o “lechero”. ¡Y bien merecida la tenían! (2011:216-217).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Como
cierre, quizás debamos informar en esta reseña sobre este magnífico libro, como
dato laudatorio de la autora y que tiene repercusión en la calidad de su obra,
que siendo la profesora Josefina miembro correspondiente de la Academia
Venezolana de la Lengua, el vastísimo material de referencia que usa como
corpus de su estudio nos permitirá además acercarnos a un importante número de
nombres y obras de la tradición literaria de nuestro país, que constituyen el
refugio de muchísimos términos, expresiones y costumbres que de otra manera también
se habrían perdido para siempre. Es así finalmente que podemos hacernos una
idea del gran aporte de este texto al estudio del español de Venezuela y al
rescate de la memoria de buena parte de nuestras tradiciones populares.</span></span></div>
<br />
<div id="wrc-float-icon" style="background-image: url(safari-extension://com.avast.wrc-6H4HRTU5E3/97ac4374/images/float/green-3.png); display: none; height: 42px; left: 15px; position: fixed; top: 15px; width: 42px; z-index: 2147483646;">
</div>
Bernardo Navarrohttp://www.blogger.com/profile/07887893016841859535noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-38200335693504014282012-07-18T21:16:00.001-04:302012-07-19T18:44:39.804-04:30Sobre Poemas perseverantes<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZF1GsGxP22PIs5oYcq1FVEoCSmaOSIyFCvBCxA2W_AC_hSPvHfzWTTqVrmp9t1sox0Z-8mGKhOkEZ8dYkayHdUhKw25A-WBDlkgs64rkO962SN0TJWawgSKqqBkcH5RACUs5_Vemw5RYb/s1600/Poemas+perseverantes.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZF1GsGxP22PIs5oYcq1FVEoCSmaOSIyFCvBCxA2W_AC_hSPvHfzWTTqVrmp9t1sox0Z-8mGKhOkEZ8dYkayHdUhKw25A-WBDlkgs64rkO962SN0TJWawgSKqqBkcH5RACUs5_Vemw5RYb/s320/Poemas+perseverantes.jpg" width="229" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">La
estatura poética de Enriqueta Arvelo Larriva ya ha sido ampliamente reconocida
en el ámbito de las letras nacionales y aceptada por el canon como la primera
mujer que asumió la posesión de una voz propia, con lo que abonó el camino de
la poesía venezolana hacia la modernidad. Son varios los estudios que se han
hecho sobre su obra, nunca suficientes, por supuesto, dada la singularidad de
su poética, lo que no permitirá<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>agotar
la lectura de sus entrañables y profundos poemas.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Cada
quien sostiene a un poeta, dijo Hanni Ossot, y, luego de leer esa frase, me he
dado cuenta de que la poesía de Enriqueta siempre me ha acompañado. Hoy día
pareciera difícil poder decir algo más sobre la Arvelo que no hayan dicho ya
Carmen Mannarino, su estudiosa por excelencia,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Luis Alejandro Angulo Arvelo, en la semblanza que hizo sobre su tía para
el libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Barineses ilustres, </i>o
también<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>Orlando Araujo, Ida Gramcko,
Vicente Gerbasi,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Luis Beltrán Prieto
Figueroa, Elisa Lerner, Margara Rusotto y tantos otros críticos y poetas que le
han dedicado atención a su figura y obra. Sin embargo, la más reciente
publicación sobre ella, el ensayo de Alicia Jiménez de Sánchez titulado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Como el hilo sin perlas. Viaje al universo
poético de Enriqueta Arvelo Larriva</i>, ha demostrado que todavía quedan cosas
por decir y saber sobre nuestra poeta. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Gracias
a la acuciosa pesquisa de Jiménez nos enteramos de su afición al beisbol, era
magallanera, así como de la poca importancia que su familia le dio como poeta,
no así como prosista, excepción honrosa de su primo, el también poeta Alberto
Arvelo Torrealba. Es posible que a ese desdén de la familia se deba, en alguna
medida,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el que se haya conservado muy
poco de su epistolario, tan ponderado por Mariano Picón Salas y Udón Pérez,
entre otros. Es ésta otra más de las lagunas que encontramos al tratar de hacer
un seguimiento de la obra de tantas autoras, vacíos que conforman ese “vasto
territorio aún sin cartografía: la historia de la mujer venezolana” (Pantin y
Torres, 2003, 39).<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Lo
primero que quiero evocar es su figura. Sus contemporáneos la describieron como
una mujer alta, sobria, taciturna, sencilla, estoica como una mujer
lorquiana, tímida y débil, aparentemente, pero fuerte a la hora de defender sus
convicciones. Lamentablemente sus evocadores olvidaron que también era una
mujer alegre por naturaleza, buena conversadora, preocupada y activa en favor
del bien de su comunidad, no ajena a la pasión y la lucha política,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>discretamente por supuesto, como bien
puntualiza Alicia Jiménez en el ensayo mencionado.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Nacida en Barinitas en 1886,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fue allí donde vivió gran parte de su vida,
ya que sólo pudo establecerse definitivamente en Caracas en 1945. Esto ocasionó
que se sintiera aislada e incomprendida, confinada como estaba en un pequeño
pueblo de provincia. Es por ello por lo que no se sintió parte de ninguna de
las generaciones poéticas de su momento, pues era demasiado joven como poeta
para formar parte de la generación del 18, y demasiado vieja para engrosar las
filas de los poetas del 28, aunque tuviese con unos y otros<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ciertas coincidencias, lo que demuestra que
Enriqueta no era ajena al acontecer literario de su hora, pero que también era
reacia a militar en las filas de una tradición a la que no pertenecía
cabalmente.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esto no es de extrañar <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>si tenemos en cuenta la advertencia de Yolanda
Pantin y Ana Teresa Torres (2003, 37) quienes reconocen que en Venezuela, salvo
contadas excepciones, las mujeres han escrito al margen de agrupaciones
literarias y de vanguardias establecidas por la crítica, dado que las mujeres
tienen su propia historia, junto a la historia general. “Corresponde a las
damas inventar sus precursoras”, escribirán las autoras antes mencionadas,
citando a su vez a María Moreno<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">No
hay duda de que Enriqueta contribuyó con la elaboración de su propio mito, el
de mujer estoica, virtuosa, exigente consigo misma y con su poesía, lo que la
llevó a destruir muchos de sus escritos, gesto que sorprendía a Ida Gramcko.
Además de revelarse a través de sus versos, no se exime de ofrecer datos sobre
sí misma en sus artículos periodísticos. Sabemos que colaboró asiduamente con
diversas publicaciones periódicas, el diario El Nacional, entre estas. Inicialmente escribió, bajo el
seudónimo de Santica Luzardo, artículos en los que comentaba sobre variados temas de su actualidad y sobre la obra de
otros escritores y poetas. Más adelante, prefirió firmar estos artículos con su propio nombre. En ellos nos da pistas sobre su vida y claves de su
poética, ya que solía entretejer datos autobiográficos con opiniones y
valoraciones sobre libros o determinados aconteceres de su momento. Por esta
vía nos enteramos de su temperamento inquieto, impaciente y vital; de su
aversión a las corridas de toros, por considerarlas bárbaras; de su afición a
los “decires llaneros”, parte de una formación anímica que se refleja en su
poesía; de su clamor, hoy tan vigente, por la unidad del país, abrumado por la
conflictividad política, o que llegó a guardar luciérnagas en un frasco para
iluminar mágicamente su habitación.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">En
esta oportunidad quiero detenerme un tanto en sus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Poemas perseverantes</i>, los cuales fueron publicados en 1963. Se
trata de un libro póstumo integrado por una selección de la producción
correspondiente a varias etapas creativas de nuestra poeta. Es un acierto que
el mismo comience con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Marcas en el
espacio”, brevísimo poema de versos heptasílabos que repite una de las
constantes de la poesía de Enriqueta, como es el continuo interrogarse ante la
naturaleza, la que tantas veces la deja sin respuesta. En este caso la gran
pregunta que toda poeta se hace queda abierta: ¿cuál será la trascendencia de
mi poesía? “¿Será gama durable/o relámpago?”. Seguidamente llama la atención
que en algunos de los poemas del inicio omita los verbos en toda una estrofa,
como sucede en “Adolescencia”,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o los use
sólo en infinitivo, como<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en “Primavera”,
con lo que el yo poético desaparece dando la impresión de impersonalidad y
distancia, como si se quisiera hablar de la adolescencia como experiencia
universal, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y no sólo de la propia
experiencia individual; o de la primavera como disfrute, gracias a un
desdoblamiento que permite observar y vivir al mismo tiempo la constatación del
renacer de lo natural: “Buscar arrimo en troncos de los árboles/para estudiar a
gusto del revés del ramaje”. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Esas
imágenes que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los poemas evocan desde sus
títulos, “Infancia”, “Adolescencia”, “Primavera”, nos remiten a una poética de
la búsqueda de una identidad propia como creadora, donde se ilumine en lo
posible todo aquello que “está encubierto y envejeciendo en germen”. No otra
cosa nos dice el verso “Rehuir rutas cansadas desde el salir”. Lo que nos
revela que Enriqueta se mantuvo fiel hasta el final<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a su anhelo de encontrar su propia música,
así como al intento de rever su entorno, tratando de encontrar esa cifra que esconde
el “revés del ramaje”. Se trata de una poética que se afinca en lo cotidiano,
en lo menudo, en lo que aparentemente no reviste trascendencia alguna, pero que,
gracias a lo que Fernando Paz Castillo llama felizmente “la imaginación del
sentimiento”, se traduce en profundas revelaciones. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Quizá
uno de los poemas más bellos y citados de este libro sea “Casa de mi infancia”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En él le canta a la antigua y grande casa familiar
poblada de ventanas, ese umbral tan ponderado en la escritura de las mujeres y
por ello tan femenino, límite del adentro y el afuera, donde la poeta se asoma
a gozar su existencia y “a entreabrir los labios contra el viento”. Este verso
se refiere sin duda a su hacer poético y a su sembrar “en el montón sordo”, del
que tanto se quejó en sus inicios como creadora, toda vez que su “voz aislada”,
no encontraba interlocutores en su entorno, puesto que sobre su labor cayeron
“toneladas de indiferencia”, como ella misma llegó a afirmar. La casa será
entonces el recinto donde la imaginación se hecha a volar, donde una niña
solitaria le habla a un tú, personificación de una casa que propicia el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sueño creando “imágenes a tus solos espejos”
y asustando “a los duendes detrás de tus cortinas”.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">En
este poema aparece contrastada la figura materna con la del padre. En esa casa,
redil<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>potenciador de la imaginación
creadora, la madre será una imagen que se disuelve en la idealización frente a
lo poderosa presencia del padre. Recordemos que Enriqueta perdió a su madre
cuando apenas contaba con siete años, de modo que quizá la falta de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">imago </i>materna desde tan temprano haya
influido en su poesía, por lo que es frecuente encontrar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>imágenes y símbolos que aluden a la firmeza,
eficacia o logro, asociados siempre a lo viril.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y
si se trata de saber cómo era Enriqueta, cómo se veía a sí misma, basta leer el
poema autobiográfico “Oh Creador”. En una plegaria a Dios en versos
heptasílabos, prueba de que gustaba de la métrica mas no de la rima, se
describe a sí misma en expiatoria plegaria que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pide castigo por la perseverancia en unas
contradicciones que la privan de experiencias vitales, sin que su voluntad
pueda hacer nada para remediarlo. Como ya hemos apuntado en otra ocasión
(Pacheco, 2006: 65), el hecho de que Enriqueta<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>no pudiera profundizar en sus raíces maternas, con lo que hubiese podido
paliar la sensación de ser incompleto que trae consigo la separación de la
madre, encuentra su válvula de escape en las frecuentes imágenes en las
que el yo poético se siembra metafóricamente en la tierra, enraizándose en ella.
En este poema se convierte en una planta, raro vegetal que anhela<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“bravo viento”, pero se refugia en “aire
manso”; que quiso volar, pero se quedó “en su sitio”; vegetal al que lo “troza”
el silencio, pero cuando oye voces “se esconde en sus raíces”; al que lo asustó
el amor<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y, aunque “Ama a las gentes”, se
aparta de su lado. Sin embargo, su orgullo es indoblegable, <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pide castigo, pero no se arrepiente, pareciera
que se trata de una herencia, de la cepa familiar, pródiga en firmeza y en
vocación poética. Enriqueta<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se asume
como desheredada de vivencias, de amores, de belleza física, pero<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se sabe poseedora de una riqueza intangible,
muy propia, bien lo dicen dos versos muy elocuentes: “Y llevaría lo que exaltó
mi mundo/No sé bien qué es, pero lo llevaría”.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">En
esa vía del disfrute de lo intangible,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>del idealismo como postura estética, se inscriben los poemas de amor de
Enriqueta Arvelo. En un bello poema, “Huella vaga”, se dirige a un tú que
regresa presagiando perturbación al yo poético que se refugiaba en la serenidad
de sus versos, sus “rosas más nuevas”. Gracias al poder del pensamiento, de la
imaginación, estaba resguardada de “la rodeante ardilla de tu inquietud”, “del
tamarindo de tu decir”. Nótese cómo toman rango poético<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>unas imágenes tan propias, tomadas de lo
natural y cotidiano, con las que carga su léxico de originalidad. De modo que
no es al regreso del ser amado al que le canta, a su presencia real, sino al
recuerdo que de pronto la asalta, al que prefiere por sobre todas las cosas.
Ello se explica con uno de sus versos más memorables: “tantas cosas son
nuestras sin tomarlas”.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Pero
esa intangibilidad no es tan complaciente en “Insomnio”, donde los recuerdos
se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vuelven tormento que desvela. La tan
pretendida serenidad a la que tanto le ha cantado Enriqueta en poemarios anteriores,
aquí se disuelve suplantada por imágenes que expresan una violencia poco
frecuente en esta poesía que siempre habla de contención y control de las
emociones. Así nos encontramos con una noche estremecida, con el hacha que deja
astillas en la almohada, con una lluvia de espinas y martillos sobre las sienes,
imágenes que dan fe de lo que la propia poeta refiere cuando describe <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su vida como <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“ambientalmente de paz y anímicamente de
inquietud”. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">El
tema de la solidaridad con los desposeídos es frecuente, tanto en los artículos
periodísticos como en algunos poemas del libro que comento. Deseosa, siempre
del “ancho bien”, nuestra poeta no puede glosar en un artículo la plena
felicidad que una casa nueva le provoca “pensando en los ranchos miserables”.
Asimismo, dice en un poema <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Cuánto te he
amado agua” para, seguidamente, ante los estragos que los aguaceros provocan en
las viviendas de los pobres, increparla con estas palabras: “Y hoy, inundadora,
te niego mi sonreír”. Es así como su compasiva solidaridad desplaza su afecto,
por ello dice: “y amo, oh flojos techos, las palmas raleadas y los parales
temblantes”. Porque si bien la poesía es para Enriqueta un medio para
rencontrarse con mayor lucidez con la realidad, para intuir o entrever como
bien dice en “A veces”, también, y sobre todo, es un compromiso con lo humano.
Esa preocupación por los desheredados será otra de las constantes temáticas de
su poesía. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y
si nos atrevemos a sintetizar la interpretación de la obra poética de Enriqueta
Arvelo Larriva, a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sumarla toda en un
solo verso, este no podría ser otro que el que cierra el poema “Asistida
angustia”: “El poema es la vida con su sabia de instantes”. El mismo revela la
razón de ser de su poética, el gusto por la sencillez en el decir, por la
elocuencia que las palabras precisas, sin excesos retóricos, le prestan a una
obra reveladora de una vida marcada por una inspiración poética que potencia el
entorno vital, dotándolo de trascendencia, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sea un árbol, las aguas del río, el desvelo
nocturno, las secretas angustias, el pasar de las horas o el presentimiento de
la muerte.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">REFERENCIAS<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Arvelo
Larriva, Enriqueta (1963). <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Poemas
perseverantes</i>. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Jimenez de Sánchez, Alicia (2011). <em>Como el hilo sin perlas. Viaje al universo poético de Enriqueta Arvelo Larriva.</em> Caracas:Fondo Editorial Fundarte<em>.</em></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Ossot,
Hanni (2002). <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cómo leer poesía</i>.
Caracas: Comala.com.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Pacheco,
Bettina (2006). <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Enriqueta Arvelo Larriva
(1886-1962)</i>. (2006). San Cristóbal: Universidad de Los Andes.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Pantin,
Yolanda y Ana Torres (2003). <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Al hilo de
la voz</i>. Caracas: Fundación Polar. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"></span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">ANTOLOGÍA:
POEMAS COMENTADOS<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">MARCAS
EN EL ESPACIO<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Un rebaño de manchas<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">o brachadas sin vínculo.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">La mañana les fija.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Su derivo es la noche.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">¿Servirá su color<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">para marcar mi polvo?<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">¿Será gama durable<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">o relámpago?<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">ADOLESCENCIA<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Encanto fragoroso.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Bloqueo sin refugios. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Bejucos resinosos enredados,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">con los polos perdidos.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Honda rodadura de sangre<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Como de piedras por la cuesta.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Apego a las sortijas y pulseras adultas<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y desdén por la cinta maltratada<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">de domingos pueriles.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Ensayar con calor las espuelas del
hombre<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y montar su caballo con el temor sujeto.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Andar, a sabiendas, sin concluir;<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Pero gozar el roce de la hebra del
remate.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">PRIMAVERA<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Abrirse una extensión llena de luz
oscura.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Vestir de bienvenidas.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Dar un aroma nuevo y ya endiosado.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Vivir el sol la piel,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">pero anhelando la tierna hoja del
tártago.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Sembrar en aire y río<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">las filas oscilantes en un puño de
tierra.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Buscar arrimo en troncos de los árboles<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">para estudiar a gusto el revés del
ramaje.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Rehuir rutas cansadas desde el salir.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Abrir angosta vía en médula de bosque,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">asignada a los pasos sensibles, sedientos,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">pedidores de albricias.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y ya al tocar el viaje, ¡lástima!,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">borrarse la vereda estrenada por bestias
inocentes.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%;"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">CASA
DE MI INFANCIA<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Casa ancha, alta, pura,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">antigua propiedad de vellones y piedra,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">quiero que te amen mis amigos.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Yo andaba por ti como por una ciudad
bella y extraña<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y conocía todos tus llanos y tus
quiebras,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">toda tu luz, todo tu aire, todas tus
penumbras.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Conocía los detalles de tu cielo y tus
muros,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">me asomaba a todas tus ventanas, un
instante,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">a ver nada, a gozar la existencia de
ventanas<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y a entreabrir los labios contra el
viento.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">En tu patio, espacio doméstico y
pradera,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">guiaba mi vida por los tonos de las
malvarrosas;<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">con tierna saña pisaba las mimosas para
dormirlas<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y apretaba la cápsula de los caracuchos<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">para admirar su humano fruncimiento; <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">mojaba el pie cálido en el arandel de la
astromelia<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">donde recortaban su exilada sed los
güiriríes<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y veía con unción la cola cerrada de los
pavorreales.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Me placía en tu cuadra<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">el temblor reluciente de la piel de los
caballos<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y me entusiasmaba en tu hogar</span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">el fuego sonante, desnudo, sin alas,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">retorcido por soplos heredados.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Me exaltaba el florar y el morirse de
tus lámparas,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">les soñaba imágenes a tus solos espejos<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y asustaba a los duendes detrás de tus
cortinas.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Oh tus corredores, derramados como ríos.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Pistas de mis desboques turbulentos.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Por ellos iba a gusto<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">tras el cabello recién bañado de mi
madre.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Amaba a mi madre,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">mas a veces ella era para mí<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">sólo una palidez nimbada.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Mi padre, no.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Mi padre fue siempre el hombre,
verdadero,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Fuerte, erguido, sin aureola.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">OH CREADOR<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Oh, Creador. No nací<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">planta dulce ni espino. <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">No broté hierba huera.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">¿Qué vegetal creaste?<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">La planta sin jactancia<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">anheló el bravo viento,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y busca el aire manso.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">¿Se cuida del descuaje<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">o da quite aturdido? <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Su aroma pidió alas.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Con ellas, y en su turno,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">estúvose en su sitio.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">No hay aplomo sin ellas.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">El silencio la troza<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">como insecto afilado<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y si llega voz llena<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">se esconde en sus raíces.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">La animó un paso cálido.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y al volverse, qué susto<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">le dio labrador listo.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Su agro lo exonera.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Ama a todas las gentes.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Mas, oh Creador, a veces,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">cuando las gentes pasan<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">se hace planta dormida.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">A ocasiones se arrisca,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">se arroja a la pelea.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Qué corta su aspereza.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Qué nulos sus zarcillos.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Esquivó su sequía<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">la dádiva del riego.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y, sin arrepentirse,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">hoy te pide: castígame.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Oh, Creador, tú lo sabes:<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">no es ella la indecisa.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">De una cepa en firmeza<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">brotan sus variaciones. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">EL IRIS<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Dejadme señalar una vez más el iris.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Dejadme llamar para que le vean.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Si siempre al verle<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Lo he mostrado con voces,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">¿cómo romper con ello?<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">El iris<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Avenida de magia.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Arco-piloto en su vigencia.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Si todos subiesen felices<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">a estos colores,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">con las alforjas plenas e ingrávidas,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">yo iría serena por las lucientes
franjas.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y llevaría lo que exaltó mi mundo.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">No sé bien qué es, pero lo llevaría.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">HUELLA VAGA<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">¡Cómo! ¿Volviste?<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y yo que estaba entre mis rosas más
nuevas<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">pensando sólo en la pobrecilla,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">ojos de luz toldada, tez sin resplandor,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">que pedía un pobre bien.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Quería darle un racimo de gozo.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Te creía lejano, empachado de olvido.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y estaba serena<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">sin la rodeante ardilla de tu inquietud,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">sin gustar el tamarindo de tu decir.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">No bebo ahora, amigo, tu presencia;<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Pero alabo tu viaje de volver.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">¡Qué gracia! Pasar por tantos túneles.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Bien. Quédate ahí.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Quédate ahí, abstraído,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">quédate a orillas de mi activo tiempo.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Como una huella vaga.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">INSOMNIO<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Cuando toda la casa está dormida,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">vienes tú, mi arbusto de entresueño;<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">mas el hacha<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">va dejando astillas en la almohada.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y en el reposo nulo,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">salto de flautas y delgadas cuerdas<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">a salvajes tambores;<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">de persianas en frescura<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">me llegan miradas de imposibles espías;<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y el aroma más puro me flagela.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">La noche, estremecida,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">llena de repiques pasados,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">de mis guardados duendes<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y de lejanas bestias, hermosas,
resonantes,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">cava en su negra tierra<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y crea llamaradas en los hoyos
profundos.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Mis ojos, abiertos o cerrados, son ojos
incapaces.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Inquiero en los rumores<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">voces de ángeles o de réprobos.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Lluvia de espinas cae<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">desde antigua sonrisa.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Los que sufren, tan míos,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">se abrazan en mi mente encendida.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y afanados martillos practican en mis
sienes.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">La madrugada es lisa, sin vecindad de
alba.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y en su laja se abaten mis
caballos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">AGUA<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Saboreado río,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">de pozos frente a cielo de árboles,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">donde se palpa síntesis de misterios
profundos.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Caños quietos y solos,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">populosos por los cruzados vuelos.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Quebradas cuyo rezo remedaba mi voz,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">mientras bañaban mi carne y mi síquica
mezcla.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Macizos aguaceros gustados en el patio.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Cristales de vertiente<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">que revelan el ritmo de la roca.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Cuánto te he amado, agua.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y hoy, inundadora, te niego mi sonreír,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Porque amo a las gentes sin peso de
riqueza<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y amo su ilusión rica en los sembrados
pobres<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y amo, oh flojos techos,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">las palmas raleadas y los parales
temblantes.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">A VECES<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Si siempre me viví<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">como tosca,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">durísima madera,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">¿por qué desear ahora,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">a veces, <o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">ser sólo un flojo tallo?<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Ah, me someto a juicio.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">A la hora del ruido<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">y del hervor,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">suelo volverme,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">con el fervor ileso,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">aire suave,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">humo claro,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">aroma fuerte.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Anhelo andar entre todos<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">como un sueño<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">que no pueda contarse<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">por impreciso.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Quisiera dar,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<span style="font-family: Georgia;"> <span style="font-family: "Times New Roman","serif";">tan sólo,<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"> cantos mínimos, vagos.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y todo,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">apenas entreverlo.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">ASISTIDA ANGUSTIA<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Entróse en mí la angustia con su brasa y
su frío.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Un <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Job no resignado daba llanto en la puerta.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Destrozados de espuela llegaban los
caballos vencidos.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Sangraban los turpiales sin garganta y
sin vuelo.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y de pie, suspirando por centellas y
hachas,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">mustios árboles desgastaban el huerto.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Se da el frente a esa angustia. La
sopesan, la miden.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Se ciñen a su ritmo, penetran su
textura.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">¡Oh bondad entendido! ¡Oh comprensión
sensible!<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Dispuesta enredadera<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">que no esquiva espesarse en los claros
del seto.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Y se mueve en sorpresa mi esencia.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Aún clarean postigos en paredes de
noche.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Aún intactas perdices andan por el
quemado.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Aún crean las abejas, en campo de
retama,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">su dulzura pudiente.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Aún germinan impulsos que lavan los
jagüeyes,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">sueltan las mariposas, desconciertan la
niebla.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Gustaré tregua pura,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">compañeros de camino y de nubes,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">hombres de espacio andado y de alba.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">Este es un canto, amigos, de una asistida
angustia;<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">es un canto sencillo, de nacer
presuroso,<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">que despega del ánimo y se tiende en la
brisa.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">No lo tiréis. Vividlo.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">El poema es la vida con su sabia de
instantes.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif";"><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></div>Bettina Pachecohttp://www.blogger.com/profile/11428244480089932343noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-80651498748095356672012-06-21T11:39:00.002-04:302012-06-21T16:50:27.456-04:30RESEÑA<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: right;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span></b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi26mcBaPbyAhnlDremOC8g4Y5NyxDYr85PvuPYiPF4JrXWjSieZfBommICE9c1bIlPSngDqD7PWk6I22b_cNyBFFwslyU0PaM7Jo8GCoHqUxxOotnPU_VS73eEetBCTdhc8G7WprwrcE7s/s1600/img275.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi26mcBaPbyAhnlDremOC8g4Y5NyxDYr85PvuPYiPF4JrXWjSieZfBommICE9c1bIlPSngDqD7PWk6I22b_cNyBFFwslyU0PaM7Jo8GCoHqUxxOotnPU_VS73eEetBCTdhc8G7WprwrcE7s/s320/img275.jpg" width="190" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: right;">
<b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">COMO EL HILO SIN PERLAS<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: right;">
<b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Viaje al universo poético de Enriqueta Arvelo Larriva (2012)<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: right;">
<b><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Alicia Jiménez de Sánchez<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: right;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Caracas: Fondo Editorial Fundarte</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: right;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">La estatura poética de Enriqueta Arvelo
Larriva ya ha sido ampliamente reconocida en el ámbito de las letras nacionales
y aceptada por el canon como la primera mujer que asumió la posesión de una voz
propia, con la que abonó el camino de la poesía venezolana hacia la modernidad.
Son varios los estudios que se han hecho sobre su obra, nunca suficientes, por
supuesto, dada la singularidad de su poética, lo que no permitirá nunca agotar
la lectura de sus entrañables y profundos poemas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">De lo que sí adolecía el acercamiento a
su figura era de los detalles de su vida personal, debido a su permanencia en
el pequeño pueblo de Barinitas, hasta bien entrada la madurez, apartada de los
círculos literarios de su hora. De manera que sus devotos siempre queríamos
saber más sobre una personalidad, de pocas vivencias exteriores, pero siempre a
la escucha y al acecho de los misterios del mundo. De ahí que no contemos con
una iconografía que nos dé cuenta de su imagen ampliamente, como sí ocurrió con
esa otra gran mujer de las letras del país: Teresa de la Parra. Tampoco su
amplio epistolario, tan ponderado por Mariano Picón Salas o Udón Pérez, sobrevivió al desinterés de quienes la
rodearon, salvo algunas excepciones.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Todo lo dicho contribuye a subrayar la
importancia del libro de Alicia Jiménez de Sánchez, mención especial del II Premio
Nacional de Literatura Stefanía Mosca, Mención Ensayo, 2012. La autora, nacida en Uracoa, es barinesa por adopción.
Aunque su profesión es la de Ingeniera Civil, es una apasionada de la
literatura y una creadora, a su vez, dentro de los géneros del cuento y la poseía;
además de engrosar las filas de los devotos “enriquetólogos” que ya vamos siendo legión.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Luego de la lectura, de “un solo tirón”,
de este delicioso ensayo, caemos en cuenta de que todavía quedaban muchas cosas
por decir y descubrir sobre Enriqueta Arvelo Larriva; y que sólo la labor
detectivesca de Jiménez nos permite conocer hoy. Dividido en nueve apartes, el
libro combina el detalle biográfico, el comentario de textos, las
puntualizaciones geográficas o históricas, junto al despliegue literario de la autora,
quien no se cohíbe de expresar impresiones o acuñar imágenes propias. Se trata
de esa escritura “a lo que salga”, según definía don Miguel de Unamuno al
ensayo, refiriéndose a la libertad expresiva
que hace sentir al escritor a sus anchas dentro de este género.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Es así como la autora nos inicia
presentándonos a la verde Barinitas, de patios enormes y frondosos jardines que
aún hoy la caracterizan. Esa misma Barinitas antes conocida como la Mesa de
Moromoy. Se trata de un necesario introito si tenemos en cuenta lo mucho que
este paisaje significó para la poesía de Enriqueta. Seguidamente se nos habla de
ese estigma que marcó a nuestra querida poeta: era fea y además solterona. Su
único amor no le cumplió la palabra empeñada en posible matrimonio; abandono
cruel pero que le permitió dedicarse plenamente a su verdadera vocación: la Poesía.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Junto a estos datos se suceden las
revelaciones, algunas muy curiosas y gratas ya que nos aproximan a esa
presencia viva de Enriqueta, alimentando aún más el mito que bordea su figura. Es
así como nos sorprende saber de su afición por el beisbol, era magallanera. Además,
Jiménez nos la presenta como una mujer alegre y buena conversadora, con muchos
amigos, varios de ellos epistolares. Esto contradice esa imagen de mujer
tímida, calladita y temblorosa que nos han ofrecido algunos autores.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Otros datos corrigen errores como la
afirmación de que ella se carteó con Gabriela Mistral, cuando no se ha
encontrado la menor evidencia de ello o el desmentido de un suceso varias veces
relatado: que su casa en Barinitas fue quemada por opositores políticos en
1946, cuando en verdad el incendió se debió a una chispa en la cocina. Aunque
quizás lo más estremecedor de todas estas revelaciones obtenidas por Alicia
Jiménez durante sus entrevistas y acuciosa pesquisa fue el entender que la
familia no la valoró como poeta, sólo como prosista, como colaboradora de
varias publicaciones periódicas de su tiempo. Para sus parientes el gran poeta
era el hermano, Alfredo Arvelo Larriva, lo de ella eran “las cosas de
Enriqueta”. Sólo su primo Alberto Arvelo Torrealba supo valorarla como poeta. Ironías
de la vida, hoy la obra verdaderamente trascendente es la de la humilde
Enriqueta<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Sabemos también que tuvo inquietudes
políticas, estaba al tanto de todo lo que ocurría en su país y en el mundo. Su preocupación social estuvo siempre
presente y llegó a interesarse incluso por la competencia electoral: “ya no les
tengo lástima a los luchadores democráticos porque en la lucha se goza quizás
más que en el triunfo” (p.65). Es esta una frase con la que demuestra su temple
y disposición para la participación ciudadana, así como para dar un ejemplo de
compromiso a las mujeres más jóvenes.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">El último gran acierto de este libro que
quiero anotar aquí es la inclusión del hallazgo de un poema, hasta ahora
inédito y que fue encontrado por intermediación de la ensayista en la
Biblioteca de la Universidad Stony Brook, de Nueva York. El mismo estaba en el
archivo del poeta ecuatoriano Jorge Carrera Andrade. Me permito transcribir la
estrofa final ya que denota, una vez más, lo enraizada que la poesía de la
Arvelo estaba en el sentir humano y lo mucho que la ofrendó a sus semejantes:<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Estoy sintiendo ahora el corazón
del mundo<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">¡Oh signo, oh emoción, oh facultad
preciosa!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Vibrar a tono, hermanos, con el terrible
instante, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Hasta en las cercanías de mi corriente
sueño (p.75)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Y si para Orlando Araujo el color de la
poesía de Enriqueta era el azul y el rosado o el rojo para Luis Alberto Angulo
o el blanco para Alicia Jiménez (p.116), finalizo diciendo que para mí los
versos de Enriqueta son verdes como Barinitas, como la esperanza, como el
retoñar de los plantas bajo el sol, como
el olor del pasto después de la lluvia, como la voz y la presencia viva de
nuestra poeta inmortal.<span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 150%;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-small;">[La presente reseña forma parte del número 18 de nuestra revista Contexto, correspondiente al año 2012, que actualmente se encuentra en preparación]</span></span></span></div>
<br />
<div id="wrc-float-icon" style="background-image: url(safari-extension://com.avast.wrc-6H4HRTU5E3/95672cca/images/float/green-3.png); display: none; height: 42px; left: 15px; position: fixed; top: 15px; width: 42px; z-index: 2147483646;">
</div>Bettina Pachecohttp://www.blogger.com/profile/11428244480089932343noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-28770195602256890142012-06-18T22:11:00.000-04:302012-06-18T22:15:25.196-04:30CARLOS FUENTES Y "EL ESPEJO ENTERRADO"<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="line-height: 18px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; font-weight: bold; text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9Gb8g5y5jYg8GiKUXQaR3GOjMiBpO7tn6zHMKDk_ZRAUtpQE2QmuLhfGI8b5fXctkUmCJSSliA-JgY3uMmLL6EETXSICw12Db979L-PNLN77jD-9ou8_MSPgzlijs5v8AVnkTiTydY-c3/s1600/FUENTES,+CARLOS+-+EL+ESPEJO+ENTERRADO+-+001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9Gb8g5y5jYg8GiKUXQaR3GOjMiBpO7tn6zHMKDk_ZRAUtpQE2QmuLhfGI8b5fXctkUmCJSSliA-JgY3uMmLL6EETXSICw12Db979L-PNLN77jD-9ou8_MSPgzlijs5v8AVnkTiTydY-c3/s320/FUENTES,+CARLOS+-+EL+ESPEJO+ENTERRADO+-+001.jpg" width="225" /></a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-weight: bold; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="line-height: 115%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="line-height: 115%;">[El siguiente artículo fue publicado por el diario <i>El impulso</i> de Barquisimeto, en su suplemento dominical <i>Literaria,</i> hace un par de semanas. Lo redacté expresamente para esa publicación por petición de mi maestro y amigo, Elí Caicedo Pinto, a quien agradezco el incentivo de escribir un texto dedicado a la obra de Carlos Fuentes pocos días después de su muerte.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="line-height: 115%;"><b><br /></b></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="line-height: 115%;">Entiendo que la extensión de este ensayo no es la más apropiada para un blog, y por ello llegué a considerar su publicación en varias partes. He renunciado a esa idea porque lo escribí de un tirón, sin cuidarme de dejar coyunturas adecuadas para su fragmentación, así que cierto pudor (y también una dosis considerable de ceguera creativa) me impide dividirlo. Pido disculpas por su extensión a los potenciales lectores y agradezco de antemano su valiosa paciencia, si llegaran a leerlo aunque sea en parte.]</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="line-height: 115%;"><b><br /></b></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="line-height: 115%;">La
desaparición física de un gran escritor conmueve los corazones de la comunidad
literaria y da lugar para que se hagan públicas muchas opiniones sobre él y su
obra. Las de los amigos cercanos, quienes compartieron su vida y los momentos
excepcionales de su carrera, suelen ser emotivas reafirmaciones de amistad,
remembranzas de tiempos felices, palabras íntimas compartidas con los amigos
comunes. Las de sus lectores, una revisión laudatoria de su obra, ese legado
para la posteridad que conecta al escritor con millones de soledades presentes
y futuras.<b><o:p></o:p></b></span></span></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span style="line-height: 115%;">La
muerte de Carlos Fuentes no ha sido la excepción. Elena Poniatowska en el
portal digital de <i>La Joranda</i> publicó
un artículo, sencillo, pero muy sentido, sobre sus recuerdos con el escritor
mexicano. Gabriel García Márquez, en el mismo portal, pidió la publicación de
un texto aparecido en 1988, en el que pareció recoger por adelantado sus
palabras ante la muerte del amigo. Y así, muchos escritores, políticos, actores
y demás figuras han hecho público su dolor por la noticia inesperada de la
muerte de Carlos Fuentes.<b><o:p></o:p></b></span></span></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Con
relación a su obra, la Real Academia Española había conmemorado los 50 años de
la publicación de <i>La región más
transparente</i>, en 2008, cuando Fuentes cumplía 80 años. Una de esas ediciones
extraordinarias para todo el mundo de habla hispana que la RAE inauguró con el
Cuatricentenario del <i>Quijote</i> y que da
lugar a importantes estudiosos de la literatura para realizar brillantes
disertaciones sobre la obra en sí o su significación dentro de la historia de
las letras.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Y
no es para menos. La extensa obra de Carlos Fuentes, que abarca casi todos los
géneros, ocupa un lugar importante en la historia de la literatura
hispanoamericana. Algunas de sus novelas más célebres (<i>La muerte de Artemio Cruz </i>[1962] o <i>Terra Nostra </i>[1975]) le hicieron merecedor de importantes
galardones a ambos lados del Oceano Atlántico, como los premios “Rómulo
Gallegos” (1977) y “Miguel de Cervantes” (1987).<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">En
ocasión de este último, Enrique Krauze, historiador y ensayista mexicano
célebre por sus polémicas, hizo público un ensayo titulado “La comedia mexicana
de Carlos Fuentes”, en el cual hacía un descarnado retrato de un Fuentes
desconectado de la realidad mexicana, superficial en la creación de sus
personajes y <i>dandy</i> oportunista de la
hora revolucionaria, tanto de México como de Latinoamérica.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Reseño
este artículo porque paradójicamente Krauze ataca el aspecto más celebrado de
Carlos Fuentes: Su profundo conocimiento de México, como cultura y nación.
Gonzalo Celorio, por ejemplo, en su trabajo para la edición de la RAE, que
mencionamos más arriba, señala que <i>La
región más transparente</i> es “La primera novela que le confiere a la ciudad
de México una voz propia y que la abarca en su conjunto”. María Teresa Colchero
Garrido, por su parte, en el artículo “La polémica ocasionada por Krauze sobre
Carlos Fuentes”, publicado en algún lugar y que se encuentra huérfano de pie de
imprenta en la vasta internet, sale al paso a estas declaraciones
(quién-sabe-cuándo) para dejar claro que el distanciamiento que Krauze acusa en
Fuentes de la realidad mexicana debido a que la mayor parte de su vida ha
vivido fuera del país no puede en ningún sentido ser motivo para la
descalificación, a tenor de que es improcedente aplicar determinismos
espaciales a esas relaciones conceptuales entre un escritor y su terruño.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Mucho
de cierto hay en las palabras tanto de Celorio como de Colchero Garrido, puesto
que el texto de Krauze pareció encontrar una respuesta contundente de parte de
Fuentes (por lo menos en este aspecto histórico y cultural) en el monumental
ensayo <i>El espejo enterrado</i>, publicado
en 1992. Por bien que muchas novelas, cuentos, obras de teatros, crónicas y
guiones de cine de Carlos Fuentes ocupen una atención especial en los estudios
de la literatura castellana de los siglos XX y XXI, es <i>El espejo enterrado</i> el libro que parece reunir en todos los
sentidos al mejor Fuentes. Y no sólo porque se trata de un concienzudo
recorrido por el devenir histórico de América, sino porque además llega en el
momento preciso en que el “Nuevo Mundo” se enfrentaba a un hecho crucial para
su identidad como continente: Los Quinientos años del “descubrimiento”.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Sus
detractores, entre ellos el propio Krauze, deben estar de acuerdo con ello,
puesto que él mismo reconoce que para bien o para mal Fuentes es un
extraordinario escritor. Si <i>Aura </i>(1962)
o <i>La gran novela latinoamericana </i>(2011)
pudieron resultar insatisfactoria, la una, y polémica, la otra, <i>El espejo enterrado </i>en cambio vino a dar
forma definitiva a un tema que había explorado Fuentes durante toda su carrera.
De hecho, algunos llegan a afirmar que este libro es algo así como los “Cien
años de soledad” de Fuentes, no sólo porque su estructura se presta para la
lectura novelada, sino porque en él confluyen otros libros (novelas, cuentos,
ensayos) publicados anteriormente por el mexicano. Yo en lo particular pienso
que es el ensayo más ameno y sustancioso que he leído hasta este momento sobre
la historia y cultura latinoamericanas. <b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">El
proyecto en sí se originó entre 1988 y 1989. Surgió como una serie televisiva en
cinco partes que el productor Michael Gill y la Smithsonian Institution se
plantearon a propósito del cumplimiento del V centenario de la llegada de
Cristóbal Colón a tierras americanas. La producción del audiovisual terminó en
1991 y el Fondo de Cultura Económica, basado en él, decidió publicar un libro y
lanzarlo en el año de la celebración, 1992. La edición es bellísima. 440
páginas en el más fino papel con láminas “full” color de cuadros, esculturas,
piezas arqueológicas, monumentos arquitectónicos, árboles genealógicos…
indispensables para comprender y seguir el hilo de la exposición hecha por
Carlos Fuentes. <b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Octavio
Paz había escrito <i>El laberinto de la
soledad</i>, documento sociológico y filosófico sobre el mexicano y sus
relaciones de identidad con los símbolos y el medio. Eduardo Galeano, <i>Las venas abiertas de América Latina</i>,
compendio vastísimo sobre el saqueo al continente. Ambos libros, sin embargo,
carecían del enfoque que les permitiera estar a la altura de la crisis cultural
que el momento planteaba. El primer libro fue una exégesis restringida al
mexicano, a la formación de México y a su tradición.; el segundo tuvo un
evidente sentido de denuncia. <i>El espejo
enterrado</i> en cambio fue mucho más allá y se planteó una exploración más
amplia del hecho americano, desde una perspectiva identitaria, que otros
autores ya habían planteado, con mayor o menor suerte. Fue sobre todo una
visión cultural de los hechos y elementos que marcaron un antes y un después
dentro de la construcción de América.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">La
propia introducción del libro es una invitación a revivir la discusión que
Pedro Henríquez Ureña, Arturo Uslar Pietri o Fernando Ortiz ya habían sostenido
sobre la significación del viaje de Colón. Recuerda mucho a estos autores sobre
todo cuando casi al comienzo del prólogo apunta que: “Colón, más que el oro, le
ofreció a Europa una visión de la Edad de Oro restaurada”, “el paraíso terrenal
y el buen salvaje que lo habitaba”. De allí en adelante el balance no será tan
idílico y por ello, a mitad de la introducción Fuentes se pregunta y nos
pregunta: “¿Tenemos realmente algo que celebrar (por los Quinientos años de la
llegada de Colón)?” A pesar de la dolorosa situación política, social y
económica que Latinoamérica vivía en los primeros años de la década del noventa
(y que se ha extendido hasta nuestros días), Fuentes encuentra un motivo para
celebrar: la gran herencia cultural.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Muchos
vieron esa afirmación desde la idea de que el espejo al que aludía el título
del libro y el que Latinoamérica debía ver era el de Europa como su semejante,
un lugar del cual venimos y que por tanto guarda las claves de lo que somos. La
verdad es que esa conclusión es tan correcta como equivocada. La Europa que
Fuentes proponía que viera Latinoamérica era la España monárquica que tuvo su
influencia sobre el continente (y buena parte del mundo) entre los XV y principios
del XIX, y pedía que la mirara sobre todo desde los ojos de lo que fue América
antes de ese nombre. Cuando Carlos Fuentes plantea su metáfora del espejo cita
ejemplos emparentados con esa época. Habla de don Quijote y Alonso Quijano, del
antiguo Mediterráneo y de Velásquez; habla también de Quetzalcóatl y del
Veracruz precolombino. Eso debe alertarnos de un sentido ancestral de su
metáfora.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">¿Dónde
empieza <i>El espejo enterrado</i>? En las
primeras importaciones de la España colonizadora al Nuevo Mundo: la plaza de
toros y la virgen. No desde la perspectiva de lo que heredamos, sino de la
significación que estos elementos tienen en el imaginario español medieval y
del enorme influjo que tuvo en la formación de ese imaginario lo que el
Mediterráneo había llevado a la península durante la época de los romanos y el
éxodo que significó su disolución. Es decir que <i>El espejo enterrado</i> arranca desde la historia del Otro; una
relación de hechos ajena y que en primera instancia pasa por contar lo que fue
un proceso extranjero de formación cultural. “Qué es España al llegar a estas
tierras” parece sugerir el comienzo del libro.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Cuatro
capítulos y casi cien páginas después, aún estamos en España. Es tan sólo en el
quinto capítulo cuando nos encontramos con el “Nuevo Mundo”. Llegamos a él con
el propio viaje de Carlos Fuentes. Krauze había denunciado en su ensayo que
Fuentes conocía poco a México y que su visión era a lo sumo turística. Su
espíritu cosmopolita y viajero despertó en Fuentes una atención accesoria por
un mundo exótico, dice Krauze. No sabemos qué tanto de cierto pueda haber en
esta afirmación tan subjetiva. De lo que sí podemos estar seguro es de que del
viaje que realizó Fuentes para conocer a México y Latinoamérica nace este orden de <i>El espejo enterrado</i>: primero, una exploración del mundo español del
siglo XV y luego la llegada, junto con Hernán Cortés y Francisco Pizarro a
tierras americanas.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Pero
en esta llegada no hay sólo la visión del conquistador. Primero hay un recuento
de que lo había en el “Nuevo Mundo” y cómo a partir de ello se organizaron las
relaciones simbólicas de las culturas que se encontraron (porque fueron muchas
más que dos). Fuentes, como Uslar Pietri, parece decir que no sólo el nativo
del “Nuevo Mundo” no fue el mismo ante la llegada de los españoles, sino que
también el español cambió con este encuentro. No podía seguir viendo el mundo
de la misma manera, es cierto, pero tampoco podía ser ajeno al influjo que este
nuevo ser humano iba a tener en su comida, su lengua y su descendencia. Hernán
Cortés desposó a la Malinche como un acto simbólico de poseer el mundo recién
“descubierto” no sólo en los bolsillos, sino también en la sangre.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">A
estas alturas del libro uno puede lamentarse de las pocas páginas que Fuentes
dedica al mundo americano antes de la llegada de los españoles frente a la gran
cantidad de datos y referencias que se presentan de España. Lamentablemente es
una realidad el hecho de que los conquistadores españoles (como casi todos los
invasores de la historia) destruyeron la mayoría de los registros históricos
que dan cuenta de la larguísima tradición anterior a ellos. Es una
justificación pobre lo sé. Pero, menos que justificar esta desproporción del
libro, pienso que no podemos olvidar que del encuentro entre los nativos del
“Nuevo Mundo” y los españoles no surgió una continuación del “Viejo Mundo”,
sino algo totalmente nuevo que con el tiempo rompió el cordón umbilical, y que
menos tuvo que ver con lo que se perdió del mundo precolombino que con la
poderosa historia preservada por la voz oficial del conquistador. <b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Aún
faltaba tiempo para esa ruptura y mientras tanto la virgen traída desde la
península y el toro que vino en las bodegas de los barcos encontraron un
asidero en las primeras poblaciones fundadas en Tierra Firma que iniciaron una
historia doméstica. La virgen de Guadalupe ocupó el sitio de la diosa Coatlicue
y el resto del continente, quizás siguiendo este ejemplo, llamó en español
cristiano a sus madres protectoras: la Virgen del Valle (Colombia), la Virgen
del Cobre (Cuba), la Virgen de Coromoto (Venezuela). La fiesta brava, por su
parte, construyó sus arenas monumentales y alimentó la reyerta del toro contra
el hombre de tal manera, que en Venezuela por ejemplo, la Feria Internacional
de San Sebastián (eminentemente taurina), en Táchira, llegó a ser de las más importantes
en el mundo de habla castellana.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Pero
el vínculo con España era apenas una delicada red de artificiosas instituciones.
Tan virtual era este dominio en los primeros tiempos que a pesar de los
importantes “negocios” que la corona tuvo con las tierras recién anexadas,
Fuentes se ve obligado a volver a la península y desde allá ver cómo llegan los
barcos cargados de oro mientras los monarcas españoles, durante sucesivos
reinados, se disputan el poder con el resto de Europa.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">El
Siglo de Oro aparece en medio del turbulento escenario europeo, como para recordarnos
el altísimo valor cultural que la nueva situación del mundo iba a legar a la
humanidad. De esta época es nada más y nada menos que <i>Don Quijote de La Mancha</i>. Aunque en este capítulo el mundo
americano desaparece de momento y nos toca conformarnos con disfrutar de la
rica exposición de cuadros y literatura españoles de este altísimo momento del
arte mundial. Lo que en España se produjo en ese momento era el resultado de lo
que el mundo estaba viviendo y cómo se proyectaba en una generación de artistas
que volvían sus ojos al mundo terrenal y olvidaban un poco el celestial.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Para
cuando regresamos a América, las cosas han avanzado a su propio ritmo, pero ha
quedado patente un rasgo definitivo de la historia subsecuente y el carácter de
lo latinoamericano: el trasplante forzoso de todo lo que en el “Nuevo Mundo”
germinó significaría para siempre un espíritu violento y caótico que ya nunca
jamás halló acomodo. Es allí donde radica la ruptura que abrió la brecha
insalvable entre España y sus supuestas colonias de ultra mar.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Tanto
el aborigen que es arrancado de su sistema político, su religión y su ciudad,
en fin de su cultura, para sujetarlo a la ciudad española y al cuartel
improvisados en las tierras conquistas y el africano traído como animal para
los trabajos forzados mantendrán una actitud ajena y siempre se sentirán
extraños a ese mundo que les tortura y somete. <b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">El
propio español que vino desarrolló una conciencia diferente y vio a la
península y ella a él con otros ojos. El profesor Rubén Darío Jaimes, en una de
sus clases de Literatura Latinoamericana, especialmente del Caribe, refería en
cierta ocasión una anécdota muy ilustrativa de esta idea. No recuerdo los
protagonistas o si mi memoria de la anécdota es exacta, pero lo importante es
el planteamiento: Un latinoamericano en España a modo de guasa le dice a un
español: “Tu abuelo que fue a América a saquear y a violar” y éste le responde:
“Mi abuelo no, el tuyo, porque el mío no salió de aquí”. De muchas maneras, el
español que se embarcó en la aventura de la conquista y colonización no podía
regresar a España siendo el mismo. Debía enfrentar los fantasmas que Europa
alimentó en su conciencia de una supuesta tierra de utopías con la tragedia de
la esclavitud y las ambiciones de las riquezas desmedidas.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">El
español “exiliado”, el aborigen conquistado y el negro raptado se encontraron
de pronto en un paraíso extraño que promovía una confusión de identidad,
difícilmente “aclarable” por las leyes de uno, de otro o de “unotro”. Fuentes
se plantea las preguntas posibles de ese momento identitario: <b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">¿Cuál
era nuestro lugar en el mundo? ¿A quién le debíamos lealtad? ¿A nuestros padres
europeos? ¿A nuestras madres quechuas, mayas, aztecas o chibchas? ¿A quién
deberíamos dirigir ahora nuestras oraciones? ¿A los dioses antiguos o a los
nuevos? ¿Qué idioma íbamos a hablar, el de los conquistados, o el de los
conquistadores? (pág. 206)<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Y
es de esta crisis de identidad donde surge el mestizaje, lo verdaderamente
latinoamericano, lo verdaderamente nuevo. Fuentes lo define con una idea
europea: el barroco, y su explicación es satisfactoria, aunque la idea en que
se apoya para rematar sus afirmaciones satisface más por la amplitud que por
la justicia de la comparación:<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Más
allá del mundo del imperio, el oro y el poder; más allá de las guerras entre
religiones y dinastías, un valiente mundo nuevo [¿<i>Brave New World</i>?] se estaba formando en las Américas, con manos y
voces americanas. Una nueva sociedad, una nueva fe, con su lenguaje propio, sus
propias costumbres, sus propias necesidades (pág. 207).<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Donde
se construía una iglesia católica, el arquitecto mestizo ponía un símbolo
aborigen. En las liturgias de la Semana Santa, los yorubas introducían sus
cánticos y rituales. Al plato de comida español se le agregaba el maíz. El
sincretismo espontáneo (y necesario) cobró una vigencia cada vez mayor en la
descendencia. Aborigen, negro y español siguieron guardando un espíritu de
extrañamiento y quizás nunca lo abandonaron. Las rebeliones de esclavos fueron
pan de cada día y siempre tenían el proyecto de una nación africana. La primera
junta patriótica de Caracas se organiza en defensa de los Derechos de Fernando
VII. Es el mestizo, originario de estas tierras y producto de un proceso
histórico que para él constituye su génesis, el que empieza a apoderarse de la
noción de un mundo propio.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Este
capítulo del libro titulado “El Barroco del Nuevo Mundo” es particularmente
especial en este sentido. No parece gratuito que esté ubicado en pleno centro
del libro (es el IX de XVIII capítulos) y tampoco parece inocente que recoja
hasta ese momento los aspectos resaltantes de toda la exposición precedente y
sirva de pórtico al largo proceso de la independencia americana. Por supuesto
que Fuentes regresa a España un capítulo más antes de centrarse en las guerras
de las colonias contra el imperio, pero es una estación necesaria para explicar
los aspectos que justificaron y precipitaron la ruptura política definitiva
entre ambas orillas.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Desde
esa ruptura hasta el siglo XX como etapa histórica de la Latinoamérica
constituida hay un profundo análisis de los personajes y procesos que reunieron
en poco más de 150 años todo el largo devenir que a otros continentes o
naciones les llevo más de cuatro siglos. Simón Bolívar y José de San Martín
como impulsores de la independencia sureña y la larga lista de tiranos que
durante el siglo XIX gobernaron las nacientes repúblicas protagonizan el
turbulento suceder de gobiernos y ensayos democráticos que no dan un resultado
esperanzador hasta bien entrado el siglo pasado.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Pero
estás esperanzas demoraron muy poco o no pasaron de ser eso. El capítulo XVI,
“Latinoamérica” no logra por momentos desligarse de la poderosa influencia que
tuvo la política en un sistema cultural que una vez más recibía el ataque
económico de potencias extranjeras. Poco o nada puede decirse de los aspectos
culturales que se mantenían o desarrollaban bajo los terribles conflictos de
una democracia mercantil, salvo que el espíritu cimarrón del latinoamericano
abrazó las banderas de la revolución como única salida posible.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Polarizado
el mundo en dos grandes centros, EE. UU. y la URSS, Latinoamérica se debatía
entre las contradicciones que durante toda su historia habían encerrado sus posibilidades:
riquezas naturales contra el saqueo de regímenes foráneos. Con lo que no puedo
estar de acuerdo, siempre como conclusión de la lectura, es que, según Fuentes,
esa Latinoamérica sumida en estos problemas diacrónicos volviera los ojos a
España para encontrar allí: “la playa europea del Nuevo Mundo” (pág. 356).<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Muy
difícilmente podía encontrar Latinoamérica en España esos rastros de un faro
cultural, cuando la península venía de 50 años de dictadura fascista y su
salida, aunque pomposamente celebrada como democrática, fue precisamente la
monarquía. Latinoamérica había roto con el Imperio español esperanzada en un
modelo republicano que le permitiera por fin acceder a la modernidad. No es
lógico que encontrara en la corona del rey Juan Carlos algún rastro de esa
democracia anhelada, ni siquiera por el hecho de que el Rey allanara el camino
para la realización de elecciones libres. El proceso político que viven casi
todos los países latinoamericanos y la propia España es prueba de ello.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">De
hecho, el capítulo XVII, “La España contemporánea”, es una exposición en la que
Fuente no puede mostrarnos un nexo real entre la antigua monarquía y sus
actuales descendientes coloniales. Menciona a Rubén Darío en un momento en que
su admiración por la cultura española le hace olvidar que el poeta nicaragüense
escribe en medio de los estertores de una época gloriosa, a casi un siglo de
distancia.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Lo
que si encuentro acertado es el último capítulo dedicado a la presencia de lo
hispanoamericano en Norteamérica.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Si
bien el éxodo en busca de oportunidades ha esparcido al latino a todos los
rincones del mundo (caso especial el de España) es en los EE. UU. donde ha
calado con mayor intensidad. Luego de la larga lucha de la revolución contra la
influencia del consumismo estadounidense parece ser esta cultura la que tiene
más que temerle a la presencia del latino. El Otro para el latinoamericano en
estos momentos, no es el europeo, es su vecino del Norte. Y allí justamente se
libra la disputa más seria por el dominio cultural.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Durante
la gran migración europea de mediados del siglo XIX y luego durante las guerras
mundiales, EE. UU. recibió un número gigantesco de nuevas nacionalidad, lenguas
y culturas. Pero, palió los efectos sobre la vida doméstica con un proceso,
quizás controlado, quizás espontáneo, en el que las nacionalidades recién
llegadas se organizaron en guetos. Territorios exclusivos para sus compatriotas,
en los que hasta el idioma se cuidó de toda contaminación; se habla en sus
lenguas, se profesa su religión, se mantiene su vestido.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">La
cultura latinoamericana, compleja, vasta, llegó después e inmediatamente supuso
un desajuste. El “Norte” llegó a un acuerdo con las comunidades negras,
italianas, judías, árabes, chinas, casi siempre restrictivo, de participación
social, de convivencia aséptica y de diferenciación racial. Los latinos en
cambio no entendieron estas restricciones. Su número creciente, su naturaleza
mestiza y su capacidad para adaptar a su propio código los elementos de otras
culturas han logrado que la cultura latinoamericana cobre una presencia activa
entre los sectores políticos y culturales estadounidenses. Un ejemplo de ello,
es por ejemplo la campaña a favor del voto latino que deben hacer los
candidatos presidenciales en EE. UU. no ya como una opción, sino como una
necesidad aritmética. El desplazamiento del inglés por el español como la
segunda lengua más hablada en el mundo, es también muy ilustrativo de este
fenómeno.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">El
último apartado del libro, “El espejo desenterrado”, vuelve sobre la metáfora
propuesta en la introducción del libro: la herramienta capaz de enseñar a
Latinoamérica un rostro propio en medio de la crisis política, económica y
social que distorsiona la gran riqueza cultural del continente. <b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;">Fuentes
ve con optimismo el futuro del continente en virtud de que éste “se transforma
y se mueve, creativamente, mediante la evolución o revolución, mediante
elecciones y movimientos de masas, porque sus hombres y mujeres están cambiando
y moviéndose” (pág. 387). Ese es un hecho que no necesita comprobación. La era
de información inmediata que vivimos hace más patente la capacidad del
latinoamericano para enfrentar estos cambios con éxito a pesar de las
advertencias sobre las limitaciones económicas de la mayoría de la población. Y
este es el rasgo fundamental del que hablábamos dos párrafos más arriba y el
cual deben “temer” los vecinos culturales de Latinoamérica.<b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<span class="Apple-style-span" style="line-height: 18px;"><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><i>El espejo enterrado</i></span><span style="line-height: 115%;">
de Fuentes termina como empieza, situándonos en la mañana en que Colón vio
tierras americanas por primera vez y de la desbordante cultura que se originó a
partir de ese día, entre cambios e intercambios. Cierra el libro al igual que
la introducción insistiendo en la naturaleza simbólica del espejo, que al mismo
tiempo que refleja la realidad es un proyecto de la imaginación. Aunque la hace
en forma de pregunta, no entiendo muy bien la sugerencia. Intuyo que debe ser
algo así como que el reflejo que proyecta el espejo somos nosotros tal cual
somos y también al revés. Complicada idea que quizás nos dé pistas sobre
Latinoamérica, ese paraíso terrenal, la fuente de la eterna juventud y el
rincón del mundo en el que espera la posibilidad absoluta; un carnaval eterno
de las formas, en el que se sufren las alegrías y la muerte se festeja.<i style="font-family: 'Times New Roman', serif;"> <span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><o:p></o:p></span></i></span></div>
</span></span><br />
<div id="wrc-float-icon" style="background-image: url(safari-extension://com.avast.wrc-6H4HRTU5E3/3cef9081/images/float/grey-0.png); display: none; height: 42px; left: 15px; position: fixed; top: 15px; width: 42px; z-index: 2147483646;">
</div>Bernardo Navarrohttp://www.blogger.com/profile/07887893016841859535noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-13701344407504127112012-05-15T15:35:00.001-04:302012-05-15T15:35:56.308-04:30SE AUSENTA OTRO GRANDE: CARLOS FUENTES HA MUERTO<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3G12X-DNlzbIGHUnnlumFamgCg2rBwVVK1lNTMeU5pY-f0NwEXzoAwYsOwM57N8Zaabis-JW4lfX8QedDE23CavdNhbG9b91PLnqOSIXXgelpo7O6o0_aDHIZnozqUGsCl2siTVHIJJYw/s1600/Carlos+Fuentes.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3G12X-DNlzbIGHUnnlumFamgCg2rBwVVK1lNTMeU5pY-f0NwEXzoAwYsOwM57N8Zaabis-JW4lfX8QedDE23CavdNhbG9b91PLnqOSIXXgelpo7O6o0_aDHIZnozqUGsCl2siTVHIJJYw/s320/Carlos+Fuentes.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: xx-small;">(Foto: milenio.com)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: xx-small;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;">Después
de muchos meses de injustificado silencio, el GILAC actualiza este espacio que
compartimos con nuestros estimados lectores con una noticia lamentable e
inesperada: Carlos Fuentes ha muerto.</span><span style="color: black;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="color: black; line-height: 115%;">Creemos que no hay eufemismos posibles
para matizar la desaparición física de un gran representante de las letras
castellanas y mundiales. Sólo el silencio más sobrio puede reflejar la profunda
pena que nos embarga. Al igual que con Ernesto Sabato y Mario Benedetti (dos de
las más sentidas y recientes ausencias) en el GILAC quisiéramos unirnos al
duelo que embarga a toda la comunidad literaria de Latinoamérica y el mundo.
Por ello, suscribimos las oportunas palabras de la presidenta del Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) de México, Consuelo Sáizar:
"Su ausencia sacude a la patria de la ñ. Gracias por sus letras y su
pensamiento. ¡Adiós, Maestro!"</span></div>
</span></div>
<br />
<div id="wrc-float-icon" style="background-image: url(safari-extension://com.avast.wrc-6H4HRTU5E3/8a9bdcc0/images/float/green-3.png); display: none; height: 42px; left: 15px; position: fixed; top: 15px; width: 42px; z-index: 2147483646;">
</div>GILAC-ULAhttp://www.blogger.com/profile/13018195426207640258noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-19968699611112213202011-10-31T17:34:00.004-04:302011-10-31T17:43:31.681-04:30<div align="right"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4NWGbNUKyKHrjEOrPYdbP0ZM1o24j87X4qv7zGEn26VuPoNaFe1oUCV09lMHoV_FSCSI533me6etrfbZGGRq1m_Q3c4hZbSznaYoKN8niSQ8CwvA4Eneq3LGVrqsu1lpn_OBklWcOhp9t/s1600/Rubén+Darío.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5669781890340799826" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 225px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4NWGbNUKyKHrjEOrPYdbP0ZM1o24j87X4qv7zGEn26VuPoNaFe1oUCV09lMHoV_FSCSI533me6etrfbZGGRq1m_Q3c4hZbSznaYoKN8niSQ8CwvA4Eneq3LGVrqsu1lpn_OBklWcOhp9t/s320/Rub%25C3%25A9n+Dar%25C3%25ADo.jpg" border="0" /></a><span style="font-family:georgia;"><strong>LA HISTORIA DESDE EL CAPRICHO<br />O LOS CAPRICHOS DE LA HISTORIA.<br />Rubén Darío Jaimes (2011).</strong><br />Fondo Editorial Ipasme<br /><br /></span></div><br /><br /><div align="justify"><span style="font-family:georgia;">El profesor Rubén Darío Jaimes (Universidad Simón Bolívar) hace un buen tiempo que viene estudiando la literatura del Caribe, especialmente en los marcos de su cultura, el imaginario social y su identificación como pueblo. <em>La historia desde el capricho o los caprichos de la historia</em> es una exploración de este tópico en el caso particular de Puerto Rico, un análisis del fenómeno literario que empezó hace algunas décadas, el cual combina historia y ficción en busca de rescatar a través de la imaginación un pasado oculto por el silencio de la historiografía oficial, tomando como ejemplo paradigmático la obra del prolífico escritor puertorriqueño Edgardo Rodríguez Juliá.<br />El primer capítulo del libro es un acercamiento a la historia de Puerto Rico, como estrategia para familiarizar al lector con el área de estudio. Cabe destacar que esta aproximación no es simplemente un recuento de los acontecimientos más importantes, sino un análisis de los factores económicos, políticos y sociales que prefiguraron a Puerto Rico como país y que desembocan en su presente situación política y cultural.<br />Las complejas relaciones de poder entre amos y esclavos en el sistema de plantación, así como la tensión social entre las clases blancas y la descendencia mulata que poco a poco cobró fuerza como estamento social sirven de eje al profesor Jaimes para marcar un punto de partida sociológico para interpretar las factores fundacionales de la cultura popular puertorriqueña y su identidad como colectivo.<br />Del mismo modo, hay una oportuna mención a los registros que sirvieron para representar este complejo proceso histórico, resaltando tanto las crónicas y la pintura como los diarios y la propia literatura, con lo cual se dibuja un amplio espectro de perspectivas que al final se combinan para dar forma a dos historias paralelas, una oficial y hegemónica, la otra popular y cimarrona, que sirven de punto de partida e inspiración a la obra de Rodríguez Juliá.<br />Presentados estos elementos, el profesor Jaimes nos adentra en tres novelas de Rodríguez Juliá que permiten ver las claves de su escritura y la importancia que cobran en el proceso literario y cultural de la isla caribeña. Se trata de un estudio concienzudo en el cual el profesor Jaimes rastrea las causas y características de un síntoma presente en gran parte de las Antillas: la necesidad de reescribir, a través de la ficción, una historia nacional negada por las voces oficiales.<br />A partir de los enfoques desarrollados por reconocidos investigadores, tales como María Julia Daroqui, Antonio Benítez Rojo, Néstor García Canclini, Seymour Menton o el propio Mijaíl Bajtín, <em>La historia desde el capricho…</em> se estructura desde la óptica de los estudios culturales para revelar ante nosotros el uso por parte de Rodríguez Juliá de estrategias narrativas que abarcan registros sociales y artísticos: la heteroglosia y la carnavalización, verbigracia, en su propósito de rescatar voces silenciadas, pero que en realidad siguen poblando el rico imaginario de la cultura caribeña contemporánea.<br />Este recorrido por la obra de Rodríguez Juliá conlleva al análisis obligatorio de la crónica como hipertexto de la historia ficcional de las novelas estudiadas. Se trata sin duda de uno de los aspectos más interesantes, tanto de las novelas como del libro aquí reseñado. El autor puertorriqueño aprovecha la naturaleza creativa de la crónica de Indias para insertar en el espacio vacío de la historia oficial su propia versión, mimetizando el discurso con el de los propios cronistas de la corona. Por ello, <em>La renuncia del héroe Baltasar</em> (1974), <em>La noche oscura del niño Avilés</em> (1984) y <em>El camino de Yyaloide</em> (1994) escriben una nueva historia vieja valiéndose de los mismos recursos con los que contaron los escritores reales del siglo XVIII: el deber de registrar los acontecimientos valiosos para la “historia” y la autoridad para presentarlos como fidedignos.<br />La conclusión del profesor Jaimes es que las obras de Rodríguez Juliá se inscriben en lo que Seymour Menton catalogó como la Nueva Novela Histórica, pero agrega además −entre líneas− que la intención del escritor puertorriqueño, al igual que otros autores de su generación y estilo, supera la propia intención de reescribir la historia oficial o desenmarcarla para plantearse como objetivo artístico la escritura original de la historia no contada, llegando para ello hasta una memoria mítica que aún pervive en las raíces culturales del cimarrón que es Puerto Rico.<br />Como todos los escritos del profesor Rubén Darío Jaimes, <em>La historia desde el capricho…</em> se presenta bajo un discurso ameno y accesible, bien estructurado y adecuado para el debate. Es un acierto del Fondo Editorial Ipasme presentarlo como parte de su colección “Pensamiento crítico/Luis Beltrán Prieto”, ya que más que ser un análisis literario este libro se plantea como estudio artístico y sociológico del riquísimo espacio cultural que es el Caribe, en el que el proceso de autodescubrimiento se erige hoy más que nunca como una necesidad vital de sus pueblos.<br /></span></div><br /><br /><div align="right"><em><span style="font-family:georgia;">Bernardo Navarro</span></em> </div>Bernardo Navarrohttp://www.blogger.com/profile/07887893016841859535noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-14657571472700373152011-07-30T21:35:00.003-04:302011-07-30T21:41:04.672-04:30FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE GUADALAJARA<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWmuOI0Nj_DqCJqGjH1VqdEBQRM6JRDe37veNPSygSNza9VMG7qsvNyhi0fGy7NTl90fWJhmAHwjCaqhF46qCJZ5YBltreZ2egCcAFpTgz2rNcsPzj9DZQuBc4ECrf4OmYkDdJcamGovut/s1600/FIL_Alemania_11.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 229px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWmuOI0Nj_DqCJqGjH1VqdEBQRM6JRDe37veNPSygSNza9VMG7qsvNyhi0fGy7NTl90fWJhmAHwjCaqhF46qCJZ5YBltreZ2egCcAFpTgz2rNcsPzj9DZQuBc4ECrf4OmYkDdJcamGovut/s320/FIL_Alemania_11.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5635333027137107458" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color:#0000EE;"><u><br /></u></span></div><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtVBeeMLgXzN0hcm6z8ByeASF7u2rzQFLe5atZ6ta6mITYySIuw5HJZeVg9HEx6re3g8B9zOqCuI3CXxCgG8rog62h33ODKDp9c7etyLZcJhyG87w6mNOPQNbIdNdVkGTxNsFxIosiSulb/s1600/FIL_Alemania_11.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"></a><div style="text-align: center;">[TODA LA INFORMACIÓN DISPONIBLE EN: http://www.fil.com.mx/]</div></div>GILAC-ULAhttp://www.blogger.com/profile/13018195426207640258noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-45546459211441358462011-07-30T21:14:00.003-04:302011-07-30T21:31:43.663-04:30<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhg9v5ZVA3J1l7z9bvq4UZp7sfJOW6tWGRu_SPBnjC8eNv6YwAPuD4E5FHEnnK2-JyfKpokn9slz0vFaf9_ICJYY8ieR3O-s7sf8pt9abPJW57Tgj-7b5XBkqMATs7zdissxNl-enJ6NW_y/s1600/afiche_simposio_peq.png" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 298px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhg9v5ZVA3J1l7z9bvq4UZp7sfJOW6tWGRu_SPBnjC8eNv6YwAPuD4E5FHEnnK2-JyfKpokn9slz0vFaf9_ICJYY8ieR3O-s7sf8pt9abPJW57Tgj-7b5XBkqMATs7zdissxNl-enJ6NW_y/s320/afiche_simposio_peq.png" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5635327161970614466" /></a><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b>XXXIV Simposio de docentes e investigadores de la literatura venezolana</b><o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Objetivo <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Crear un espacio de reflexión y diálogo que permita conocer los avances y las perspectivas de la investigación y la docencia universitarias respecto a la enseñanza y la creación literaria en Venezuela. Por ello, se proponen algunos temas problemáticos a partir de los cuales se organizan las conferencias centrales, las mesas de trabajo y la presentación de las ponencias. <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Objetivos específicos <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">1. Explorar los vínculos existentes entre la docencia y la investigación con el acto de la creación literaria y de su evolución histórica de modo que se manifieste el estado actual y la marcha del trabajo de investigadores, profesores, estudiantes y lectores en el país. <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">2. Establecer vínculos académicos e investigativos en torno a la creación literaria nacional e internacional con grupos, universidades, o investigadores independientes. <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">3. Ampliar las perspectivas teóricas en torno a los procesos de creación que vinculan la historia y la literatura. 4. Difundir las investigaciones y metodologías en literatura venezolana y propiciar la interacción entre los profesores e investigadores de la literatura venezolana.<span style="mso-spacerun:yes"> </span><o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El Simposio<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El Primer Simposio de Docentes e Investigadores de la Literatura Venezolana se celebró en la Casa de Bello, en Caracas, en 1975, con el auspicio del Instituto Pedagógico de Caracas. Pedro Díaz Seijas, Igor Delgado Senior, Iraset Páez Urdaneta, Salvador Tenreiro, entre otros nombres, disertaron sobre autores venezolanos como Meneses, Enrique Bernardo Núñez, y latinoamericanos como Rulfo, Cortázar, Carlos Fuentes.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Han sido 33 ediciones a lo largo de todos estos años, contando desde esa primera vez; pese a no haberse celebrado, en unas ocasiones, muy pocas realmente, el Simposio de Docentes e Investigadores de la Literatura Venezolana ha tenido una continuidad de la que no gozan muchos congresos en Venezuela.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El Simposio ha recorrido el país, geográficamente (se ha celebrado en varias ciudades: Mérida, Maracaibo, Cumaná, Coro) y literariamente: los géneros y subgéneros, las más variadas temáticas, y una amplísima diversidad de autores, han sido abordados en las ponencias y conferencias dictados por especialistas.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Todas estas ocasiones, vale decir, todos estos encuentros, se han configurado alrededor de una idea que fuera recogida en las consideraciones previas a las recomendaciones específicas emanadas en ocasión del primer encuentro:<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Entendemos la literatura nacional como parte importante del patrimonio cultural e inalienable de un pueblo…<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Así, pues, no se trata solamente de un encuentro de especialistas y para especialistas en literatura, aunque los que diserten hablen con conocimiento de causa. Se trata, más bien, de un espacio en el que la literatura se entiende como lo que es: parte integrante de una tradición cultural. Además de lo cual, se debe señalar que otras manifestaciones se hacen también presentes durante el desarrollo de esta fiesta de la palabra. <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Arribamos a la trigésimo cuarta edición, en este año 2011. El Simposio de Docentes e Investigadores de la Literatura Venezolana llega por primera vez al estado Yaracuy y es la Universidad Nacional Experimental del Yaracuy la institución a la que le corresponde tomar el testigo de esta larga trayectoria. Ocasión ésta que será propicia para rendir un homenaje al poeta Manuel Rodríguez Cárdenas, poeta de la negritud y del pueblo, quien está próximo a su centenario.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><p class="MsoNormal">Convocatoria<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal">16, 17 y 18 de noviembre de 2011 <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal">Universidad Nacional Experimental del Yaracuy (UNEY) <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal">San Felipe. Estado Yaracuy. Venezuela <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal">Con la participación de los conferencistas Gustavo Luis Carrera, Edgar Colmenares del Valle, Freddy Castillo Castellanos y Cruz Ramón Galíndez.<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal">Primera convocatoria: <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal">Entre el 16 y el 18 de noviembre de 2011 se realizará el XXXIV Simposio de Docentes e Investigadores de la Literatura Venezolana, auspiciado por la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy (UNEY).<o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal">A los fines de la realización del evento, se invita a docentes, investigadores y estudiantes de pre y postgrado interesados en la literatura venezolana a proponer ponencias, mesas de trabajo o cualquier otra actividad que consideren pertinente, en las siguientes líneas de investigación: <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal"><b>La literatura venezolana y su dimensión histórica:</b> Cronistas: primeras señales. Siglo XVIII: fundamentos literarios. Siglo XIX: eclosión, ruta hacia lo nacional. Fundaciones y refundaciones: imágenes y derivas de lo nacional. <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal"><b>Proyecciones hacia el siglo XXI:</b> Perspectivas manifiestas. Prospectivas y señales de una(s) posibilidad(es). El Imaginario venezolano entre la realidad y la posibilidad. <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal"><b>Literatura y construcción de identidades:</b> Tradición, oralidad e indigenismo. Unidad y diversidad cultural. Incertidumbre y arraigo, alteridades y semejanzas. Paisaje, cultura, gastronomía, turismo y otros temas inherentes. <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal"><b>Letras yaracuyanas</b>: Autores y obras de la región. Yaracuy en la literatura. Procesos, grupos, movimientos. Fray Juan Antonio Navarrete, Gilberto Antolínez, Rafael Clemente Arráiz, Pálmenes Yarza, Juan Ángel Mogollón, José Parra, Rafael Zárraga, entre otros. <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal"><b>Lenguaje, escritura y enseñanza</b>: Lingüística y creación literaria. Aplicaciones docentes. Docencia e investigación de la literatura, experiencias y problemas en el área. <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal"><b>La novela política en Venezuela:</b> Caracterización del subgénero. Proceso evolutivo. Autores y obras. <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal"><b>Arte, diseño y literatura en Venezuela</b>: su relación teórica e histórica. Confluencias y diversificaciones. Medios audiovisuales y literatura: vínculos, adaptaciones, préstamos. <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal"><b>El destino de la literatura frente a la cibercultura:</b> ¿Anulación, supervivencia o complementación? Crisis o ampliación y nuevo desarrollo. Impactos formales y temáticos. <o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal"><b>Andrés Bello y la literatura venezolana e hispanoamericana del siglo XIX:</b> Los estudios bellistas de Oscar Sambrano Urdaneta. Relecturas de Bello.<span style="mso-spacerun:yes"> </span><o:p></o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal"><b>La fecha límite para el envío de resúmenes, así como para las propuestas de mesas de trabajo, se vencerá el 30 de septiembre de 2011.<o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal"> </p> <p class="MsoNormal"> </p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal">[Más información: http://www.uney.edu.ve/simposio/principal.html]</p><p></p>GILAC-ULAhttp://www.blogger.com/profile/13018195426207640258noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2290297199985058100.post-26223978536923179742011-05-11T20:59:00.000-04:302011-05-13T15:59:26.561-04:30LAS MUJERES DE CERVANTES, DEL QUIJOTE, DE HOY<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaXQfznSHvGNUa7uPaHQqjXXK8ZBgav5twEc3XPPu7qxh4avDhpXcY5hF8o5i15EFobg5wkqmWeVa_-6IxTvu-9SiTKXmCw_kQJrIEgy2fuv4Yo2S2oWO2FiCTIKuiJGgwtk8pZ_p5Z4Q/s1600/Dos+versiones+de+Dulcinea.JPG" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 193px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaXQfznSHvGNUa7uPaHQqjXXK8ZBgav5twEc3XPPu7qxh4avDhpXcY5hF8o5i15EFobg5wkqmWeVa_-6IxTvu-9SiTKXmCw_kQJrIEgy2fuv4Yo2S2oWO2FiCTIKuiJGgwtk8pZ_p5Z4Q/s320/Dos+versiones+de+Dulcinea.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5605635843094781698" /></a><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">(Las dos Dulcineas)</span></div><p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Son muchas las apreciaciones que acerca de la mujer se han hecho dentro de los estudios literarios. Muchas obras clásicas han plasmado en sus páginas estereotipos de mujeres que deslindan entre el bien y el mal, lo moral y lo inmoral, lo idealizado, lo escatológico y terrenal. <o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Tales adjetivaciones se presentan de manera muy diversa en la siempre inagotable </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Don Quijote de la Mancha</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">, pues Cervantes nos muestra todo un repertorio de personajes femeninos que representan las diversas concepciones de la mujer de la época renacentista. Por tanto, la intención de estas palabras es hacer una reflexión general, sin pretensiones tajantes de agotar el tema, acerca de algunos personajes femeninos presentes en la obra como la eterna Dulcinea, Maritornes, Marcela, Aldonza Lorenzo… quienes reflejan el sentir y hacer de las mujeres de esa época, y por qué no, de la actual. En ello radica justamente la inmortalidad de esta obra: en su eterna vigencia. Esas mujeres analfabetas, incultas, prostituidas por la pobreza, afeadas por las calamidades y los infortunios, pero también cultas, independientes, castas… continúan siendo, en muchos sentidos, los tipos de mujer de nuestra era.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Comencemos hablando de Dulcinea del Toboso, la ideal, la amada de Don Quijote en contraste con Aldonza Lorenzo, la real, la campesina, la imperfecta. Es innegable la intención de esta dualidad representada en una sola mujer. Estaría de más caer en detalles innecesarios en cuanto a la representación de las mismas en el ideal caballeresco parodiado. La primera, por supuesto, representativa de una mujer etérea, inexistente, puesto que sus cualidades tanto físicas como morales distan de la realidad tangible; por su parte, Aldonza Lorenzo, la mujer común de los pueblos españoles, analfabeta, maloliente por el arduo trabajo tanto en las labores del hogar como del campo. Dos mujeres en una: dos visiones del mundo distintas, la primera sucumbe en la segunda, la realidad del español ha cambiado, por tanto, no hay posibilidades quiméricas en cuanto a la visión de una Dulcinea: ésta se diluye, pues no tiene cabida en esa realidad.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Don Quijote describe a Dulcinea cuando Vivaldo, para seguirle el juego al notar su desvarío, le pregunta por su amada, a lo que éste contesta: <o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:0cm;margin-right:42.55pt;margin-bottom: 10.0pt;margin-left:42.55pt;text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Su nombre es Dulcinea; su patria, el Toboso: un lugar de la Mancha; su calidad, por lo menos, ha de ser princesa, pues es reina y señora mía; su hermosura, sobrehumana, pues en ella se vienen a hacer verdaderos todos los imposibles y quiméricos atributos de belleza que los poetas dan a sus damas: que sus cabello son oro, su frente campos elíseos, sus cejas arcos del cielo, sus ojos azules, sus mejillas rosas, sus labios corales, perlas sus dientes, alabastro su cuello, mármol su pecho, marfil sus manos, su blancura nieve… (p. 81)<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Por su parte, Aldonza Lorenzo, es descrita por Sancho Panza, cuando Don Quijote le confiesa quién es verdaderamente su amada Dulcinea. Sancho, sorprendido, le contesta lo siguiente: <o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-top:0cm;margin-right:42.55pt; margin-bottom:10.0pt;margin-left:60.4pt;mso-add-space:auto;text-align:justify; text-indent:-17.85pt;line-height:150%;mso-list:l0 level1 lfo1"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">-</span></span><span style="font:7.0pt "Times New Roman""><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></span></span><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">¡Ta, ta! –dijo Sancho-. ¿Qué la hija de Lorenzo Corchuelo es la señora Dulcinea del Toboso, llamada por otro nombre Aldonza Lorenzo?<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-top:0cm;margin-right:42.55pt; margin-bottom:10.0pt;margin-left:60.4pt;mso-add-space:auto;text-align:justify; text-indent:-17.85pt;line-height:150%;mso-list:l0 level1 lfo1"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">-</span></span><span style="font:7.0pt "Times New Roman""><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></span></span><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Ésa es –dijo don Quijote-, y es la que merece ser señora de todo el Universo.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-top:0cm;margin-right:42.55pt; margin-bottom:10.0pt;margin-left:60.4pt;mso-add-space:auto;text-align:justify; text-indent:-17.85pt;line-height:150%;mso-list:l0 level1 lfo1"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">-</span></span><span style="font:7.0pt "Times New Roman""><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></span></span><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Bien la conozco –dijo Sancho- y sé decir que tira tan bien una barra como el más forzudo zagal de todo el pueblo. ¡Vive el Dador, que es moza de chapa, hecha y derecha y de pelo en pecho, y que puede sacar la barba del lodo a cualquier caballero andante, o por andar, que la tuviere por señora! ¡Oh, hideputa, qué rejo que tiene, y qué voz! (…) Y lo mejor que tienes es que no es nada melindrosa, porque tiene mucho de cortesana (…) Ahora digo, señor Caballero de la Triste Figura, que no solamente puede y debe vuestra merced hacer locuras por ella, sino que con justo título puede desesperarse y ahorcarse (…) Y querría ya verme en camino, sólo por vella; que ha muchos días que no la veo, y debe de estar ya trocada; porque gasta mucho la faz de las mujeres andar siempre al campo, al sol y al aire. (p. 173) <o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Sin embargo, y pese a la forma burlona y jocosa con que Sancho describe a Aldonza, éste reconoce que es digna de ser admirada tanto por su fuerza como por su atractivo, y justifica que su mal estado es causa del fuerte trabajo que acarrea las labores de campo. Es significativo como Cervantes intenta reivindicar la figura de Aldonza con las palabras de Sancho, pero a su vez, se percibe un dejo de decepción, como resistiéndose a aceptarla. <o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Por otra parte, la historia entre la pastora Marcela y Grisóstomo es pertinente mencionarla en cuanto a la otra mirada femenina que nos muestra. Cervantes pone en boca de los personajes que se hacen presentes en este capítulo una desazón y rechazo hacia Marcela por haber desdeñado los requerimientos amorosos de Grisóstomo, quien se suicida por amor. Incluso, uno de los personajes, Vivaldo, sugiere a Ambrosio, amigo del pastor, que no queme sus escritos para que así perdure en los mismos la maldad de esta mujer. Hasta esta parte del relato el lector se siente inclinado hacia el pastor suicida, puesto que es descrito como un ser moral y físicamente hermoso.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Sin embargo, cuando Marcela hace su aparición, luego de ser leído el poema que escribe Grisóstomo antes de morir, la inclinación cambia, ya que ésta increpa a los asistentes, entre ellos Don Quijote, y se defiende con un discurso de tal carga feminista, que podría decirse que es una de las primeras manifestaciones escritas en defensa de la mujer dentro de la lengua castellana, y que resarce la connotación misógina que se le pueda atribuir a Cervantes, por la construcción de otros personajes femeninos como las mozas de las ventas, la misma Aldonza Lorenzo, entre otras.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Amonesta Marcela a los presentes en el entierro de la siguiente forma: <o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:0cm;margin-right:42.55pt;margin-bottom: 10.0pt;margin-left:42.55pt;text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Yo conozco, con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que, por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama (p. 88)<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Es clara la relación intrínseca entre el concepto de belleza y la moralidad del sujeto en este fragmento.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">En el siguiente nos revela su condición de mujer libre y su total inocencia ante la muerte del pastor:<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:0cm;margin-right:42.55pt;margin-bottom: 10.0pt;margin-left:42.55pt;text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Y así como la víbora no merece ser juzgada por la ponzoña que tiene, puesto que con ella mata, por habérsela dado naturaleza, tampoco yo merezco ser reheprendida por ser hermosa…Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos…A los que he enamorado con la vista he desengañado con las palabras…Quéjese el engañado; desespérese aquel a quien le faltaron las prometidas esperanzas; confiese el que yo llamare; ufánase el que yo admitiere; pero no me llame cruel ni homicida aquél a quien yo no prometo, engaño, llamo ni admito (p.89)<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Por otra parte, vuelve su “yo” a hacerse emergente, reafirmando su decisión de ser mujer sola, sin necesidad de compañía y sus pocas ganas de hacer vida marital:<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:0cm;margin-right:42.55pt;margin-bottom: 10.0pt;margin-left:42.55pt;text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Yo, como sabéis, tengo riquezas propias y no codicio las ajenas; tengo libre condición, y no gusto de sujetarme; ni quiero ni aborrezco a nadie; no engaño a ése, ni solicito a áquel, ni burlo con uno, ni me entretengo con el otro. (p.90)<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Tal cual Artemisa se nos presenta Marcela: pastora, hermosa, virginal, con ansias de soledad, independiente… Por supuesto, una figura femenina transgresora, quien desde su Yo, desmonta la imagen de la mujer en cuanto a los roles sociales se refiere.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Vemos cómo Cervantes la ensalza, la sustrae de los alegatos masculinos infundados por la mirada patriarcal y, tal cual diosa virginal, aparece derrochando inteligencia y desaparece igual de triunfante y laureada. Sin embargo, he de destacar que para la visión de la sociedad renacentista una mujer como Marcela sólo podía ser valorada desde una perspectiva divina, como una deidad, incluso, la forma en que hace su aparición en el entierro, desde lo alto de la colina, le da esa aura de beatitud y dignidad solo posible en un ser supremo: hermosa, sabia, poderosa, casta… Si se detalla con detenimiento, sólo estas cualidades reunidas en una mujer podrían justificar la independencia económica y el libre albedrío de la misma. Sin embargo, la misma Marcela alega que la única opción que tuvo para vivir a sus anchas fue la de internarse en la soledad de las praderas. Situación que recuerda muy cercanamente a nuestra Sor Juana Inés de la Cruz, quien tuvo que ingresar al convento para huir del matrimonio y de las obligaciones propias de una mujer, y así lograr tiempo para el estudio y la reflexión.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Pareciera deducirse que para Cervantes y la Europa de la época el concepto de bondad iba muy ligado al de la belleza física o, en otras palabras, el buen portar de una dama iba en constraste con su aspecto físico y su posición social. Y quien mejor para ejemplificar este comentario que el personaje Maritornes, moza de la venta a la cual llega Don Quijote y que éste pensaba era un castillo. Desde las primeras páginas del capítulo la describen así: <o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-top:0cm;margin-right:42.55pt;margin-bottom: 10.0pt;margin-left:42.55pt;text-align:justify;line-height:150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Servía en la venta asimismo una moza asturiana, ancha de cara, llana de cogote, de nariz roma, del un ojo tuerta y del otro no muy sana… no tenía siete palmos de los pies a la cabeza, y las espaldas, que algún tanto le cargaban, la hacían mirar al suelo más de lo que ella quisiera (p.97)<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Notamos claramente que es la descripción física de una mujer nada agraciada y que dista de ser comparada con lo que el autor señala de Marcela. Líneas más adelante, esta moza penetra en el aposento donde descansaban Don Quijote, Sancho y un arriero, y con este último aquella había concertado verse, pero entre la penumbra, la fugitiva va a parar a los brazos de Don Quijote, quien en su desvarío piensa que es una hermosa doncella. Al respecto dice Cervantes de este ocurrente escenario: “Y era tanta la ceguedad del pobre hidalgo, que el tacto, ni el aliento, ni otras cosas que traía en sí la buena doncella, no le desengañaban, las cuales pudieran hacer vomitar a otro que no fuera arriero; antes le parecía que tenía entre sus brazos a la diosa de la hermosura” (p. 100)<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">La descripción física de Maritornes, nada agraciada evidentemente, corresponde a una determinada actitud moral: el deseo carnal ilícito. El autor afea la imagen de este personaje, hasta manifiesta de forma abyecta su aseo personal, lo que produce que el lector, pese a la jocosidad de la situación, se proyecte una concepción del personaje poco simpática; a diferencia de Marcela, quien es admirada por el lector tanto por su belleza física como por su prudencia y sabiduría.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt;line-height: 150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Finalmente, Aldonzas malolientes y rústicas; Dulcineas siliconadas y forjadas por las manos del bisturí y de los celuloides; Maritornes poco escrupulosas, deslucidas, cegadas por la pasión, pero de gran corazón; Marcelas independientes, con ansias de libertad, forjadoras de su propia voz, solas o acompañadas, hermosas o poco agraciadas… a todas nos las topamos día a día, de todas tenemos algo en común, en todas ellas logramos mirarnos y reconocernos.<o:p></o:p></span></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="line-height:150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><o:p><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;"> </span></span></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" align="center" style="text-align:center;line-height:150%"><span lang="ES-VE" style="line-height: 150%; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS<o:p></o:p></span></span></span></p> <span lang="ES-VE" style="line-height:115%;font-family:"Tahoma","sans-serif"; mso-fareast-font-family:Calibri;mso-fareast-theme-font:minor-latin;mso-bidi-Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi;mso-ansi-language:ES-VE; mso-fareast-language:EN-US;mso-bidi-language:AR-SAfont-family:";font-size:12.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">Cervantes, Miguel (2000). </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-size:medium;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:georgia;">El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. </span></span></i>Santafé de Bogotá: Panamericana Editorial. Tercera edición.</span>Melissa Manrique de Logreirahttp://www.blogger.com/profile/01242777100862262397noreply@blogger.com0